ʙʟᴏᴏᴅʏ ᴘᴀɪɴᴛᴇʀ's ᴛʜᴇ ᴛʏᴘᴇ ᴏғ ʙᴏʏғʀɪᴇɴᴅ

💓18💓

Era tarde y todos los alumnos de la escuela ya se habían ido, solo yo quedaba en este lugar junto a un montón de idiotas. Así es, estaba castigada y todo por decirle la verdad a una estúpida profesora que al parecer no la acepta.

Sin más que pudiera hacer solo guarde silencio y me acomode en una posición cómoda, aun faltaba horas para irme de esta pocilga.

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—bien alumnos ya pueden retirarse del Instituto, espero que hallan aprendido la lección—dijo profesor. Al fin me voy de aquí.

Sin más me apresure a salir a paso rápido, pero al pasar por un salón de clase algo llamó mi atención; un chico el cual estaba dibujando. Era Helen Otis.

No lo conocía personalmente, pero el era el chico que siempre dibuja en clase, además de ser callado y no hablar con nadie.

Me quedé viéndolo por un rato pera ver que dibujaba, pero de esa distancia no lograba ver casi nada. Estaba debatiendo mentalmente si entrar y sentarme a su lado para ver como dibujaba, pero al no ser su amiga seguramente me mandaría al diablo o se iría por su cuenta.

Al carajo yo quiero ver.

Pero antes de que dijera algo sus penetrantes ojos azules se encontraron con los míos, me quedé un rato en silencio.

—hola... Soy (tn) tu compañera de clase—sonreí como una estúpida, esto se volvió incómodo.

—lo se.

Volvió su vista a su cuaderno.

Demonios ya no encontraba las palabras para decirle, además no se por que estoy tan nerviosa.

—se que casi nunca hablamos, de hecho nunca hablamos, pero te molesta si me siento a tu lado para ver tus dibujos.

Me miro fijo y contestó:

—no, lárgate y dejame solo.

No sabía si golpearlo o irme a casa, tras que le pedí de buena manera y me contesta de esa forma... Ahora no tenía demaciada paciencia y si el no me mostraba sus dibujos, los vería por mi cuenta.

Tome su cuaderno y empecé a ver las páginas, Helen por otra parte quería recuperarlo de cualquier forma, yo solo me movía con rapidez de una punta del salón a otra. Debía admitir que dibujaba realmente bien.

Pero que demonios...

En una de las páginas había un dibujo de una chica... Igual a mi. Era yo pero ¿por que me había dibujado?

Al quedarme distraída el me arrebató el cuaderno de las manos.

—dime, ¿por que tienes un dibujo de mi?

El no respondió, solo se marchó.

Yo aún seguí ahí parada pensando alguna razón para que me dibuje, no era tan atractiva ni era su amiga.

Sin embargo mis mejillas se tornaron de rojo.

Me daba mucha vergüenza ¿desde cuando me había estado observando para dibujarme?

¡¿Por que me pone nerviosa el solo hecho de que el me mire?!