윤민; [Run! Run and Kill!]→ y.m【#1 | Saga Apocalíptica】

18: Hyung estará para ti...

Capítulo dedicado a: sinahelz18 ojalá tus ánimos suban, te entregaré mucho amor ❤

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Porque aunque cerrara sus ojos,

Esconderse de aquellas

Sombras era casi imposible.

Abrir sus ojos de repente por la

Dualidad de sus sueños.

Insignificante pedazo de esperanza,

Lo ánima a seguir viviendo.

Llamados de ayuda nunca escuchados,

Ahora sólo era un recipiente sin alma.

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—Mierda... Namjoon, ¿puedes ver algo? —Yoongi trató de ver qué eran esas cuatro sombras pero los faroles en las calles no alcanzaban a cubrir el portón con su tenue luz.

—No, tengo una linterna pero tenemos que salir, no podemos arriesgar a que vengan más de ellos y nos ataquen en la noche, además sólo saben usar bates y cuchillas —el de tez morena explicó mientras empuñaba su cuchilla y daba pasos rápidos para ir al principio de la escalera bajando al primer piso.

Yoongi iba a seguirlo y se detuvo al ver la figura de Jimin saliendo de su habitación, se alertó y aproximó hacia él para tomarlo suavemente por los hombros.

—¿Qué sucede? Vuelve a tu cuarto —susurró frustrado Yoongi por ir con Namjoon, no podía dejarlo solo y tampoco podía exponer a Jimin ante el mínimo peligro.

“¿Qué sucede? Sólo iba al baño”, Yoongi tensó su mandíbula luego de ver las señas.

—Dije que vuelvas, es peligr-

—¿Qué pasa? —un somnoliento Jungkook salió de la habitación y el Min mayor estaba a punto de tomarlos de los brazos y arrastrarlo al cuarto sino fuera por otra voz.

—Pasó algo ¿no? —Yoongi se volteó para encarar a Seokjin, él asintió— Descuida, yo los cuidaré —el pálido no pudo estar más agradecido y luego de darle una mirada a Kook y Jimin, se retiró con fiereza hacia el paradero de Namjoon.

—¿Por qué tardaste tanto? —fue lo primero que dijo cuando vio a Yoongi, mantenía una mano en el picaporte de la puerta, dudando en sí salir o no... Porque como todos... Tenía miedo.

—Vamos —Yoongi abrió la puerta agarrando con fuerza el mango de su cuchillo, la luz que alumbraba su camino de a poco exponía el metal de las rejas y gruñidos guturales que le gritaba que eran mordedores y eso significaba que tenían que tener cuidado.