a letter that wasn't delivered [nahyuck]

única parte

— ¡haechan hyung! — gritó chenle mientras corría hacia él. — ¡jae-jaemin, él volvió! — dijo el peliverde mientras recuperaba el aliento.

— ¿qué? ¡dime que no estás bromeando! — dijo, donghyuck mientras tomaba por los hombros a su menor, el cual negó.

chenle y haechan se pasearon por todo en instituto, para llegar al salón de artes. se mantuvieron a una distancia prudente, llamar la atención del pelirosa no era su plan.

— ahí está. se tiñó el cabello de rosa, hyung.

— puedo notarlo. ¿sabes en qué salón va?

— dios, hyung. soy tu amigo, no tu detective personal.

— ¿me veo bien? ¿si quiera debería intentar hablarle? esto es difíci.

pero la verdad es que era hyuck el que lo hacía difícil. ¿qué tan difícil podía ser hablarle al chico en el que tenía un huge crush de hace mucho tiempo y que no veía hace un año? ¡todos podrían hacerlo! de hecho, ya la mayoría de estudiantes lo habían saludado y le habían dado la bienvenida nuevamente. todos, menos nuestro castaño. y claro, es normal tener pena de hablar con tu crush, pero decirle un "hola" no debía ser tan complicado.

su pequeño gran crush en jaemin había empezado cuando entró al instituto. no conocía a nadie, era ese típico chico nuevo de todas las escuelas. a veces lo molestaban, pero no era tan seguido. una vez jaemin lo ayudó cuando los matones de allí le regaron su bebida encima, ¿acaso esos chicos no tenían originalidad para atacar a las otras personas? jaemin, un chico de hermosa sonrisa lo había ayudado a limpiar el desastre que habían hecho. el chico era realmente bueno, además de atractivo.

— ¡jaemin hyung! — llamó chenle, entrando al salón de arte. pequeño bastardo. jaemin se volteó, vio a chenle y luego dirigió su mirada al castaño, dejándola ahí por unos segundos. — hyuckie hyung y yo vinimos a saludarte. — el peliverde se volteó hacia el mayor y le guiñó un ojo, sí que se le llamaría suerte si saliera vivo de ese colegio.

— hola, chicos. — dijo, dejando de lado las pinturas y pinceles que aún no había comenzado a utilizar. su sonrisa abrió paso en su rostro, mostrando sus hermosos y blancos dientes.

— hyungs, me debo ir. renjun se enfada cuando lo dejo solo en los recesos. sigan hablando. — otro guiño dirigido a haechan. las probabilidades de que chenle saliera vivo se reducían cada vez más.

— hey, dongs. ¿qué tal todo? — había olvidado ese apodo por completo... era el apodo que le había puesto na cuando le había ayudado con su refresco.

— supongo que bien, nada fuera de lo normal y aburrido. ¿qué tal tú?

— el cambio de instituto no me fue muy bien, me tacharon de "gay", "maricón" y no sé cuantos insultos más, sólo por haberme teñido el cabello de rosa, ¿puedes creerlo?

— ¿y no lo eres?

— no sé si tomarlo como un insulto, pero auch. a ver, gay sí, maricón no. — soltó unas pequeñas risas. una sonrisa se plasmó en el rostro del mayor.

— ya veo, es bueno que hayas vuelto y poder verte de nuevo.

— lo mismo digo, hyuck. me alegra verte nuevamente — un pequeño y corto silencio comenzó a brotar en aquella conversación, era algo incómodo para el mayor, el cual asintió hacia lo dicho por el pelirrosa y se iba a disponer a salir de aquel salón cuando las palabras jaemin lo hicieron detenerse. —. dongs... ¿recibiste mi carta antes de irme? le dije a renjun que se la entregara a chenle para que él te la entregara a ti...

— ¿una carta? mhm, no recuerdo ninguna carta... ¿qué decía?

— ¿esos pequeños bobos no te la dieron? genial, esto es absolutamente genial. — decía peinando su cabello hacia atrás con sus dedos con un notable sarcasmo en su voz.