Ser arte [albalia]

capítulo once

POV Alba
Nos habíamos pasado en remojo casi hasta la una de la mañana. Parecíamos niñxs de seis años que se van a celebrar el fin de curso a la piscina. Pero sin padres y con alcohol. Solo bebimos mientras jugábamos al yo nunca y no bebimos más porque al día siguiente teníamos que volver a Barcelona.

-Os apetece ver una peli?- preguntó María justo cuando estábamos todxs secándonos para irnos ya a nuestras habitaciones. Algunxs rechazaron el plan y otros como yo, Natalia, Marta, Joan, Famous y Marilia nos unimos. Natalia y yo les ofrecimos nuestra cama a Alfonso y Carlos ya que la peli la veríamos en los sofás, donde ellos dormían.

Me acomodé en uno de los sofás, al lado de Joan. Pensé que Natalia se sentaría a mi lado pero se sentó en el suelo. María escogió la película con la excusa de que ella había tenido la idea. Empezó a sonar la famosa sintonía de Harry Potter. La verdad es que a mi esa saga no es que me gustase mucho. De pequeña me obligaban a verla cuando en el colegio, a la hora de comer llovía y nos ponían una de las películas en la sala común. Todxs discutimos con ella porque opinábamos que esa película no era para verla un sábado por la noche después de habernos tomado unos cuantos chupitos, pero la madrileña insistió y tuvimos que aceptarlo.

Cuando ya íbamos por los diez minutos, Joan pasó un brazo por detrás de mi cabeza y yo la apoyé en su hombro. La película no me estaba gustando mucho que digamos. Más bien me estaba aburriendo. A la mitad de la película, busqué a Natalia con la mirada y ya no estaba en el salón. Miré confundida a los lados y no había ni rastro

-Dónde está Natalia?- pregunté en voz alta para que mis compañerxs me escuchasen.
-Ni idea- respondió Joan sin prestarme mucha atención. Miré a lxs demás y me di cuenta que estaban dormidxs. Me levanté del sofá. Lo primero que pensé fue ir a nuestra habitación pero allí no podía estar porque la habíamos cedido a otras personas así que salí al jardín para ver si estaba allí fumando.

Cuando salí, la vi de espaldas, a lo lejos, sentada en un pequeño banco. Me acerqué para darle un susto.
-Bú!- grité agarrando sus hombros.
-Qué haces?- me preguntó con voz seria. Parecía enfadada. Desde luego que la broma no le había hecho gracia.
-Perdón por molestarte- le dije disculpándome por aquel susto. Me senté a su lado. Estuvimos como cinco minutos calladas. Era un silencio incómodo.

-Oye Nat, qué te pasa?- le pregunté acariciándole un poco la pierna, cansada de ese silencio.
-No sé, tú sabrás.- me respondió sin mirarme. Me puse a pensar en si alomejor había hecho algo que pudiera molestarle y por mas que pensara no encontraba el motivo de su enfado.
-No te entiendo- le dije empezando a agobiarme por la situación.
-Déjalo y vete con Joan otra vez.- me respondió levantándose. Entonces caí. Cuando me senté al lado de Joan ella no quiso sentarse a mi lado y desapareció después de acomodarme junto al mallorquín. Natalia estaba celosa y eso me molestaba porque solo estaba apoyada en él como podía haber estado con Famous, con Marilia o con quien fuera. Agarré su brazo para evitar que se fuera y poder hablar con ella. No quería dejar el tema así.
-No me digas que estás celosa- dije mirándola fijamente.
-No.- me respondió soltándose de mi agarre y dirigiéndose hacia dentro. No me lo podía creer. Corrí tras ella y volví a cogerle del brazo.

-Natalia, no me jodas, no he hecho nada con él. Es un amigo más.- le dije para intentar hacerle entrar en razón.
-Sí, un amigo más cuando la otra noche te comió el cuello en el baño.- me atacó girándose para volver al banco. Ahora la que estaba enfadada era yo, me había molestado porque eso pasó antés de que ella y yo nos besaramos. Y obviamente con él no sentí nada.
-Escúchame, tú y yo no somos nada para que tengas estos celos de mierda así que no me vengas con tonterías de niñata.- le respondí poniéndome delante suya y marchándome para dentro. Estaba muy enfadada, no entendía porque tenía que decir eso de golpe.