Las lágrimas caían a mis piernas desnudas, sentía el frío viento acariciar mi piel. Él lo único que hacía era gritar. Estaba sentada en el suelo tratando de controlarme. Tenía frío pero no sabía dónde estaba mi ropa, él se acercó poniéndose en cunclillas frente mío. Acarició mi brazo y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo mientras mi piel se ponía de gallina. Tomó mi mentón haciendo que lo mirara a los ojos. Esa mirada que tanto amaba, esos ojos, podía ver la tristeza en ellos, estaban rojos y llorosos; se acercó en dirección a mis labios pero depositó un beso en mi mejilla, se acercó a mi oído y escuché lo más doloroso "ya no te amo". A lo único que reaccioné fue a empujarlo lejos de mi mientras mis lágrimas caían sin darme cuenta. Tomé un poleron y salí del hotel. Corrí y corrí hasta no poder más. Lo amaba, lo amaba con cada parte de mi ser y él lo sabía.