La vida no es tan fácil como algún día lo pensé, claro, eso fue cuando tenía a mi familia. Pensé que solo sería terminar mi carrera en la universidad y tener una exitosa profesión como chef. Hacer a mis padres orgullosos, tener todo y que nada faltara aunque nunca fue así.
No nos considerábamos de la clase baja ni mucho menos de la alta sociedad, solo que mi padre trabajaba para que nunca nos faltara algo a nosotras. Una sensación de decepción se instala en mi pecho de solo pensar en los tratos sucios que hizo mi padre con ese narco.
No me cabe en la cabeza cómo pudo hacer tal cosa, tampoco del porqué lo hizo si nunca nos faltó nada. Quizás por eso siempre lo tuvimos todo si él hacía tratos con mafiosos y le daban una muy buena cantidad de dinero. Pero lo que no sé es de que se trataban. esos mafiosos mataron a mi familiar a sangre fria y si tengo que vender mi alma al mismísimo diablo lo haré, pero la muerte de mi familia no se quedará así. No me importa cuanto tiempo me lleve hacerlo.
Una pérdida que siempre permanecerá el resto de mis días, el dolor es inmenso y nada volverá a tener sentido si sigo mi vida como si nada hubiese pasado, prefiero arriesgar mi vida para poder darle paz a mi familia. Es de locos, lo se, pero también hay que entenderme.
Yo quiero que pagen lo que hicieron y quizás así podré pasar página y aprender a vivir con el dolor que me consume desde adentro. Puede ser algo descabellado para muchos pero para mi no lo es.
Las horas pasan y no encuentro nada que me diga algo sobre ese narco que mató a mi familia. Las cosas que encuentro en internet son horrible, aparecen demasiadas muertes y tanta sangre que me dan ganas de vomitar y llorar por el dolor que eso me provoca.
Lo que Henry me dijo es completamente verdad, no hay fotos que revelen quién es, no hay absolutamente nada y eso solo hace que mi sangre hierva de una manera horrible.
— Exactamente... ¿qué buscas? ¿Su localización para tener una charla sobre el clima mientras miran el horizonte? —estar escuchando la voz de Ken las últimas horas han sido un martirio. Su tono de voz irónico con cierto sarcasmo me saca de quicio.
Le conté todo y el tampoco lo podía creer, y lo entiendo. Esto es una noticia que a cualquier persona que conoció a mi padre desconcertaría por completo. Ken se quedó en shock y luego reaccionó cuando le conté que quiero que ese mal nacido pague por lo que hizo.
No le respondí y no lo haré hasta que diga algo coherente. Seguí tecleando y volví a encontrar nada, este tipo es demasiado inteligente, hasta podría ir caminando por la calle y nadie lo reconocería porque no saben quién es él.
Apagué la computadora y escondí mi cara en mis manos sintiéndome frustrada, buscando una manera de buscar algo que me lleve hacia ese narco. Sé que soy una estúpida por pensar en que puedo hacerlo pagar por lo que hizo pero me siento con mucha valentia para hacerlo.
— ¿Y si preguntamos a la policía que se sabe sobre ese tipo? —quizás ellos saben otra cosa que no sale en el internet.
Una risa resonó en toda la biblioteca y no tuve que voltear para saber que es Ken. Di un golpe en su hombro para que hiciera silencio, algunas personas nos miraron raro y yo solo le mostré una sonrisa de disculpa.
— Querrás decir Mafioso — dijo acercándose más a mi como si alguien estaría escuchándonos—, puedo estar equivocado pero tienes que pensar que ese mafioso debe de tener la estación de policía completamente comprada, y si vas allá estarás en la boca del mafioso — me miró con sus ojos grandes y llenos de preocupación—. Te estás dejando llevar por la rabia y no te va a llevar a nada bueno.
Por supuesto que tiene razón, soy una idiota por no pensar en eso pero...
— Tienes razón, yo me estoy dejando llevar por la rabia y no... no estoy pensando correctamente— me puse de pie y él hizo lo mismo.
— Cassie... —sostuvo mis dos manos y las apretó un poco. Sus ojos me miran con súplica y sé que no tiene que decir más palabras para que entienda lo que quiere decir—, olvida toda esta desgracia porque nada bueno saldrá. Vive como lo estás haciendo ahora, dale una nueva oportunidad a la vida dejando todo lo malo atrás. No es sano que guardes demasiado odio en tu corazón —. Mis ojos se aguaron, siento como cada palabra se clava en mí.
Aunque él tenga razón, no puedo seguir sabiendo que el asesino de mi familia está libre. Si tengo la oportunidad de hacerlo pagar; lo haré y sé que puede ser una decisión de muerte pero nadie entiende lo difícil y doloroso que es todo esto.
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En El Olvido ©
Short StoryCassandra Jenkins sintió que su vida se derrumbaría luego de haber perdido a sus padres y a su hermana pequeña en un incendio. Sentía que ya nada tendría sentido sin ellos y no tenía ganas de vivir. Pero luego llegó él para evitar que se derrumbase...