A mi amor de 80 días.

Hoy juego mi última carta contigo, con una carta de despedida que probablemente no vayas a leer nunca. Hoy cierro un capítulo de mi vida, que tardo 80 días, en destruirme el corazón, y dejarme igual de rota que hace 81 días, antes de conocerte. Dijo Frida Khalo en una carta a Diego Rivera " Diego, Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida: uno fue en el tranvía, el otro fuiste tú. Tú, eres de lejos el peor." Nunca imagine, que entendería tanto esta frase como hoy, nunca imagine que tuviera un Diego en mi vida, tú lo eres. A excepción que Frida nunca se fue, aguantó hasta el último día de su vida, infidelidades, maltratos, angustia, yo no, yo te digo adiós no a los 25 años de estar juntos, si no a los 80 días.

Tengo frio en mis pies, me duelen las piernas, mis manos, incluso podría decir, que me duele caminar sin ti. Hace frio sin ti, duele estar sin ti, Te extraño, extraño nuestras citas a escondidas, extraño el aroma de tu perfume, de tu olor corporal, extraño tus brazos aferrándose a los míos, cubriéndome del mundo entero, Echo de menos tus chistes, tus gestos, tu pésimo mal humor en las mañanas, y tu esencia.

El mundo seguirá girando sin ti, la vida seguirá sin ti, la ciencia seguirá sin ti, y yo también podre vivir sin ti, rota si, medio viva, sí, pero viviré.

Chavela Vargas en una de su canciones dijo "Y aunque te amo con locura, ya no vuelvas, quiero ser libre, vivir mi vida con quien yo quiera, Dios, dame fuerzas que me estoy muriendo por irlo a buscar" Son las 18:25 Y yo aún trato de entender cómo es que aun cuando te rompen el corazón, sigues amando con los pedacitos porque seamos claros, Te amé en 80 días sentí el amor que en mis 21 años y 6 meses, no había sentido nunca, te dije las cosas que me harían daño y las hiciste todas. Sabias mis puntos débiles, y los arrancaste, sabias que mi corazón estaba roto y lo rompiste mas, te di todo lo que tenía, mi cuerpo, mi alma, mi esencia, mi fe, y lo tiraste por la borda, me cambiaste por la soledad, por el mar, la arena, un coctel, y un atardecer. Aletargado en el tiempo, te fuiste, o más bien yo me fui, pero tú no me seguiste, ahí supe que estaba tomando la decisión correcta. Yo te seguí, 100 veces, y te hubiera seguido 101, no porque me lo pidieras, sino porque quería hacerlo, Eras mi mejor amigo, mi cómplice, mi compañero de viajes, y ahora, no estas.

Seamos claros, nadie se ha muerto por un dolor en el corazón y yo no seré la primera, soy una mujer fuerte, valiente y soñadora, una mujer que han lastimado, han roto y que se ha levantado, no me voy a morir de amor por tu culpa, tampoco dejare que me acabes. Pero hoy por esta noche, me destruiste total e irracionalmente, que injusto eres, que poco amor me tenías, Aun tengo el olor de tu cuerpo en mi cama, levantarme y ya no verte ahí es como ir a la playa y que el mar no se mueva, o no exista.

