Matrimonio infernal

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Mérida, cariño despierta, le decía Elinor a su hija dulcemente tratando de despertarla.

Mmm..., ¿quién es? Murmuro Merida sin moverse.

Mérida, despierta hoy el día está muy lindo, le dijo recorriendo las cortinas.

Madre, creo que habíamos dejado en claro que ya no no habría lecciones de princesa, le contesto Merida saliendo de su cama.

Y así será cariño, sólo te despertaba para que aprovecharas el día y fueras a pasear con Angus, le respondió su madre saliendo de la habitación.

Oh, Ok...
Eso fue inusual, pensó Merida.

Pero antes de que su madre cambiara de opinión se cambió rápidamente y bajó a desayunar a toda velocidad.

Te ves emocionada hija, le dijo su padre al verla devorar su desayuno.

No tienes idea, le respondió limpiándose con su manga, pero al notar la presencia de su madre rápidamente tomó una servilleta, pero por alguna razón a Elinor no parecía molestarle en absoluto.

Bueno...
Será mejor que me vaya, les dijo a todos mientras recogía su arco y su carcaj lleno de flechas y corría hacia los establos.

Mérida P.O.V

No hay más tiempo que perder, pensé mientras me subía a Angus y nos dirigíamos al bosque.

Por más que ella tenía deseos de disparara como lo hacía usualmente opto por ir a reflexionar a las cascadas.

Al llegar a las cascadas baje de Angus y me senté.

Algo raro esta sucediendo, puedo sentirlo, hay algo que no está bien, estoy segura de eso.

Sin poder soportarlo más decidí que los trillizos debían de saber algo, por lo que decidí regresar al castillo en busca de respuestas.

Un rato después

Al llegar al castillo puedo escuchar a mis padres hablando desde su habitación, por lo que decido espiarlos un poco.

-Elinor no estoy seguro de que sea la mejor opción, escuche a mi padre decir.

-Ferguson créeme que sí hubiera otra opción la tomaría sin pensarlo dos veces.

-Pero Elinor ya pasamos por esto, no podemos hacerla pasarlo de nuevo, le prometimos y especialmente tu que no volvería a ocurrir.

-¡¿entonces cuál es tu solución Ferguson?!, ¿luchar y morir en vano? ¿ser invadidos y perder todo por lo que lucharon nuestros ancestros? Es su deber y lo sabe bien.
-Elinor...

-ES MI ÚLTIMA PALABRA, le grito mi madre mientras se sentaba en la cama, pero lo que dijo a continuación causo que se me congelara la sangre.

Mérida se casará con el hijo del jefe.

Fue en ese momento que no supe que hacer, quería gritar, pero también llorar, así que sin pensarlo toma un paso hacia delante y entre azotando la puerta detrás de mi.

¡PENSÉ QUE TENÍAMOS UN TRATO!, entre gritando mientras las lágrimas caían por mis mejillas.

Mérida, suspiraron los dos al verme.

¿Qué paso con la confianza que teníamos?, lo prometiste, dijiste que nunca más me harían eso de nuevo, que yo era la dueña de Mis decisiones.

Mérida sólo déjame explicarte la situación.

¡NO!, No quiero escuchar nada que provenga de ti.

Cariño sólo dame la oportunidad de explicar, me rogaba ella.

Almas guerrerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora