Capítulo 4

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Adrián.

Cuatro semanas ya habían pasado. Laura y Adrián se habían llevado mejor. Adrián claro que pensaba en ella más que una amiga. De hecho este fin de semana estaba planeando pedirle que fuera su novia. Una espina que tenía era su prima de ella, no sabia sí había hablado con ella, y de verdad esperaba que no fuera así. Seis semanas. Un mes con dos semanas. Era ya del pasando. Ella definitivamente ella no iba a decir ni una sola palabra. Hoy un lindo viernes en la tarde se encontraban en el sofá.

—¿Planeas pedirle que sea tu novia?, ¿en ese ridículo restaurante que tienes que pedir cita un mes antes? Habla, amigo, ¿tienes mucho dinero, has ahorrado desde pequeño? Joder, que estas enamorado. —termino Edwin. Mientras cambiaba de canal al televisor.

—Pereces mi madre, ¿tan preocupado estás? —pregunto divertido Adrián. Aunque admitiendo un poco, ¡claro que estaba nervioso!, no todos los días te preparas para el mayor reto de tu vida, tu sueño: tener de novia a la linda Laura.

—¿De que pases la peor vergüenza de tu vida? Entonces, sí. —una vez encontró un buen canal, dejo de moverle para voltear a ver su reacción de enamorado de su primo.

—Tengo ahorros, Edwin. —volteo a verle —. Pero, hablando de lo sí importante. ¿Crees que quiera aceptar la salida?

—No soy ella. No sabría responderte.

—No eres útil —hablo concentrado en el canal de... ¿vida extraterrestre?

—¿Cómo dijiste que se llama la prima de tu amada?

—Que voy a saber yo. Ella no me interesa. —dijo en un tono de fastidio, la chica le daba dolor de cabeza.

—Es linda. —halago con una sonrisa.

Algo en esas palabras no le agradaron del todo. Así que de inmediato contesto, dando un susto a su primo por la voz que uso. Demandante y seguro.

—No es linda.

—Éstas ciego, amigo. La chica es muy linda. ¿Será porque estás colado por Laura?

—No es porque estoy colado por Lura, digo la verdad. No me llama la atención.

—No lo haces. Ella es muy bonita.

Bufó, para después levantarse por un vaso de agua. En sus pensamiento era claro y alto.

Ella no es linda. Su apariencia tierna los tiene confundido. Es una zorra.

[...]

Aileen.

Era sábado, pero no cualquier sábado, sabía que su vida se cambiaría la vida por completo.
Lo supo desde que las palabras: estado de gestación, salieron de la boca de la doctora. Todo se vino a bajo.

Porque estaba segura que las nauseas y el vómito era por una intoxicación.

—¿Esta segura? —preguntó dudosa. Estaba temblando de miedo —. Debe ser un error, doctora. Estoy segura que es sólo una intoxicación.

—Señorita, esto es serio —hablo la doctora, dejando en su escritorio los estudios —. Esta embarazada. Los resultados lo prueban, no es una intoxicación. Tiene seis semanas.

—Pero...

—Debes tomar ácido fólico. Ya que has empezado con los mareos, te recomiendo comer mejor, estas un poco baja de peso, tienes que comer bien. —empezó a escribir en la receta médica. Levanto la cabeza para ver a la chica asustadiza y asombrada. Su rostro decía todo, así que con una sonrisa la doctora le tendió la receta, para que esta la tomara —. Felicidades señorita, Paters.

La chica estuvo apunto de mandar a la mierda a la doctora, sino fue porque la realidad cayo en su cabeza. Tomo la receta para después salir por la puerta.

¿Y ahora qué?, ¿qué pasaría a partir de ahora?, ¿cómo le diría a su madre?

—Estoy completamente jodida.

No había palabras para decirlo. No podía simplemente no tenerlo, pero tampoco podía ir y decirles que estaba embarazada.

¡¿Es enserio?! ¡Pensé que había usado...! ¡Ahhh!

Quería llorar, gritar. Era un bebé. Uno real, uno que chilla, pide de comer. Sin querer llevó sus manos hasta su estómago, algo dentro de ella se removió.

¿Qué haremos ahora?

Abortar no era una solución, aun siendo menor de edad sus padres no lo permitirían. Buscar al padre tampoco lo era. Una idea algo tonta llego a su cabeza, ¿sí de iba con su prima...? Tal vez lo pueda resolver cuando este allá, además nadie se tenía que enterar, era una perfecta solución. Ya después de un tiempo volvería, a la mejor la podrían perdonar.

Sí, eso era lo que ella haría.

Feliz de haber encontrado una solución volvió a casa, ignorando por completo a su padre y madre, solo quería dormir un poco. Solo un poco.

Su sueño se vio interrumpido por un peso más. Era fácil adivinar a quien pertenecía.

—Estoy muerta —declaró con una voz ronca, por el sueño.

—No seas floja, Aileen. —se quejo en su oído. Su prima aveces tenia la costumbre de hacer su voz más chillona, y eso, le molestaba de sobre manera.

Se incorporo poco a poco en la cama, tallando sus ojos con sus manitos hechos puños.

—Si que pareces más muerta que viva —dijo su prima sentándose en la orilla de la cama —. Te contaré algo.

—Que sea después. —en un intento en vano para volverse a dormir su prima la enderezó de tal manera que quedó un poco aturdida —. ¿Y ahora qué?

—¿Cuándo un chico quiere llevarte a comer, se considera una cita?

—¿Por qué preguntas cosas como esa? —hizo un pequeño berrinche —. ¡Tengo sueño!

—Me invitaron a salir. Mañana. No se qué hacer.

Aileen frunció su ceño. ¿A Laura le había invitado a una cita?

—¿Aceptaste?

—Pues, Adrián es un gran amigo... —en el momento en que de sus labios salio la palabra Adrián, Laura se había quedado en un pequeño trance. No supo que más salió de la boca de su prima, sólo deseaba que no hubiera conocido a la persona de ese nombre. Su prima se dio cuenta que no estaba poniendo atención, así que, chasqueo los dedos en sus ojos para llamarla de vuelta, de donde fuera que se haya ido —. Pareces ida, ¿estas bien?. Tu madre me dijo que habías ido al doctor, ¿te recetaron algo? ¡Oye te estoy hablando!

—Estoy bien —. Contesto en un susurro —. Sólo era una intoxicación, ya no comeré nada que preparen en la escuela.

—Yo diría que tienes que comer mejor. Estás muy delgada.

—Sí...

—Hablando de otro tema —dijo —. ¿Tú crees que de verdad será una cita? Será raro, ya sabes, teniendo en cuenta que no ve van los chicos.

—Que la pases bien.

—Estoy pensando no ir, ya sabes...

La platica siguió hasta que Laura se  canso, hasta que Aileen termino nuevamente dormida. Laura abandono la habitación a pasos lentos y delicados, para evitar despertar a su bebé. Como ella la llamaba algunas veces, ganándose miradas de odio de la menor.

Laura supo que algo le preocupaba a su prima, normalmente ella no era tan distraída, bueno sí era distraída, pero no tanto, esta bien era muy distraída, pero esta vez se mostraba ausente. Como si solo su cuerpo estuviera ahí y su alma vagando en algún lugar.

Porque el amor es así.

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Gracias por leer.

//Dualidad. Un Amor Imperfecto// [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora