Mell era una dulce chica de dieciséis años que cursaba el último año de secundaria, era conocida por ser una estudiante maravillosa, todos los profesores la adoraban, pero sus compañeros sentían un recelo peligroso hacia ella. Constantemente sufría de burlas y maltratos, pero eso nunca la detuvo para seguir adelante.
Su madre había fallecido cuando tenía once años, vivió muchos años sola con su padre pero éste después de tanto tiempo se casó.Ella llevaba unos rasgos delicados; piel clara y mejillas rosadas y abultadas. Labios delgados pero que resaltaban por ese brillo qué solía usar, ojos cafés claros y cabello castaño por los hombros, pero que en las puntas se degradaban hacia un rubio. Lo más sorprendente de su cabellera es que era totalmente natural.
Medía un metro sesenta y tres, su contextura era delgada, sin atributos excesivamente resaltantes pero que se amoldaban perfectamente a ella, dándole una apariencia muy hermosa.
A ella se le había dado la tarea de dar el discurso de fin de año; ya se graduaba y como estudiante sobresaliente que era, se le otorgó esto. Estaba muy nerviosa, temía hacer el ridículo, pero tomó las fuerzas de donde no había y se propuso a hacer el mejor discurso.
Pasó el tiempo y el gran día había llegado. Al momento de anunciarla, se levantó y con paso firme y se dirigió hasta el podio y se plantó allí. Su mirada era segura, en ella había una llama ardiente que no podía ser apagada.Después de examinar el lugar, comenzó a hablar.
–Buen día, compañeros, docentes, representantes. Es un verdadero honor para mí estar aquí hoy. No quiero dar vueltas, hoy les traigo un mensaje. Por favor, oigan. –respiró hondo antes de continuar– Hay cosas que no sabemos, hay cosas que no entendemos ni controlamos, cosas que se escapan de nuestras manos y sin esperarlo suceden, y acaban con nuestra efímera tranquilidad. –Todos la miraban fijamente–.
«¿Has oído la palabra “melifluo”? Es un sonido muy dulce y hermoso, ¿Qué es tu melifluo? ¿Qué es esa melodía suave que arrulla tus pensamientos? Ese momento donde tu mirada lo dice todo, donde las risas de tu madre son suficientes para llenar tu alma, cuando pintas y nadie entiende, pero no importa porque es tu lenguaje y tu forma de expresarte, cuando te das cuenta que todo es posible, incluso lo imposible; ahí en tu mente, en tu corazón, en tu alma resuena una melodía indescriptible, quizás inaudible para muchos. ¿Alguna vez has pensado más allá? Yo sí, cuando miras a tu alrededor y te dices “soy tan afortunado”, también cuando te miras en el espejo y piensas que no tienes nada en especial, tantas cosas que turban tu mente, pero lo hacen de manera innecesaria. Muchas veces hablan de sentirse vacíos, opacados, sentirse menos, aquí es donde pregunto, ¿No te has dado cuenta del monumento y la obra de arte que eres? Y no solo es para ti esa pregunta, también me la hago a mi misma, por Dios, ¡No eres menos que nadie! La verdadera virtud está en la superficie, a veces de manera tan visible, pero aún así nadie se esfuerza por buscarla. Mírate, eres hermoso, chicos, chicas, no achiquen ese valor que tienen, valen más que todo el oro y la plata del mundo, vales más de lo que piensas, solo por ser tú, brillas, pero sucede que nos negamos a creer esto y dejamos que ese brillo disminuya, o lo dejamos en manos de cualquiera. Temes ser menos que los demás, pero tú te colocas allí, tu virtud está en el cielo y te esfuerzas por enterrarlo en lo más profundo de la tierra. Deja de creer que dependes de los demás. Estamos en un mundo de espejos, queda de tu parte ser diferente.»
La chica relamió sus labios y siguió.
«Estuve muchos años creyendo que todo se reducía a tener cosas, ¡Pero no tenía nada! No tenía tantas cosas que hoy sí, y me siento llena. Yo enterré muchas cosas junto a mi mamá, ¡Pero mírame! No soy nada de lo que fui hace unos cinco años. Te digo, cree en que hay un tesoro escondido en ti, esa la clave. ¡Date la ficha de decir ‹nadie me merece› porque es verdad! Acomoda tu camisa y sal a conquistar el mundo, tienes todas las herramientas para hacerlo, hazlo. Vive, deja vivir, sonríe, canta una canción de vez en cuando, se fiel, no mientas, se transparente ante todos. No temas mostrar tus ideas, eres original, tienes tu sello y tú ley, ¡No te pares!
¿Quieres ser feliz? Escucha esto; no des lástima, no esperes por nadie, siempre puedes ser el primero, hay veces en las que no queda más para dar, todos los días hay algo que hacer, debes tener personalidad, se tu mismo. Busca esa melodía, busca tu razón. No quiero parecer poética ni nada, solo quiero que tanto tú como yo entendamos esto. No dudo que muchos no le den atención, pero te estoy hablando a ti, a esa persona que necesitaba escuchar esto, porque sé que hay aunque sea una persona que duda de sí, que tiene más temores de los necesarios, que tiene pavor del mundo, pero quiero decirte que no estás solo, no te guardes el dolor, eso desgarra. Dios te ama, fuiste hecho a su imagen y semejanza, eres precioso, no lo dudes ni un segundo.
Los sueños se hacen realidad, pero solo si te esfuerzas para conseguirlo. Eres una obra de arte, pero puedes pintar tu lienzo.»Cuando finalizó ya se visualizaban varias personas llorando, había puesto su alma en ese discurso, y lo dirigía también a ella misma.
Después de la ceremonia todos la felicitaron, pasó feliz graduación.
Al llegar a su casa solo caminó hasta su habitación, encerrándose. Se lanzó a su cama mientras lloraba.
–No podía irme sin antes decirles eso.
Lo que quedaba de tarde estuvo ahí, hasta que a la noche cuando su padre llegó del trabajo encontró el cuerpo sin vida de la joven.
Era su último día de vida, sufría de una enfermedad terminal que había combatido sola, intentando llevar una vida relativamente normal, luchando por extender su tiempo hasta que no pudo más.
Todos lamentaron su pérdida, había un vacío.
En su honor hicieron una dedicatoria en la secundaria; un gran marco con una foto de ella y que abajo en letras doradas decía “Eres una obra de arte, pero puedes pintar tu lienzo.”
...
¡Hola, chicxs!
Esto fue completamente improvisado.
Lo hice con intención de hacer a las personas pensar un poco y amarse un poco más.En realidad, el "discurso" lo escribí para una tarea, un monólogo, y simplemente se me ocurrió adaptarlo.
Ámense.
Los amo.
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«Eres arte» One-Shot.
Teen FictionEstás acostumbrado a rebajarte, a destruirte, ¿Por qué lo haces? Eres una obra de arte. Mell también lo era, y sabía que lo era, así que quiso dar ese último mensaje a todos. [One-Shot hecho para reflexión]