Capítulo 4: Coronación.

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Allan.

Hoy era la coronación y la boda, todos estaban de un lado para otro, preparando todo.

— Espero que cambies esa cara.- le digo a mi futura esposa.

— Es la única que tengo.- lo tomo del brazo fuerte.— Esta bien, ¿asi te gusta?.- sonríe.

— Se que amabas a Dorian, pero esta muerto y si quieres ser la reina, tienes que amarme a mi ó puedo escoger a otra, aun queda tiempo, tu decides.- ella frunce el ceño.

— Entonces escoje a otra.- se suelta de mi.

— Tendrás que morir para hacer eso.- saco un cuchillo y lo pongo en su vientre.— ¿Eso es lo que quieres?.- ella niega.— Entonces cariño te aconsejo que te olvides de Dorian y empieces a amarme ó de lo contrario ya sabes que va a pasar.- la amenazó.

— Entiendo, mejor voy a arreglarme.- sale de la habitación, un rato después estábamos frente al altar con el sacerdote, decimos los votos y estamos unidos para siempre.

— El rey Allan y la reina Cleo.- todos aplauden y celebran.— Llevenlos a sus aposentos.- mientras todos celebran, nosotros en la habitación.

— Y bien mi reina, ¿que esperas?.- ella se quita el vestido y queda completamente desnuda ante mi.— ¿Mi hermano y tu lo hicieron alguna vez?.- ella niega.— Perfecto.- camino al rededor de ella, le doy una nalgada y salta, me paro delante de ella, tomo sus pechos con mi mano, los aprieto fuerte, ella se queja, me gusta su dolor, le aprieto los picos, llevo uno a mi boca y lo muerdo, se queja, hago lo mismo con el otro, la beso, agarro sus nalga fuertes, la arrodillo ante mi, y me quito la ropa.— Tomalo.- ella toma mi pene en su mano, la ayudo para que haga lo que quiero.— Si asi sigue.- ella sigue.— Ahora abre tu boca.- ella me mira.

— ¿Que?.- dice sorprendida, sonrió.

— Abre la boca.- ella lo hace, meto mi pene y comienzo a follar su boca, lo saco, la tiro en la cama y la tomo duro y salvaje, cuando acabo la hecho a un lado de la cama.— Descansa querida.- la veo taparse con lágrimas en los ojos.
— Acostumbrate, mi reina.- le digo.

— Eres un animal, un bruto, ¿tenias que ser tan violento?, era mi primera vez.- me dice.

— Lo siento, tienes razón, me deje llevar, te lo recompensare.- le digo.

— ¿Hablas en serio?.- me río, la tomo del cuello.

— No, se que no me amas, si me amaras seria diferente contigo, pero como no es asi, y como ya te dije, acostumbrate.- salgo de la habitación, dejándola sola, en el pasillo me encuentro a una de las sirvientas.— Tu rey necesitas tus servicios.- ella asiente la llevo a una habitación y la tomo, la muy puta me pide más y se lo doy.

Renacido TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora