9

2K 83 4
                                    

A la mañana siguiente sonó el teléfono en cuanto ____ entró en casa. Pensando que era Harry para tomarle el pelo porque iba a llegar tarde al trabajo, corrió por el salón para contestar. Por primera vez se sentía casi feliz de estar enamorada. —¿Cómo está mi preciosa niña? —oyó una voz masculina al otro lado del hilo. Oh, no. ¿Para qué la llamaba su padre? —Hola, papá. —Pareces decepcionada. ¿Esperabas otra llamada? Uno de tus muchos novios, sin duda. —Nunca he tenido muchos novios, papá —contestó ____. Ella no era como su padre. No necesitaba la constante adoración de alguien cada minuto del día. —Entonces es un novio serio. —No tengo novio. ¿Cómo va todo, papá? —preguntó ella, intentando cambiar de conversación. —Ésa es mi chica. No te ates a nadie hasta que tengas al menos treinta años. Hasta entonces, pásalo bien y nada más. —Lo haré, no te preocupes —suspiró ____. —Bueno, estoy en Darwin unos días por un asunto de negocios y he pensado que podríamos desayunar juntos. —¿Desayunar juntos? —Sí, he quedado para comer con unos clientes, pero no quiero irme de Darwin sin verte. Quiero comprobar que estás tan guapa como siempre. —¿Y si no es así? —preguntó ____. —Entonces te cambiaré por otra —rió su padre, como si fuera la broma más graciosa del mundo. Ella cerró los ojos. Afortunadamente, él no podía verla.

—¿Qué dices? ¿Tienes un rato para ver a tu viejo? ____ parpadeó rápidamente. Debería decirle que no. Entonces se le ocurrió algo: si hablaba con él podía disipar cualquier duda de que Harry fuera como su padre. No lo era, lo sabía, pero ¿por qué no aprovechar esa oportunidad para dejar ese tema atrás de una vez por todas? —¿Amber irá también? —le preguntó, refiriéndose a su última y jovencísima esposa. —No, le dije que se quedara en Sidney. ____ suspiró. De modo que su esposa ya no le interesaba. Qué pena. —¿Dónde y a qué hora? Su padre dijo el nombre de un famoso restaurante en el corazón de la ciudad. Ella habría preferido comer en su hotel, pero a Lloyd Benton le gustaba ser visto. Después de colgar, levantó de nuevo el auricular para llamar a Harry y decirle que llegaría tarde. Entonces recordó la barrera invisible que había puesto entre ellos por la noche... Quizá lo mejor sería mantener cierta distancia.

Harry iba a levantar el auricular por enésima vez cuando oyó el timbre del ascensor. Tenía que ser ____, pensó, aliviado. Afortunadamente, no le había pasado nada. Había ido a su casa para averiguar por qué no estaba en la oficina, pero no encontró a nadie. Y el Porsche no estaba en la puerta. Eso lo había asustado y a él no le gustaba estar asustado. De repente, su corazón pareció pararse un momento. ¿Y si estaba viendo a otro hombre? ¿Sería posible? Ni siquiera Julia lo había engañado con su hermano tan pronto. Nervioso, se dirigió a la puerta... pero no era ____ quien se dirigía hacia él. Era Flynn Donovan. Harry soltó una palabrota. —Ah, qué manera más agradable de recibir a un amigo. —Perdona, no era por ti. —¿Por quién era entonces? —Da igual —suspiró Harry, intentando sonreír—. Bueno, ¿a qué te debo este honor? —He venido a preguntar por qué no devuelves las llamadas. ¿No habíamos quedado en vernos después de Navidad? —Un poquito difícil cuando tú estabas en Japón y Damien en Estados Unidos.

—Volví en Navidad y Damien llegará mañana. Pero ése no es el asunto. La cuestión es que estás evitándonos —dijo Flynn. —Es que he estado ocupado... —¿No lo estamos todos? —sonrió su amigo. —Sí, bueno, es que tenemos un pequeño problema en la oficina. Ya sabes que Phillip tuvo un accidente y no puede concentrarse del todo en el trabajo... en fin, que hemos estado a punto de perder a un cliente importante. Estoy trabajando doce horas diarias para solucionarlo. —¿Puedo ayudarte en algo? —No, gracias. Creo que lo tengo todo controlado —sonrió Harry, mirando hacia el ascensor. —¿Qué te pasa? Pareces nervioso. —Estoy esperando a la ayudante de Phillip. —¿____ Benton? Harry lo miró, sorprendido. —¿Conoces a ____? —No, pero la he visto en un par de ocasiones con Phillip. Es guapísima. No me importaría nada salir con ella. Y entiendo que Phillip no pueda concentrarse en el trabajo... —Cállate, Flynn. Su amigo lo miró, atónito. —¿Se puede saber qué te pasa? —No me pasa nada —contestó Harry. —Venga, hombre. Yo sé cuándo estás mintiendo. Harry se pasó una mano por la cara. —____ y yo somos amantes. —¿Y Phillip lo sabe? —No, pero no le preocuparía en absoluto —Harry le explicó brevemente la situación, ahorrándose ciertos detalles. —O sea, que te has empeñado en acostarte con ella porque pensabas que no podías tenerla. —Sí, algo así. Flynn soltó una carcajada.

Seductora Venganza |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora