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Era un pequeño departamento, todo estaba desordenado, se veía claramente que no limpiaban muy seguido el lugar, había papeles por todos lados, comida en el piso y algunas ya se veían que se estaban echando a perder, una que otra ropa tirada y el sofá tenía una manta desdoblada.

La albina veía con desagrado, ¿Cómo era posible que alguien pueda vivir en esas condiciones? La verdad es que ella no era de esas personas que quieren que todo este ordenado y limpio, pero ese lugar era un total desastre, ya no soportaba estar en ese lugar, le daba asco.

-Hayami, mira- el alado señalo una pecera sin agua sucia y la chica se dirigió a verlo-. Es una serpiente, ¿Le puedes preguntar que paso?- pregunto burlón, haciendo que la chica soltara un suspiro y se enojara.

-No seas tonto- le dio un golpe en su cabeza-. No porque tenga algunas características de las serpientes signifique que pueda hablar con ellas, ¿tú puedes hablar con las aves?

La chica se adelantó sin dejar que respondiera y siguió viendo el departamento, estaba harta que siempre le dijera eso. Sí, tenía algunas características de las serpientes, como detectar y localizar a las personas en una habitación, percibir las vibraciones en el suelo y el veneno de la serpiente, que es para inmovilizar, este último no lo suele utilizar, ya que llega a ser grave.

-Oigan, encontramos algo- uno de los policías había alzado su voz para que todos lo escucharan y se dirigieran donde se encontraba.

Cuando llegaron les enseño un pequeño frasco de vidrio y en este contenía un líquido amarillo, la albina lo agarro y lo veía con detenimiento.

-Lo mejor será mandarlo a que lo analicen- se lo devolvió al oficial, pero antes que se lo diera sintió algo-. ¡Todos al suelo!

Segundos después se escucharon disparos, algunos policías fueron lastimados y otros se salvaron de una herida grave. Hawks y Hayami salieron del departamento cuando dejaron de escuchar los disparos, cuando salieron vieron a tres personas corriendo por la calle y se separaron.

-Tú ve por la derecha y yo por la izquierda- dijo Hawks, Hayami asintió y se separaron.

La albina siguió a uno de los hombres hasta poder acorralarlo en un callejón, el hombre se giró para verla y saco rápido su pistola. Hayami se acercó más al hombre sin temor alguno.

-Aléjate o te disparo, créeme, si voy a disparar- advirtió el hombre, pero la albina no decía nada y no demostraba que tenía miedo.

Estaba a un metro del hombre y antes de que él disparara, agarro su brazo para torcerlo y agarrar el arma que tenía entre sus manos. Lo puso contra el piso, su rostro tocaba el frio y sucio piso de la calle, la ojigris se puso encima de él, pero se comenzó a mover para tratar de quitar a la chica.

-Deja de moverte, no quiero sacar el veneno- el hombre se quedó quieto por el susto que le causa la palabra veneno, pero se comenzó a mover más, no quería saber lo que le pasaría, quería salir de ahí lo más pronto.

La chica suspiro y de un bolsillo saco una jeringa metálica, quito la tapa con sus dientes y le clavo la aguja de la jeringa en la pierna del hombre y le inyecto todo el líquido que se encontraba en la jeringa, después de unos minutos se quedó quieto y solo hacia un ruido con su boca.

-Te lo advertí, pero decidiste alterarte más, no me gusta utilizar el veneno- la albina se paró y veía al hombre en el piso-. ¿Sabes cuánto me cuesta cambiar el veneno? Es un proceso que tarda mucho. Si te diera de mi veneno directamente te estarías muriendo ahora.

Atrás de la chica estaba el otro de los hombres que había escapado, tenía su arma apuntándola en la cabeza y se acercaba poco a poco a la chica, pero termino estando colgado en la pared, sujetado por unas plumas rojas y por el susto soltó la pistola haciendo que callera a unos metros de la albina. Hayami se giró y vio a Hawks con el otro hombre.

-Ese era mío, no necesitaba de tu ayuda- dijo algo enojada, era algo que odiaba, varias veces si la ayudaba en ese tipo de situaciones, pero ella le decía que ya no necesitaba esa ayuda cuando aprendio a utilizar mejor sus poderes.

-Un simple gracias bastaba, te salve la vida.

-No salvaste mi vida, sabía que estaba atrás de mí, solo esperaba que estuviera más cerca para atacarlo.

-Estás enojada, porque te estoy ganando en la apuesta, ¿verdad? - se acercó a la chica y dejo al hombre en el piso-. Mañana es el último día y te estoy ganando, aunque debo admitir que estuviste haciendo un excelente trabajo.

-Te voy a ganar, todavía tengo un día- lo miro desafiante, para unos segundos después salir del callejón y llamara a la policía para que se llevaran a los hombres que habían derrotado.

Ya era el día que terminaría la apuesta de los dos héroes, faltaban dos horas para que el héroe numero dos reclamara su premio.

-Ya ríndete, Hayami- Hawks miraba a la chica mientras tenía su rostro recargado en su mano y su codo recargado en el escritorio de la mencionada-. Te estoy ganando por cuatro personas.

-Voy a salir- la albina se levantó de su lugar y salió del edificio con una mirada cansada, patrullaba horas extras para lograr derrotar al alado, pero él siempre lograba llevarle la delantera, no por nada es el héroe número dos.

Hawks se quedó esperando la hora que daba el final de la apuesta para que volviera la chica, se sentó en el lugar de la chica mientras pensaba en el lugar donde podrían ir los dos juntos, tenía una gran sonrisa por pensar en eso.

No dudaba de las habilidades de ella, pero sabía que él era mejor, aparte de que en verdad quería esa cita con ella. Pensaba en un buen restaurante donde podrían ir, no sabía si estaría bien a un lugar elegante o un lugar no tan llamativo o donde tendrían más privacidad.

¿Qué lugar le gustaría a la albina?

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Hola, les tengo una pregunta.

¿Sí les va gustando la historia?

¿Qué les parece el kosei de Hayami?

Me gustaría saber lo que piensan :)

Saludos ^.^

Otro camino (Hawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora