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I

["Un amor, dos bocas.

Un amor, una casa.

Sin camisa, sin blusa.

Solo nosotros, averígualo.

No habrá nada que no quiera decirte,

Porque hace mucho frio.

Para ti, aquí,

Así que déjame sostener tus manos, en los agujeros de mi suéter..."]

–Sweater Weather, The Neighbourhood.

Habían planeado esto desde hace una semana, en una tarde después del colegio mientras hablaban de ciertos temas que no eran comunes entre ellos.

Sin más, el día acordado salieron temprano del colegio guiándose a la casa del menor, ya que estaría por completo sola hasta la noche.

Estaban nerviosos, ninguno tenía la experiencia, 19 y 18 años...

Ambos sabían que sucedería en esa habitación y eso les provocara un ligero temblor en las manos.

Aun con el miedo de no saber qué hacer, se miraron a los ojos.

– ¿Puedo besarte Yura? –Pregunto mirando en la oscuridad esos lindos ojos verdes, cubiertos por unos cuantos mechones rubios.

–Solo hazlo, Beka –Susurro al sentir los labios ajenos a centímetros de los suyos.

Los besos comenzaron cortos sin embargo poco a poco se volvieron más hambrientos, más necesitados, simplemente más contacto...

Otabek tomo la cintura de Yuri por debajo de su Sweater, dándole ligeras carias a sus costados para que lentamente se fuera colocando debajo de él.

Yuri sintió un poco de nervios al ver a Otabek acomodarse en medio de sus piernas sin dejar de ser besado, sintiendo como el calor aumentaba en su cuerpo.

Otabek pronto comenzó a delinear los labios de Yuri, teniendo así permiso de introducir la lengua en su boca, jugando de inmediato con su lengua, robándole varios suspiros al rubio. Permitiéndose así saborear cada parte de la boca del ruso.

Otabek en un impulso le quito el Sweater a Yuri, notando el rubor de sus mejillas, junto con esa mirada de inocencia por parte del rubio. Provocando que la parte baja de Otabek reaccionara.

Otabek esta vez beso suavemente los labios de Yuri para después comenzar a besar su cuello, hombros, pecho y abdomen, dejando a su paso un camino de pequeñas marcas violases.

Yuri de inmediato sintió un cosquilleo en el estómago al sentir la respiración de Otabek bajar en su abdomen, deteniéndolo de inmediato al ver que el kazajo desabrochaba sus pantalones.

– ¿Quieres parar Yura? –Pregunto suavemente Otabek, mirando nuevamente a sus ojos.

–No, es solo que no quiero ser el único desnudo –Respondió Yuri en un susurro entendible para Otabek.

–Está bien –Dijo Otabek, besando tiernamente su frente y nariz, volviendo a hablar –Si quieres que me detenga, solo dilo ¿Okey?

Yuri asintió, observando detenidamente como su amigo se quitaba la playera, dejando a la vista su lindo cuerpo bronceado, pasando saliva al ver que se estaba desabrochando el pantalón.