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—Agustina Pascal Larraín Soto, levántate en este preciso momento—dijo mi hermano gritando me en toda mi orejita.

—Cállate hueón, dejame dormir un rato más.

—Levántate, hoy te tení que ir al campamento ése.

—Puta oh, no quiero.

—Agu, la mamá te inscribió, antes de la tragedia— guardo silenció— sería plata perdía si no vaí.

—Ya, pero solo por la mamá.

—Levántate poh— dijo tirando del brazo para que me levantará.

—Ya no seai catete.

Mi hermano se fue de mi pieza y yo me entré a bañar

(...)

—Ya, estoy lista— fui al comedor y estaba mi hermano sentado, llorando—¿Qué te pasó Seba? — dije apenada mientras me acercaba a él.

—Puta, es que extraño caleta a la mamá po.

Lo abrace y los dos nos pusimos a llorar.

—A la mamá siempre se le va a extrañar... Hay que quedarse con los buenos recuerdos no más, si yo igual extraño harto a la mamita.

—Ya, ya, que se nos va a hacer tarde pa' tu huea de campamento—dijo secándose las lágrimas con la manga de su polerón.

—Nunca más llorí en frente mío por que igual me da pena ¿Ya? porfa.

—No te preocupí— me dio un beso en la frente, y tomo las llaves del auto.

(...)

—Ya hueona, te voy a extrañar caleta. Te cuidaí, cualquier cosa me pinchai y  llego flash a verte ¿ya?

—Ya. Cuida mi hurón porfa.

—¿A tú huea fea?

—Al Benny

—Yo lo cuido.

—Gracias te pasaste. Te amu muchooo

—Yo igual te amu mucho. Chau

—Chau.

Mi hermano se fue y yo me senté con mi bolso en una banca a esperar que nos llamaran para entrar al bus. La hueona de la Macarena todavía no llegaba, si no llegaba le iba a sacar la conchetumadre.

—Hola amigaa

—Hueona menos mal que llegaste. Pensé que no ibas a venir.

—Sorry, mi viejo se atrasó.

Ojalá me tocara con la hueona de la Maca, no quería que me tocara con hueones que no conocía. La verdad es que en estas hueas soy super antisocial. En este campamento culiao hay caleta de putas a decir verdad. No lo digo de mala, si no que las hueonas son puras putas. Y la "líder" por decirlo así, de ese grupito es la hija de la directora de este campamento culiao. Me cae como el hoyo la hueona, super antipática y odiosa. Tiene un gemelo que está más rico que el pan con chancho, pero na que hacerle si el hueon tiene polola y yo soy entera fea pa que se fije en mi, ah.

—Hueona, que huea con la Belén. Le creció el poto, que chucha.

-Hueona, fijate bien, es calzón con relleno. A esa weona jamás le va a crecer el poto—dije riendome.

—Atención, a los que vamos a llamar, se subirán en el bus 1.

—Maite Soto, Alejandro Gutiérrez, Sofía Diaz, Agustina Larraín—Chuchis.

Siguieron llamando, mientras yo me senté en la ventana y como dos segundos después un hueón se sentó al lado mio.

—Hola

—Hola— dije mientras miraba por la ventana.

—¿Como te llamai?

—Agustina— hubo un silencio super incomodo, hueon, me quería puro cambiar de asiento.

—Yo soy Dante— estiro su mano y yo me di vuelta para estrecharla. Era el sendo mino, me lo quería puro comer, ah.

Le estreche la mano y no hablamos durante todo el camino. La Macarena se había quedado en el bus 3 así que cuando este llegó, empezaron a llamar a unos grupitos de ocho personas seleccionados al azar, para ir a nuestras cabañas.

—Hueona ojalá nos toque juntas— dijo la maca agarrandome el brazo

—Ojalá, porque no quiero convivir con otros hueones.

Iban como en la cabaña 44 cuando recién escuché mi nombre.

—Cabaña 45, Mateo Valdés, Anais Castillo, Agustina Larraín, Santiago Cortés, Bastian Rojas, Macarena Araya, David Leiva y Belén Jara.

Conchetumare nos tocó con la puta de la Belén y con el hueon del Mateo, se cree el hoyo del que que por tener caleta de minas a sus pies, el hueón es lindo, hay que decirlo, pero su personalidad culia lo caga.

Entramos a nuestras cabañas y rezaba por tener que compartir camarote con la Maca maraca.

(...)

—Hola, soy Montserrat—Me vale pico como te llamai, dime la huea rapido—les voy a asignar su compañero de camarote. Anais Castillo con David Leiva, Santiago Cortés con Bastian Rojas, Macarena Araya con Belén Jara, Agustina Larraín con Mateo Valdés. Acomoden sus cosas. Cualquier duda que tengan van a la oficina de la directora. Pásenla bien.

Por la cresta me toco con el Mateo culiao.

—Hueona, me toco con la puta de la Belén, por la chucha.

—A mi me toco con el Mateo hueón. Me cae como el hoyo ese culiao, no lo soporto.

Descubrí que el hueón era un hueón pesao' cuando me acerque a hablarle, para pedirle un favor. Y me trató como las hueas el culiao. Me mandó a la chucha y luego se rio de mi en mi cara. Pase la mayor vergüenza del mundo ese día.

Entre a mi pieza y ahí estaba el hueón ordenando sus cosas.

—Yo duermo arriba— me dijo, al darse cuenta de que entre.

—Chupala, yo voy arriba— tire mi mochila a la cama y me subí lo más rápido que pude por la escalera.

—No po, no seai maraca.

—Maraca tu vieja— le dije enojada, y le bote el bolso que tenía en mi cama.

—Ya po, si yo llegue primero.

—Me vale pico.

—Que eri pesa— dijo mirándome enojado.

—Toma— le hice un hoyuo y empeze a sacar las cosas de mi mochila.

—Hueona desagradable— me reí sarcásticamente y el hueon se fue de la pieza.

No voy a dejar que hueones como el me digan las hueas que tengo que hacer. Ya no existía más la Agustina que no se defendía. Esa Agustina murió hace mucho tiempo.




















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⏰ Última actualización: Mar 01, 2019 ⏰

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