-Luces preciosa – dijo la mamá de Timothée, el comentario fue respaldado por la mamá de Oli. Por su parte el señor D'angelo hizo una adema para el joven, señalo su ojo. Como si tratara de decir, cuídala ó te estoy observando.
Timothée como todo un caballero le abrió la puerta a Oli, ambos montaron sus bicicletas rumbo al club. Al llegar dejaron sus bicicletas en un lugar cerca de la plaza.
Oli sentía la mirada de Timothée sobre ella, peros sus nervios la hicieron ignorar al joven. Aún estaban abiertos algunos locales, entre ellos la pequeña tienda de libros, un restaurante familiar y una tienda de abarrotes, donde Oli compraba sus chocolates favoritos. Mientras ella miraba hacia el mar con sus correspondientes estrellas y luna reflejadas, Timothée fumaba un cigarrillo, esperando tener valor para poder decirle al menos un cumplido decente a su acompañante improvisado. Dio una última calada a su cigarrillo y lo lanzo al suelo.
-En marcha, princesita – Timothée le abrió paso a Oli entre los chicos que estaban en la entrada del club.
-Ridículo – bufo Oli, mirando a Timothee a los ojos, el intento de cumplido le pareció pobre e innecesario. Acaso lo estaba castigando por aceptar salir con Coco. Ya adentro Coco los esperaba en una mesa, en la que estaban sentados amigos del instituto. Oli saludo a todos de beso. Timothée fue obligado a sentarse al lado de Coco, mientras que Oli estaba en el otro extremo de la mesa rodeada de chicos, que según el joven la miraban como el último caramelo de la máquina expendedora. La chica tímida que Timothée veía en casa había desaparecido.
-Me da gusto que aceptaras mi invitación – le dijo Coco a Timothée en voz alta debido al ruido de la música. El solo se limitó a sonreír pero no podía concretarse en darle una respuesta porque Coco olía a un perfume escandaloso. De vez en cuando Oli miraba a Timothée, me hubiera gustado saber que pasaba en ese justo momento por la mente de ambos. Después de 2 horas fumando y tomando. Oli decidió bailar con su grupo de amigos. Todos parecían divertirse menos Timothée el cual se estaba fumando el último cigarrillo de su cajetilla, asombroso, pensó. Trataba de disfrutarlo pero algo le incomodaba, veía la pista de baile con interés, a lo lejos podía escuchar a Coco hablar sobre su viaje a Francia y otras tonterías más. Mirar a Oli bailar al compás de una canción de los 80's era un placer para Timothée, muchos chicos se acercaban a ella intentando tener una oportunidad de acompañarla, pero ella solo los rechazaba dándoles la espalda, mientras sonreía atrevidamente. Timothee se tallo su rostro, creía que perdería la cabeza por esa chica, aplasto su cigarrillo en el cenicero de la mesa.
Se puso de pie y se abrió paso en la pista de baile al ritmo de la canción, su objetivo, Olivia. Sin nada que decir llego hasta Oli y seguían bailando al ritmo de la música, él también trataba de obtener su oportunidad, la miraba intensamente y ella solo disfrutaba de su presencia. Olivia toco la mejilla de Timotée suavemente, su tacto hizo que el chico se estremeciera y sonriera como un tonto, su corazón se aceleró más. Se notaba la química entre ambos. En ese momento solo existían ellos dos.
Pasada la medianoche, Oli y Timothée estaban más cercas, no cruzaban palabras pero escuchaban la conversación que se llevaba a cabo en la mesa, Timothée trataba de seguir el ritmo porque su italiano aún no era muy bueno. Coco miraba con rencor a su amiga.
-Oli, sabias que Fabrizzio está en Vernazza – Olivia dio un trago a su bebida y fingió no darle importancia a ese comentario tan malicioso. Angela rápidamente intento salvar la fiesta.
-Que le den – grito Angela. Todos en la mesa empezaron a reír.
Al salir del club, todos locales se encontraban ya cerrados. Timothée se encontraba conversando con Coco, a Oli ya no le importaba, no después de lo que pasó entre ellos.
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Il mio amore
FanfictionDespués de un fallido intento de suicidio, Olivia conocerá a Timothée, el cual pasara el verano en Vernazza. Olivia aprenderá a disfrutar de la vida por medio del amor.