-A N S W E R #5-

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Hace mucho tiempo atrás.

Todo aún se formaba por manadas, arcaico y muy retrógrado. Mente cerrada y muy tradicional. Los omegas aún vivían con miedo, regidos por los estúpidos estereotipos; los betas no destacaban, eran indiferentes a todo y todo lo era a ellos; los alfas dominaban, eran los que daban el "si" o "no" de sus pueblos.

La madre luna no quería seguir viendo así a sus pobres hijos omegas y betas, así que primero obsequio un don a los de "segundo eslabón".

Ble Mátia, hijos bendecidos que poseían el poder de la predicción. Los ojos azules eran la clave para encontrarlos.

Muchos fueron los bautizados en el nombre de ojos azules o Ble Mátia. Sin embargo, los omegas fueron arrastrados a más desgracias. Ellos eran los únicos que podían dar a luz a estos nuevos seres, así que la codicia hundió a casi media población en el sur.

Madre luna vio esto y enfurecida devastó todo a su paso, la reencarnación fue el pedido de piedad de todas aquellas almas inculposas. Todos aquellos inocentes volvieron a nacer y los pecadores quedaron atrapados en lo más oscuro y vil de las llamas eternas.

El tiempo pasó y todo lo del pasado se había convertido en leyendas, mitos... una historia que causaba gran controversia en los pueblos. Todos creían que no volvería suceder, hasta que  una beta dio a luz a un omega hermoso y casto; maldecido al ser un Ble Mátia. El tabú que pasaba de muchas generaciones y de pueblo en pueblo fue cumplido al ver al primer hombre fértil con aquella singularidad.

No fue el único.
Generación tras generación y el consejo que cada manada poseía daba por cumplido el exilió o ejecución a los de medio o bajo pilar que poseía tal aberración.

Porque, si los omegas y betas comenzaban con ese don ¿quién les aseguraba que no iban a manipular a los alfas de los pueblos? ¿quién aseguraba que no eran un peligro y la madre luna no castigaría a las manadas por tal osadía de poder?

Ellos no querían repetir el mismo error de sus antepasados.
Y temían al castigó.

Kim Eunsoo fue el primer beta que volvió a nacer siendo Ble Mátia en una de las fuertes y pacíficas manadas del norte.

Pero su madre y él lo supieron esconder, jamás salió a la luz. Hasta que conoció a un alfa de su mismo pueblo, un hombre que lo amo y no lo despreció.
Porque el omega asimilaba jamás encontrar a su alma gemela y la vida le dio una de las mejores sorpresas.

Se conocieron, el mayor inicio el cortejo correspondiente, se casaron y de ese amor tan sublime nació el primer cachorro. Uno sano y precioso cuyo nombre fue el de Kim Yookwon.

Beta y sin don, creciendo junto a su mejor amigo y vecino; Kim Yugyeom.

Una tragedia ocurrió.
El consejo se enteró de lo que escondía Eunsoo y lo consideraron como traición hacia la lealtad de su pueblo.
Su alfa murió protegiéndolo a él y a su cachorro.

Huyeron de la manada Kim del norte, busco a su mejor amiga en la manda de los Kim del este pero ella había desaparecido junto a su cachorro.

No sabía qué hacer hasta que la fortuna le sonrió. Había encontrado un maletín lleno de fardos de dinero en un río cuesta abajo.

Su destino se dirigió a la gran ciudad y centro de todo. Ahí comenzaría su nueva vida.

Pero solo le esperaba un infierno peor.

Su adorado hijo había crecido y tenía diecisiete años cuando la puerta de su bonita casa fue abierta y tres hombres entraron por ella. Un alfa entró de último; altanero, sereno y con cara de pocos amigos.

–Así que este omega fue el que me robó– más que una interrogante parecía una afirmación– bien, matenlo y a su bastardo también.

El chico de apenas diecisiete años abrazaba con fuerza a su progenitor y trato de negociar con el alfa.

–Por favor, yo podría pagar la deuda. No le hagan daño a mi appa– imploró el beta, sin soltarse del tembloroso adulto.

El alfa paró sus pasos y se volteó con una asquerosa sonrisa maliciosa.

–¿Así y cómo?– pregunto burlón.

–Como usted desee. Solo pido que mi appa esté bien– murmuró suspirando.

Y su sentencia comenzó.

Se convirtió en un asesino a sangre fría. A su temprana edad había manchado sus manos con sangre que no le pertenecía. Día y noche... y jamás lo superó. Fingía por el omega.

Su inocencia fue tintada de carmín. Y jamás volvió a ser el mismo.

Su error fue enamorarse.
La misión de matar al primogénito de los Jung había fracasado porque se enamoró.

Y desapareció dejando al alfa rubio con el corazón roto y sin ganas de volverse a enamorarse.

La pena había llegado.
Él había traicionado dos veces a su jefe... y eso se pagaba con la vida.

La suya y la del omega.

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-Hola :3

Se que me tarde y espero me perdonen, pero estaba inquieta de si seguir con esto o ya no.
De hecho, ni siquiera tenía pensado este capítulo hace algunos dos días atrás, sin embargo, las ganas me llegaron y pues escribí :)

Me siento confundida ¿saben?

Quiero y siento la maldita necesidad de escribir, pero también siento que entre en un estado algo depresivo -cosa que no suele pasar muy frecuente- y me dio por querer pausar todo, irme de hiatus y no saber nada.

Por eso no había actualizado.
Llevo más de dos años escribiendo y jamás me había entrado algo así porque generalmente los "bajones" me la pasó escribiendo, leyendo o comiendo mucho... pero esta vez no fue así y tengo miedo.

¡Bueno!

No las aburro más.
Trataré de lidiar con todo el caos en mi y retomar el ritmo :3
Por favor tenerme paciencia💟

Espero les haya gustado el capitulo💗💗

No sé olviden de votar y comentar 😘

Adiós 🙋
Las amo💖💖

Mr. Pervert |BTS| •Vhope• [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora