Arthur, Lovino, Antonio y yo estábamos sentados en la acera del parque luego de que Scott hubiese llegado a casa y nos hubiera sacado prácticamente a patadas de nuestra propia casa, no había dicho mucho y se veía nervioso y con prisa. Scott había llegado unos minutos luego que Lovino lo hiciera y luego de hacer que Arthur y Antonio dejaran de ser inmaduros tras una breve sesión de gritos. Nos saco de casa y nos mando lejos.
No predecía el futuro pero podía apostar que era alguien que él no quería que conociéramos, tal vez la novia que mantenía en secreto.
—Tu hermano es un idiota —dice Lovino con el mentón sobre la palma de su mano.
—Ujum —respondo vagamente.
—Esto es muy injusto —bufa Arthur—. Yo me voy a visitar a Emily, ya debe haber llegado a casa —se levanta y se aleja caminando.
Estábamos en un parque donde habian muchos niños jugando, el sol era fuerte pero las hojas del árbol nos protegían del mismo con su sombra y la figura de Arthur se iba haciendo mas pequeña con cada paso de daba hacia la casa de los Jones.
—¿No le vas a decir que Emily aun sigue en la casa de Julchen? —pregunta Lovino.
—Nope —respondo vagamente de nuevo.
—¿Porque estas en pijama? —pregunta Lovino.
—Porque no esperaba drama tan temprano en la mañana —suspiro sacándome los lentes y frotando mis ojos.
—No es para nada temprano —interviene Antonio—. Son las tres de la tarde —murmura.
Nadie dice nada más y nos quedamos atrapados en cierto incomodo pero tranquilo silencio, no pasaban muchos carros y como fondo podíamos oír las risas de niños jugando, aunque también el tic nervioso de Lovino, él no dejaba de mover su pierna y Antonio miraba a todas partes, por mi parte me encontraba en medio de ambos. Lovino estaba a mi derecha y Antonio a mi izquierda.
Aun estaba en pijama y tenia sueño, quería volver a casa o al menos estar alejada del drama que usualmente solía rodearme por alguna razón alguna. Parecía que algún malvado escritor se había encargado de hacer de mi vida un drama, lo cual no tenia gracia porque el silencio cada vez se volvía mas incomodo.
—De acuerdo, eso es todo —me levanto captando la atención de ambos—. Dejen de actuar como niños pequeños, ustedes dos tienen que hablar, de una vez y justo ahora antes de que me vea envuelta en más drama —me cruzo de brazos.
—¡No nos digas que hacer! —se queja Antonio y se pone de pie—. Lovi y yo-
—¡No me llames a si! —Lovino se levanta para regañarle con las mejillas rojas y le pega en la cabeza.
—Todo es tu culpa —murmura Antonio mirándome con los ojos entrecerrados.
—¡Eso no es cierto! —respondo.
—¡Si lo es! —Antonio dice.
—Es una perdida de tiempo —Lovino bufa—. Yo me voy a casa —murmura.
Antonio y yo dejamos de pelear, Lovino farfulla mientras planea alejarse sin siquiera decir adiós y dejándonos atrás. Yo me adelanto y antes que él pudiera dar un paso y alejarse, le agarro del brazo y hago que voltee de golpe hacia Antonio y hacia mi.
—Necesitas decirlo —digo.
—No es cierto —se zafa de mi agarre—. No se porque hacen tanto lió por un beso que no significo nada, solo fue un accidente —se alza de hombros—. De todas maneras no estoy interesado en nadie, así que deja de seguirme —le dice lo ultimo a Antonio señalándolo—. Eres irritante, déjame en paz y aléjate de mi, solo eres una molestia —miente
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Shall We Dance?
FanfictionAlice Kirkland se da cuenta que a pasado mas tiempo en los mundos de fantasía que los libros le ofrecían que en el mundo real, por lo que enfrenta un dilema cuando se da cuenta que a este paso sera la única persona sola en el baile de fin de año. Al...