Los fandoms de AppleNeko :3

Droga embriagante - karmagisa (3/3) parte 1 ówò

REHABILITACIÓN

Diagnóstico.

El momento más difícil en una adicción, es aceptar el tenerla, tomarla en cuenta, hacer algo por detener todo el desastre, y reparar todo lo dañado. Nagisa sabía que no estaba bien, pero algo en su interior le aterraba y no lograba obtener el valor necesario para combatir la droga. No entendía ni su propio pasado, tenía algunos momentos de lucidez donde sintió verdadero terror de su entorno, y terminó prefiriendo la sensación de no tener nada en la cabeza que participar en el horrible mundo real. A veces se daba cuenta de que algo no iba bien y entonces notaba que mataba a alguien o que una persona lo había lastimado, pero a él sólo le interesaba encontrar algo que pudiera mantenerlo despierto y que él quisiera abrazar ese sentimiento. Algo que lo ayudara a superar esa pesadilla. O quizás alguien.

En efecto, lo más difícil en una adicción es conseguir la ayuda necesaria. Y al conseguirla, tener la valentía de no emplear la retirada. Nagisa estaba empeñado en conseguir ambos requisitos, y eso era suficiente para comenzar su rehabilitación.

Fase 1: abstinencia y vigilancia

Nagisa había visto a su amigo apenas entró a la ciudad. De hecho, se dio cuenta de un olor a frutilla cuando él estuvo cerca, lo vio en una intersección junto a el grupo de búsqueda, junto a un chico castaño. Pero no logró recordar su nombre, estuvo pensando en las identidades del pelirrojo y, curiosamente, el del chico de cara amable, estaba seguro de que los conocía a ambos. Nagisa estaba muy feliz de ver al pelirrojo; para él, su cara reflejaba una actitud bromista, relajada y le daba la impresión de que era un chico muy justiciero, y su sola presencia le hacía tener una sensación agradable en el pecho. Nagisa tenía la cabeza en las nubes, pero fue entonces que se vio a sí mismo en un reflejo, vio que se parecía a los zombies a su alrededor, era probable que lo atacaran si no era cuidadoso.

Sólo lo siguió de lejos, estuvo así hasta un par de horas antes del anochecer, cuando ellos se iban a quién sabe dónde. No se atrevió a acercarse debido a que temía que alguien del grupo le disparara al intentar acercarse a su enamorado. Cuando se fue el grupo, Nagisa sintió cómo algo en su cabeza lo volvía a dormir, miedo porque sus sentimientos parecían irse junto a su consciencia, sin embargo, no luchó contra ello debido a que algo dentro de él le aconsejó no hacer nada, simplemente abrazar el recuerdo de esa persona y, hasta que lo volviera a ver, no rendirse. No si quería volver a ver a...

a...

Karma.

Cuando sintió que volvía en sí y notó un olor a frutilla, buscó frenéticamente a Karma y casi le dio un ataque al darse cuenta que estaba al girar una esquina. Esta vez, el grupo era mucho más pequeño, quizás porque no llevarían algo tan importante como gente o supervivientes. Karma habló un momento con un chico pelinaranja y ambos se separaron un momento con la excusa de buscar provisiones en el centro comercial, les dieron unos radios y se fueron. Nagisa los siguió hasta encontrarse con el problema de haberlos perdido. Parecía que se los había tragado la tierra, pero mejor optó por quedarse quieto y buscarlos con la mirada, mientras que se escondía e intentaba pasar desapercibido; parecía tener talento para ello debido a que los encontró bastante cerca mientras salían de un supuesto escondite. Nagisa los vio entrar dentro de una tienda, cerrando una cortina metálica detrás de ellos. Una duda surgió en su mente: ¿Qué era de tanta importancia para que ellos fueran tan precavidos?

Después de algunos momentos, Karma salió de la tienda sólo, parecía estar regresando al grupo del que se alejó. Al llegar a este, habló con un hombre un tanto mayor.