En Konoha, vivía un niño cuyo familia le había criado como cualquiera lo haría, pero el fue criado con algunas enseñanzas básicas que cualquier padre o madre le enseñaria a su hijo o hija, pero claro, con la tecnología de aquel tiempo, claro, sus padres nunca se enteraban nada fuera de lo común, osea todo era normal.Pero con el paso del tiempo, la tecnología fue avanzando y avanzando, y para desgracia o fortuna Uzumaki Naruto, creció en ese te importa donde la tecnología ya era una gran cosa.Así comienza la historia de este chico especial.
–¡Naruto!, ¡vamos a llegar tarde a la escuela si no te apuras Dattebane! -mira su reloj y suspira-.
–¡Ya voy mamá! , ¿adonde deje mis apuntes Dattebayo? -buscando- ¡ah!, aquí están -los toma y se va junto a su madre-.
–Vam...-le mira de arriba a bajo-.
–¿Que? -le mira confundido-.
–¿Como piensas ir así vestido ttebane? -le mira algo sorprendida- ve a cambiarte rápido.
–... -se mira en el espejo y nota su ropa, este estaba vestido con una camisa de su mamá que el quedaba a la perfección a el pero a Kushina ya no le entraba bien, y con un pantalón hasta el muslo- P-Pero ttebayo...
–¡Nada de peros! , ve a cambiarte, eres un hombre y tienes que vestirte y comportarte como tal -enojada-.
–Y-Ya voy ttebayo -se va a cambiar y luego de unos segundos sale cambiado- me voy -se va a la escuela de mala gana-.
–... -suspira-.
En el camino a la escuela, Naruto no dejaba de pensar en la palabras de su madre, tanto que le lastimó de sobremanera ya que ella ni su padre le aceptarían si descubrieran lo que el ocultaba muy dentro de el que nadie sabía.Una vez llegó a su escuela, todos le miraban raro ya que Naruto se había maquillado un poco y pintado también, pero al ser de piel bronceada se le notaba más, este no le tomó importancia y se fue a su curso correspondiente.
–¡Miren que llegó!, ¡llego el marica de la escuela! -gritaban todos-.
–¡No se acerquen a el!, ¡se le puede pegar lo Gay! -gritan las chicas-.
–Marica de mierda, me das asco de solo verte o sentirte nombrar -le empuja- vete fuera de mi vista -Naruto se va a sentar al fondo de todo-.
–Bien, presten atención por favor, hoy tenemos a un estudiante nuevo, así que quiero que lo traten como se debe -hablaba el profesor serio- adelante pasa -pasa el chico nuevo-.
–Hola, me nombre es Uchiha Sasuke, espero llevarme bien con todos ustedes -serio-
–¡Es muy lindo! -decía una chica en silencio-.
–¡Si es muy lindo! -le contestaban las demás-.
–Bien, siéntate al lado de Naruto -mira cansado-.
–... -levanta su mano tímido, ganándose más de una mirada de odio-.
–... -va al lugar que le indicaro-.
–Bien, sigamos con la clase -se pone a escribir en el pizarrón-.
–H-Hola, m-me llamó Uzumaki Naruto -sonrojado habla en un susurro-
–Hola, me llamó Uchiha Sasuke -le mira de arriba a bajo-.
–... -sonrojado ve al pizarrón- u-un placer ttebayo.
–Lo mismo digo yo -le mira de arriba a bajo y nota algunas cosas- oye, no quiero ser entrometido pero, ¿por que tienses maquillaje en la cara?.
–E-Eh, no es nada Dattebayo -sonríe-.
–Bien -sonríe-.
Transcurrieron normales la clases, hasta que llegó la hora de la salida, donde cada quien se fue por su lado.Naruto, al llegar a casa, este nota que no hay nadie en su casa, entonces busca la llave de repuesto y entra a la casa.Este se prepara un razón de Ramen, para luego irse a la computadora portátil que yacía sobre la mesa.
