Capítulo 1.

90 5 1
                                    

¿Realmente es una simple vida?, ¿La de una chica normal de 17 años?

Pues yo me considero una chica normal, que se viste normal y se comporta como tal, pero por su puesto solo yo creo eso.

Sólo tengo una amiga en todo este mundo, Melissa, y los demás son todos unos desconocidos o que me desprecian sin razón.

Ella es la única que me ha aceptado como realmente soy, nadie se atreve a estar conmigo porque me consideran "diferente", solo por no arreglarme, no preocuparme de mi físico y de no estar detrás de los chicos, como las demás chicas desesperadas de las de hoy en día.

Desde pequeña que vivo con mi con mi Tía Pepi, hermana de mi madre y única familiar que tengo...

Desde los 5 años que vivo con ella, realmente la quiero mucho y sin ella no se que sería de mi en momentos como este.

Este año no ha sido el mejor de todos.. Tampoco me quejo, lo único bueno es que viviré mas cerca de Melissa. ¿Por qué?, se estarán preguntando. A mi Tía le dieron un traslado a Madrid, me mudaré de Castalla.

Yo y Melissa somos amigas de hace muchos años, mi madre era muy amiga de la suya, eran inseparables.. Solo que vivíamos en ciudades muy lejanas una de la otra. Nos unimos más con el pasar de los años y gracias a lo que la tecnología nos permitía.

Dentro de unos días nos iremos con mi Tía a Madrid, a un apartamento bastante grande y moderno, que queda en el centro de la ciudad, a unas cuantas calles de la casa de Melissa.

No nos llevaremos nada, ya que mi Tía compró el apartamento ya con todo incluido, solo nos llevaremos nustras cosas personales.

Será fácil la "mudanza" ya que no tengo muchas cosas, unas cuantas prendas de ropa y mi cámara, con la cual llevo mis recuerdos e imágenes más bonitas, de los paisajes de todos los viajes que he hecho.

Realmente espero irme luego de esta ciudad, ojalá pueda hacer una amistad nueva...

Hoy decidí acompañar a mi Tía al médico.. Ya que no está muy bien de salud.

-¿Emily?- me dijo mi Tía cuando íbamos de camino al médico. Ella tiene un problema en uno de sus pulmones, siendo mas específica en el derecho. Hace un tiempo atrás le dio un "ataque" al pulmón y casi me deja como mis padres lo hicieron.

-¿Qué sucede?- le dije sonriendo.

-¿Podrías ir a comprar las últimas cosas del viaje mientras estoy en el médico?- dijo mirándome alegremente, no quería dejarla sola, no quería que le pasara nada malo, pero realmente ella no puede ir muy seguido al supermercado, así que decidí acceder.

-Está bien- me pasó el dinero y me fui al supermercado mas cercano.

No me gusta mucho ir a comprar, mucho menos salir. Siempre me miran raro, con una cara de desprecio o tal vez de aberración, ¿Qué acaso nunca han visto a una chica despreocupada que no se arregla?

No me amargaré más la vida, no por personas que ya no veré nunca más. Yo acepté en ir a comprar solo porque mi Tía necesita de mi.

Ya aburrida de todo y de todos, como siempre, rápidamente busque todo lo que salía en la lista que me entregó mi Tía.

A los 15 o 20 minutos ya tenía todo listo para llegar a la caja y hacer la fila, comprar e irme. Pero al llegar a la fila me di cuenta de que estaría bastante tiempo ahí. Solo estaba funcionando una caja, ¿Acaso estaban de vacaciones?, ¿Cómo pueden tener solo una caja en funcionamiento?.

No tuve otra opción más que esperar, pero sin antes avisarle a mi Tía que me demoraría.

Fruncí el ceño y saqué mi celular para llamar a mi Tía.

-¿Aló?- dijo en un tono muy relajado, demás que le pusieron algo raro esos médicos.

-Tía el supermercado está lleno.. -Solté un leve suspiro- así que me demoraré mas de lo esperado.

-No importa Emily, cuando termines vete directamente a casa- dijo mientras se le escapaba un suspiro.

-Está bien, ya debo irme, cualquier cosa me llama- dije como si fuera yo su madre.

Ella simplemente dejo soltar una pequeña risa y se despidió de mi. Parecía ser que yo era la que cuidaba de ella, siendo que debería de ser al revés.

Pasaron unos 10 o 15 minutos y yo por fin podía comprar todo para irme. No me demore mucho en pagar y agarrar las bolsas con todo, al cabo de unos minutos después ya estaba en casa.

Dejé las cosas en la mesa del comedor y fui a ver si había llegado mi Tía, no me demoré mucho en fijarme que ella aún no llegaba. Así que decidí ir a la sala de estar y tirarme en el sofá, para ver muy cómoda una película, no sin antes buscar unas cuantas cosas.

No soy muy fanática de las películas románticas, me gustan mas las de terror y acción. No se porque les llama la atención a las demás chicas ver a dos personas besándose casi toda la película.

Me instalé y preparé todo, para no tener que volver a levantarme. Me traje de la nevera un chocolate y también unas cuantas galletas de la estantería de las golosinas, yo y mi Tía somos fanáticas de las golosinas.

Al tener todo listo, pude tirarme como toda una vagabunda en el sofá. Tomé el control remoto y puse la película, lo dejé a un lado y abrí el chocolate. ¿Qué mejor que ver una película sola en casa con un chocolate solo para ti?

Pasó bastante tiempo, la película llevaba una hora y media de trama y aún no llegaba mi Tía, hasta que sonarón unas llaves abriendo la puerta. Mi Tía no venía sola.

¿Una Simple Vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora