*Capítulo 17*

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*Jungkook*

Intento dormir y es inútil, mi cuerpo se niega a obedecer, hace conmigo lo que le viene en gana, mi estómago ruge con violencia, mi garganta está seca y mi voz estrangulada. No distingo los colores de las paredes de mi habitación, paredes que han empezado a cerrarse a mi alrededor, robando el poco aire que queda.

¿Qué rayos está pasándome?

Uno, dos, tres espasmos y una fuerte sacudida en mi estómago me advierten de las fuertes ganas de vomitar y con la primera arcada me incorporó sobre la cama, para finalmente levantarme.

Camino a ciegas por la habitación, hasta dar con la puerta, me aventuró por el pasillo hasta el baño de la habitación de hyung. No sé como he logrado llegar hasta allí, y una vez dentro, hundo desesperadamente mi cabeza en el inodoro y dejo salir todo el vómito, arcada tras arcada. El ardor en mi estómago es insoportable y ni hablar del nauseabundo olor que inunda todo el baño, es tan desagradable, pero tampoco tengo fuerzas para levantarme de ahí.

Dejó que los segundos y minutos pasen, mientras aferró mis temblorosas manos al inodoro como mi único salvavidas. El nauseabundo olor del vómito llenando mis fosas nasales con intensidad. La resequedad y el mal sabor en mi garganta es aún más desagradable.

Cuando finalmente logró levantarme del suelo, me limpió la boca con abundante agua, antes de regresar a mi habitación, para refugiarme en la calidez de mi cama, bajo las cobijas.

Sé que no seré capaz de dormir o de estar tranquilo, no en este estado, no con mi cuerpo consumiendose poco a poco entre cada débil bocanada de aire. Me tiendo en la cama, cubriendo cada centímetro de mi tembloroso cuerpo bajo las cobijas.

Los segundos pasan y el silencio y la quietud se van apoderando de mí mente, haciéndome creer que lo peor ya pasó.

Pero la frágil tranquilidad dura poco, porque al cabo de unos minutos todo vuelve a empezar.

Uno...

Dos...

Tres espasmos contraen violentamente mi estómago.

Corro sin fuerzas nuevamente al baño de Hyung, tropezandome por el camino con muebles que no recordaba que estuvieran por ahí. Esta vez permanezco mucho más tiempo, no se cuantos minutos exactamente después de vomitar apenas agua y un líquido viscoso incoloro. Esto es verdaderamente el infierno.

Permanezco sentado en el suelo, apenas con fuerza para ponerme en pie, hasta respirar me duele junto al inodoro. Siento escalofríos en todo mi cuerpo, que me hacen tiritar y castañar los dientes, mientras trato de sobrellevar el insoportable y repentino dolor de cabeza.

¿Puede a caso este día ser aún peor?... Lo dudo.

Mis labios se sienten resecos al igual que mi garganta.

Yo no soy de los que se enferman, jamás me enfermo o me lesionó, nada de eso y sin embrago, aquí estoy deshidratandome sin alguna aparente explicación.

...

Cuando ya no siento ningún espasmo, regresó nuevamente a mi habitación, casi arrastrando mi cuerpo hasta la cama.

Odio este malestar, odio sentirme tan débil y vulnerable.

Pasan los minutos y poco a poco mi respiración se va normalizando y mis ojos se cierran pesadamente.

Al fin.

Me sumerjo en sueños oscuros, silenciosos e indescifrables, imágenes que aparecen en mi mente sin que pueda distinguirlas, vagas sombras que vienen y van, inmiscuyendose libremente en cada rincón de mi mente.

PASOS SILENCIOSOS (VKOOK) (Wattys2019) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora