Numen

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Cuando era más joven solía dibujar a sus compañeros en las hojas al final de los cuadernos. Lo hacía a pesar de saber que sus trazos no eran tan buenos, pero le gustaba y mientras nadie los viera entonces todo estaría bien.

Pero siempre fue tan descuidado que, un día durante la clase de literatura, el profesor Lee se interesó en lo que hacía. Había pasado toda la clase garabateando en su cuaderno que no se dio cuenta que se percató de su distracción. Se acercó al final de la clase y le pidió que le mostrara lo que había estado haciendo durante toda la hora en que les estuvo hablando sobre la poesía épica. A él realmente no le interesaba y pudo darse cuenta que su profesor lo sabía. Así que, en silencio, le entregó el cuaderno y lo hojeó durante varios minutos deteniéndose en cada página donde se encontraban los dibujos. Entonces le sonrió y dijo: "Harás otra cosa, serás pintor".

No sabía a qué se refería, hasta que recordó que unas semanas atrás les había hecho escribir una cuartilla sobre lo que querían estudiar y por qué. Escribió que quería estudiar animación, parecía ser lo más adecuado para lo que se le daba mejor, aunque realmente no le interesaba mucho.

La verdad nunca se había planteado con seriedad el hecho de estudiar una carrera como aquella, le parecía que sus habilidades no eran lo suficientemente buenas para alcanzar las expectativas, razón por la cual nunca se dejó a sí mismo soñar tan alto. Pero el profesor Lee le siguió hablando mucho después de eso, le ayudó abrir los ojos de una manera que le hizo sentir como si estuviera en un mundo completamente diferente.

Las personas podrían decirle que esa carrera no le daría para un sustento económico bueno, justo como siempre les recordaban a los alumnos de cualquier carrera relacionada al arte. Porque el mundo actual era tan diferente al pasado. Si hubiera nacido cientos de años atrás no tendría que estar copiando el trabajo de otras personas. Y es que era la verdad, actualmente las bases de todo lo que hacían caían siempre en el pasado, de todas aquellas personas que dejaron su huella, su marca. Ellos no tenían absolutamnete nada más que sus pensamientos, su manera de ver el mundo y soluciones que en aquel entonces pudieron parecer absurdas. Ahora ellos ni siquiera podían tener sus propias opiniones porque, de una u otra forma, terminaban siendo influenciadas por la sociedad. Lo único que podían hacer era seguir sus pasos, estudiando sus obras, porque las épocas cambian y debían aprender a adaptarse.

El profesor Lee era muy sabio, siempre le pareció esa clase de maestro tranquilo que cargaba en su cabeza una infinidad de conocimiento, él se daba cuenta, a pesar de que sus compañeros lo veían solo como el profesor tedioso de la clase más fastidiosa. Y, a pesar de esto -porque claramente estaba incluido en el montón de alumnos que nunca prestaba atención a su clase-, él le ayudó a ver que no tenía por qué dejarse amarrar por esos pensamientos. Así que a los diecisiete decidió que quería estudiar artes y su padre, a quien siempre vio como un hombre poco flexible, fue quien más lo apoyó. Nunca se lo esperó, pero le sigue agradeciendo profundamente por ello, al igual que al profesor Lee por sus sinceras y sensataz palabras.

Se sintió como un niño de nuevo, jugando con el color y las formas pero sobre todo, disfrutándolo. Porque no era solo el pintar, el trazar o dibujar, era el sentimiento de que estaba en el lugar correcto, haciendo lo que siempre quiso. Le costó mucho al principio, tuvo que aprender un montón de cosas en poco tiempo y adaptarse a la manera tan diferente como en realidad se daban las cosas. Se dio cuenta entonces que nunca había sabido nada, pero para eso estaba ahí.

Las cosas no fueran más fáciles nunca, pero ya no perdía tanto tiempo corrigiendo sus errores, ahora sabía lo que debía hacer y cómo hacerlo. Su método había sido demasiado sucio y descuidado cuando cursaba la preparatoria, ahora era más dedicado y se tomaba las cosas con calma.

numen ; jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora