El Club de la Manzana

17 2 0
                                    


-Estúpido día...- Son las palabras qué sentencian el antes y el después dentro de una cómoda habitación de hotel. El habitante de dicha morada, Félix, visualiza su reflejo a través de la ventana, al mismo tiempo que observa el paisaje de la ciudad desde el sexto piso del recinto. Con las manos en sus bolsillos y la mirada penetrante hacia la ciudad y hacía las personas deja ir una que otra mueca de descontento, o temor, dependiendo el estado de ánimo.

Félix se aleja de la ventana y se acerca al pequeño refrigerador que tiene la habitación. Para ser una persona solitaria siempre a podido costearse ciertos lujos, aunque estos no lo hayan hecho verse menos solitario de lo que ya es. Maldición, dentro de el sabía que si había llegado el momento de morir, lo haría como el solitario Alfa que todo antisocial anhelaríamos ser.

Dentro del descuidado aparato hay una lata de cerveza aun sellada, una que otra botella de agua a medio beber, una rebanada de pizza congelada y una manzana roja.

La mirada de Félix se centra en la manzana, la cual toma y seguido cierra el refrigerador.

Félix observa la manzana al igual que observaría a un viejo amigo, a una novia o a un perro.

-Estúpida manzana... eres mi única compañía en estos momentos- murmura sin apartar la mirada del fruto.

-El estúpido hablando de estupideces...- responde en un tono sarcástico la manzana.

Un ligero gesto de sorpresa y a la vez de naturalidad se posan en el rostro de Félix.

-Creo que tengo un problema.-

-Tenemos un problema... - Sentencia la fruta.

-¿Recuérdame cual es?-

-Ambos somos fieles servidores de sistemas sociales diferentes.-

-Ni yo lo podría decir mejor...-

-Claro que no... nunca has sido una persona muy coherente...- responde en tono burlón la Manzana.

-Disculpa, pero estas hablando hombre con un doctorado en neurociencia.- responde seguro de si mismo Félix.

-¿Ah, si? ¿Y que haces hablando con una manzana, genio?-

-Ya te lo dije... eres mi única compañía en este momento.-

-Patético.- exclama la manzana

La coherencia inunda el lugar. Los ánimos son pacíficos. La Manzana siempre ah sido el fruto prohibido, el símbolo del pecado, la seducción, del bien y del mal. No volvemos a la manzana un Dios mas por que no queremos, o por que no es un ser humanoide, pero al menos la manzana es real. La manzana es vida.

Félix se dirige al sofá y coloca la manzana sobre una pequeña mesa frente a él, al mismo tiempo que toma asiento.

-¿Qué es peor?... ¿quedarme sentado en este sofá, llorando por no tener amigos y por que me consume la soledad, el aburrimiento y el hambre... o hablar con una manzana por mas demente que parezca solo por que la sociedad así lo denomina?- Félix dispara la primera pregunta.

-La sociedad es difícil...- argumenta la Manzana.

-No, la sociedad es estúpida.-

-Solo por que tú lo digas no significa que sea cierto.-

-¿Haz visto la sociedad que tenemos hoy día?- Félix dispara la segunda pregunta.

-No... solo soy una manzana-.

El Club de la ManzanaWhere stories live. Discover now