La castaña de ojos celestes tragó duro cuando vio la mansión que se alzaba frente a ella cuando la limosina paró.
Su familia está bien económicamente, y su casa si es más cara de lo normal, pero al ver esa mansión sintió que vivía en una caja...de leche.
-Vaya Marcus, esto si que es una casa-silvó ella asintiendo mientras bajaba.
-Me llamo Kevin-dijo el conductor confundido.
-Oh, lo siento-lo miro-Gracias Kevin-se encogió de hombros.
-No hay de qué señorita. Vaya a la puerta y toque, yo estacionaré el auto-indica el para luego pisar el acelerador.
Camila asiente con lentitud y se dirige hacia la puerta de la madera más fina que había visto en su vida. Frunció el ceño cuando vió en la puerta un " The Browns " escrito en dorado.
-La mierda-murmura con sorpresa. Y sin esperar más, da tres toques en la madera.
-¡Oh, debe ser ella!-oyó la voz de su madre desde dentro.
Se escucharon varios pasos acercarse, y luego la puerta es abierta por una mujer castaña de ojos miel y sonrisa enorme.
-¡Hola, tu debes ser Camila!-dice con demasiado entusiasmo.
-Soy yo, un gusto-sonríe normal estrechando su mano.
-¡Un gusto! Soy Peggy Brown. ¡Ay vamos, pasa!-señaló adentro.
La puerta se cerró nuevamente. Camila observó con total disimulo la enorme mansión, el aire se le fue en ese momento, pero lo disimuló también.
-Hola hija-. Dirige su mirada hacia el frente y se encuentra con la sala, en donde estaban Peggy, su madre, y la famosa cumpleañera.
-Oh, hola ma-va y le da un beso en la mejilla, se voltea hacia la adolescente que la miraba con curiosidad-Emm, Camila Reyes, un gusto-le tiende su mano.
-Millie Bobby Brown, el gusto es mío-le sonríe con las mismas ganas de su madre. La latina sonrió con levedad para luego tomar asiento en el mueble.
-Y, ¿qué han planteado?-cuestiona segundos después.
-Oh, estábamos esperando a que llegaras ya que tu mamá dice que eres de gran ayuda. Pero, de todas formas, hablamos un poco de cómo le gustaría a Millie su cumpleaños-dice Peggy con orgullo.
-Oh, genial. ¿Y qué te gustaría, Millie?-pregunta alzando una ceja con levedad.
-Bueno, yo estaba pensando en globos, adoro los globos-sonríe con dulzura bajo la mirada de las tres chicas-Amm...Oh, vi unas fotos y de verdad me encantaría que dispararan ¡confeti! en alguna parte de la fiesta-dice.
-Globos y confetis-asiente Sophia apuntando en una libreta.
-Saliste barata-bromea la hija de esta haciendo a todas reír-Y ¿qué dices de los invitados? ¿Algo especial en ellos? ¿Detalles que quieras en la invitación?-propone.
-Hum, bueno, ahora que lo mencionas...me gustaría que cada invitado tenga un accesorio que ellos eligan, y tiene que ser único en ¡toda! la fiesta-plantea con total emoción.
-Es una grandiosa idea pero, es tu cumpleaños, la que tienes que brillar eres tu-anota Sophia con el ceño algo fruncido.
-Todos brillaremos-afirma Brown con sencillez, Camila ladeó una sonrisa mirándola, y ella se la devolvió.
-Bueno, todo esto está super fácil. Ahora ¿vas a querer un Dj, no? Para poner la música y todo eso-habla Sophia.
-Claro que si, a Millie le encanta la música-acredita Peggy viendo a su hija.