Te defendí, te protegí contra tus propios demonios, e inventé ciertas leyendas para que pudieras dormir. Pero al fin de cuentas, no todo es malo, ¿cierto? No me puedo dar todo el crédito. Gracias, porque me cuidaste cuando me dolía el cuerpo, porque cada noche, me escuchaste llorar, y me consolaste, gracias por las flores, los elefantes, el mar, la habitación, las diferentes camas, los viajes, las frutas, las meriendas, Gracias por tu paciencia, gracias por enseñarme, por no soltarme (claro, hasta hoy) Por dejar tu vida, para compartir con la mía, Gracias por la historias, las lágrimas, las noches de películas, por el cine, la marina, el parque acuático, el trabajo, el mirador, los restaurantes, y gracias infinitas por ese día estacionarte frente a Starbucks y besarme. Recuerdo que una vez viniendo de una viaje te pregunte, como describirías nuestro primer beso, a lo que respondiste, era como estar ahogándose y no poder salir, no podía dejar de besarte, no podía respirar, y cuando al fin te solté, supe, que no iba soltarte jamás, pero lo hiciste, Como sea, Gracias por Dumbo, el collar, gracias por esas promesas en papel de la Soda Castro y gracias por esos libros que nuca leí, gracias por tu buen humor cuando yo no soportaba el mío. Gracias por las fotografías, por las caminatas en la playa, por esperar conmigo a hacerme un tatuaje, tuyo, por cierto. Ahora, esto es una carta de despedida, necesito dejarte ir, no sé en qué momento nos jodimos, no sé cuándo te fuiste al mar sin mí, Te voy a extrañar con todas las fuerzas de mi alma, cada vez que me mire al espejo, intentaré no verte reflejado en él, Cuando vaya a dormir, pediré fuerzas a Dios para no soñarte, no pensarte, no mereces mis noches de insomnio, no me mereces, no mereces mi amor, mis lágrimas, mis noches, mi vida, No te deseo el mal, pero solo espero que Dios se encargue de que un día, un domingo, un sábado, lunes, te sientes en el auto, y mires a tu derecha y me extrañes porque yo no esté ahí, que me extrañes, que te duela el alma, que quieras llamarme y ya yo no esté. No puedo perdonarte aún, no puedo odiarte tampoco, dice mi madre que no puedes terminar con alguien que amas, así que tendré que aprender a odiarte, Llevo 940 palabras, y aun no he encontrado alguna que describa lo difícil y lo doloroso que es perderte. Calvario, dice el diccionario que es tormento, aflicción, padecimiento, martirio, sufrimiento, adversidad, dolor, tú, eres mi calvario.

Sublime, así eras, demasiado sublime. Deseo que el tiempo que te quedé en esta vida terrenal, los días que pasen sean de total gratitud para ti, espero que puedas surgir, deseo que encuentres felicidad, amor, paz y que adoptes un gato, que se llame Goku, espero que algún día, pienses en mí, y que te des cuenta todo el amor que perdiste por ti, y por tu culpa. Dice Sabina que tardo 19 días y 500 noches para olvidar a su amada, ¿cuánto me tomara a mí? ¿80 días más? Quizá 100, a ti te tomo un segundo, Ay sabina, que diría el si supiera nuestra historia de amor, entraría en una crisis y escribiría 40 canciones o mejor dicho escribiría solo una que se llamaría 80 días, ¿cierto? Hablaría de un amor que parecía perfecto enviadle pero que se acabo y que quien sabe, quien sabe cuántos ron, cuantas sabanas frías cuanto pesar me tomaran sus 19 días y 500 noches.

Siempre he sido una persona triste, como la de la película Intensamente, tristeza, tu cambiaste mi estado a felicidad 80 días, supongo que era un descanso, ahora, vuelvo a estar igual quedé rota, tan rota como cuando te conocí, pero ahora más fuerte y con mi corazón más de hierro. Me alejo para siempre, pidiéndole a Dios que me dé la fortaleza para no buscarte nunca, voy a llorarte mucho, y quizá, un par de tequilas me ayuden a cicatrizar tu adiós. Pero no te preocupes por mí, yo estaré bien, soy una mujer fuerte , de acero, y soy más valiente que ninguna otra mujer que conozcas, pero hoy, hoy voy a derrumbarme te voy a extrañar, me quedare afónica de gritar tu nombre, para mañana levantarme y seguir adelante con mi vida. Te dejo, como dijo mi amada Frida, te amputo de mí, sé libre, pero por favor, si llegas a leer esto, no me busques, porque si me buscas esta carta será en vano, porque volveré a ti, volveré a enamorarme, y volveré a ser tuya.

Con amor, para mi amor de 80 días.