Era un día de verano como otro cualquiera, hacía un calor insoportable en la calle y el único lugar donde podías estar a salvo era en tu habitación con el ventilador a tope. Ahí es donde comienza mi historia, una historia llena de emociones inexplicables y situaciones embarazosas, porque aunque parezca que no tiene sentido... Hay una chica viviendo en mi armario...
(se abre el armario)
-¡¡Souta-Kun!! ¡¡Tengo hambre!! -Dijo Lizy con ganas de querer morderme una pierna.
-Ya voy, ya voy... No puede estar uno absorto en sus pensamientos sin que le molesten. A ver... Que quieres?
-¡Quiero una bola de arroz! ¡Ahora!
-Vale, vale, pero no me grites. Esta chica va ha hacer que mi cabeza explote...
Bajé sigilosamente a la cocina para que mi madre no me descubriera, pero creo que eso es imposible, las madres tienen un sexto sentido para estas cosas.
-Souta, que haces? -Dijo mi madre cuando puse en pie en la cocina.
-Eeeh, nada, solo iba a coger una bola de arroz, nada más.
-Ah, vale, están encima de la mesa, no te atragantes. -Dijo mi madre con mucho sarcasmo
-Que sí, que sí, ya me voy, voy ha hacer un poco los deberes de verano, no entres en mi cuarto.
-Eso ya lo veremos, no te prometo nada. -Dijo mi madre sacando una sonrisa poco prometedora.
Subí a mi habitación con un poco de prisa, aunque no la tenía sinceramente.
-Toma, aquí tienes tu bola de arroz -Dije con cara de poco amigos
-¡Gracias Souta! Eres muy amable por dejar que viva en tu armario.
-Yo nunca te he dejado vivir en mi armario. ¡Tu eres la que se ha acoplado en él! -Dije con impotencia
-Bueno... en eso tienes razón. ¡Pero aquí no se esta tan mal! -Dijo Lizy con una sonrisa de oreja a oreja.
-Oye, a todo esto... ¿Sabes como llegaste a mi armario? Es una pregunta que mi tiene intrigado...
Volviendo atrás en mis recuerdos no me llega ninguno que resuelva mi gran duda, lo primero que me llega a la memoria es el día en el que Lizy llego a mi vida, solo se que cuando abrí el armario aquel día estaba ahí, el enigma es como llegó, que todavía es un misterio.
-Pues... No sabría deci-
(Se escuchan un rápido pisoteo por las escaleras)
-¡¡Soutaaaa!! ¡Te traigo algo para beber!
-¡Me cago en! Lizy escóndete rápido! -Dije muy alborotado
-¡A sus órdenes mi capitán! -Lizy cerró la puerta del armario rapidamente
(Se abre la puerta)
-Toma hijo, un zumito de naranja
-Gracias mama, y no grites tanto la próxima vez, no estoy sordo
-Eso es lo que tu crees... jijiji. Bueno ya me voy -Dijo muy sonriente
-Lizy ya puedes salir, y mira, tengo zumo para ti.
(Se abre el armario)
-Yupiiii, zumoooo -Dijo siendo la más feliz del mundo
-Creo que deberíamos dejar el asunto de tu llegada a mi armario para otro momento, lo único que encontraríamos ahora serían más dudas.
-Valeee, aunque a mi también me gustaría saberlo...
-No te preocupes Lizy, con el tiempo iremos sacando poco a poco la solución del enigma.
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La chica que vivía en mi armario
Teen FictionSouta vivía una vida tranquila, como la de un chico cualquiera, solo que había algo extraño... ¡Una chica vivía en su armario! Lizy, una chica con la misma edad de Souta había llegado a su armario misteriosamente y por algún motivo no podía salir de...