Si Te Atreves, No Me Sueltes. (Sin acabar)

21- Estoy contigo.

Son las 10:00 de la mañana del sábado.  En dos horas he quedado con Miriam.  He de contarle las nuevas noticias de mi "amistad" con Carlos. Se que no le va a gustar.

Si es que en verdad tiene toda la razón,  ese chico me ha hecho llorar estos dos años. Pero todo lo que me dijo, que nunca me olvidó y que hizo lo que hizo por la situación en la que estaba y para olvidarse de mí... 

- Ey tu chula -llamo a Miriam- ¡Aquí! -le hago señas para que me vea. Esta muchacha sigue dormida.

- Tía no vuelvo a despertarme tan temprano. Joder que pereza llevo -Dice mientras me abraza-

- Gracias por venir, venga que te compro un café,  ¿te apetece que vayamos a la T?

- Venga andando. -Dice arrastrando los pies-.
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Cuando llegamos, nos sentamos en la primera roca que vemos,  el mar está tranquilo, y la mañana nublada.  Me gustan los días así.

- Bueno ¿de que querías hablar? -dice mi amiga mientras traga su café recién hecho-.

- Antes de nada quiero pedirte perdón -me apresuro a decir- Sé que estás molesta por todo lo que está pasando con Carlos.

- Bueno tía, no te rayes. Si en verdad el hombre está muy bueno. Yo me lo tiraría de no ser porque se la clase de río que es, además tengo al Rubén ahí... que me tiene loca. Bueno que ese es otro tema. La cuestión es que necesitabas pensar, supongo que ya te habrás dado cuenta de que lo mejor es que las cosas sigan como están y que no habléis más.  Sólo tienes que soportarlo el final del curso y no lo volverás a ver.

- Ayer quedé con él...

- ¿¡Cómo!? -casi se atraganta con su café.

- Estuvimos hablando y tal. Es que Miri creo que estábamos equivocadas,  él me quería de verdad. Hizo todo lo que hizo por su situación, estaba mal. Y yo fui tonta y lo juzgué.

- Joder tía. Que no. Madre mía otra vez esta conversación no. No quiero que vuelvas a sufrir más por ese patán ni su te engañe.

- Tranquila si no estoy enamorada de él.  Ya he madurado... Físicamente esta bien el chaval ¿no? Es evidente, se nota que hace deporte, lo ves y es...

- ¡Bea!

- ¿Qué? -le contesto a una Miriam histérica.

- No te gustará Carlos ¿verdad? -la mirada asesina de mi amiga me traspasa-.

- No digas tonterías. Eso es cosa del pasado. Haber, que nos vamos del tema. Ayer quedamos para hablar... y me dijo que se había distanciado de mi estos días por mi bien,  porque pensaba que sería lo mejor para mí.

- Pero madre mía.  Como juega contigo el tío este. -la cara de asco de Miriam es excelente, de no ser que la pone por culpa de Carlos -.

- En resumen, le dije que no quería que acabasemos así.  Que no me gustaba como estábamos.

- ¿Te ha drogado? ¡Eso es! Te ha echado burundanga. ¡Claro! Ahora haces lo que el quiere. Tia tranquila, vamos a casa y no bebas nada de lo que te de.

Y así pasé toda la mañana hablando con mi amiga. No sabía quien estaba más loca, si ella por su reacción,  o yo, por haberme acercado al hombre que dije que no quería volver a ver.
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Pasé por casa de Camila a recogerla. Ella y Ángel me acompañarian a ver la competición de Carlos. La verdad es que tengo ganas.

- ¡Hola Bea! -me saluda con una gran sonrisa.