Capítulo 4

6.9K 647 260
                                    

La puerta fue abierta de mala gana extrañando al dueño de la misma al ver a la chica frente a él, frunció más el ceño y se quedó callado esperando una respuesta para la irrupción en su cuarto. Mei estaba apenada por la mirando al suelo a la par que jugaba con sus dedos y tenía la cola enroscada en su pierna, el que no emitiera sonido alguno le ponía peor. Inhalo fuertemente antes de levantar la cabeza.

--B-bueno yo como no pude volver a hablar contigo y no me disculpe apropiadamente por lo que paso, decidí hacerlo ahora porque siento que después sería muy tarde.

--No era necesario porque no me importa en absoluto.

--...

Ya no sabía realmente que decir, que responder antes lo que le dijo, al parecer fue más complicado de lo que había imaginado. dio unos pasos hacia atrás dispuesta a irse y dejar todo ahí, al fin y al cabo, ya se había tratado de disculpar. No obstante, cuando iba a dar el primer paso para retirarse el rubio la tomo de la muñeca sin ejercer mucha presión, cosa que extraño a la chica.

--Escucha... Cola de algodón.

--¿Cola de algodón?

--No te lo tomes personal maldita sea. A lo que iba era que no me afecto las idioteces que decía tu otra personalidad ¿Entiendes?

La pelinegra asintió tímida y esbozo una pequeña pero sincera sonrisa, realmente estaba en lo cierto, Katsuki no era nada de como aparentaba o todos le decían. O al menos hasta lo que apenas había visto, era amable a su manera.

--También hay otra cosa importante que tenía que decirt...

Antes de que pudiera terminar las orejas de Mei se alzaron de golpe y dieron un giro repentino a su lado derecho con dirección a las escaleras, alguien se acercaba y a Aizawa no le gustaba que ninguno de sus alumnos saliera de sus habitaciones después de la hora acordada a menos que fueran por un vaso de agua o al baño. Y si se trataba de él peor era la cosa si ella se encontraba en el pasillo de los chicos.

El rubio de inmediato noto que algo había escuchado ella y sabia de lo que se podía tratar, así que no lo pensó dos veces y como aun no le había soltado, aprovecho eso para halarla al interior de su habitación cerrando la puerta de inmediato sin hacer ruido.

Oían pasos en el pasillo donde hace segundos estaban, pero escucharon como la puerta de alado se abría y cerraba. Kirishima había bajado minutos atrás por un vaso de agua, cosa de la que no tenían conocimiento.

Suspiraron casi al unisonó quitándose un peso de encima, pero aumentando otro. Estaban tan centrados en el ruido de afuera que no se percataron de la cercanía que tenían, sus cuerpos a centímetros de rozarse; Mei acorralada contra la puerta causando que el color en sus pómulos cambiara a una tonalidad rojiza. Ambos se miraron a los ojos por unos segundos, el palpitar de su pecho se hacía cada vez más y más fuerte.

Lamentablemente para ambos, ante emociones fuertes ejercidas sobre ella, se volvía totalmente vulnerable al cambio. Cosa que sucedió de un momento a otro.

--Hueles a sudor, quítate.

El ojirrojo se apartó de inmediato primero atónito y después molesto, chasqueando la lengua al ver nuevamente esa mirada afelinada y arrogante en ella.

--¡¿Otra vez tú?!

--Perdóname por arruinarles su momento cliché antes de que se besaran --dijo fingiendo asco--. Estaba a punto de vomitar mentalmente.

Se quito de la entrada y comenzó a inspeccionar la habitación dando vueltas, todo bajo la molesta mirada del rubio que ahora solo deseaba que se fuera de su cuarto. Trato de sujetarla para echarla, pero como en la primera ocasión siempre esquivaba su mano; para ella eso se había vuelto un juego, uno para molestar al chico.

Feline Lover (Bakugou Katsuki) [Lemon] ||BnHA|| [02]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora