Sábado, 1 de Septiembre del 2018.
C A R O L I N A
— Entonces Carolina... ¿Vas a hablarle a Kenny para que venga?
— ¿Qué tienes tú con mi Crush? Parece que te gusta más que a mi. — me burlo de Javier y él rueda los ojos.
— Es que me cae bien... Igual Kenia... — veo su cuello ponerse rojo.
— ¡¿Qué?! ¡¿Te gusta Kenia?!
— ¡No! ¡Claro que no, solo me cae bien! — medio me grita escupiendome, le giro la cara de un manotazo.
— Me escupiste tonto. — me quejo limpiandome la mejilla con asco.
— Perdón. Pero no me gusta en lo absoluto Kenia, es linda y agradable...— se queda callado mirando a la nebulosa y luego reacciona otra vez — ¡Pero definitivamente no me gusta! ¿Ya? — dice rápidamente.
— A mi no me engañas. — le pico el estómago y se ríe como loco empujando mis manos lejos.
Entonces lo abrazo por los hombros y mi primo se retuerce como culebra.
— ¿Te sucede algo? — me pregunta.
Asiento.
— Es Bruno. Hace tiempo que no me habla. Se supone somos amigos ¿Sabes que le pasa?
Mi primo rueda los ojos y me mira como si fuera estúpida.
— Está celoso. De Kenny. Siempre le has gustado a Bruno, ha tenido muchas novias, pero quién siempre le ha gustado de verdad, eres tú. — sentencia y yo me siento mal.
— Si eso fuera cierto... no debería molestarse porque yo estoy feliz... él debería interesarse en alguien más, en alguien que lo corresponda sobretodo. — retuerzo mis dedos.
— Bueno, eso díselo a él, lo voy a llamar, y tu también puedes llamar a tu novio, zombie, Crush, como le quieras decir, ¿no dijiste que tenía una hermana de catorce? Capaz y se la presentamos a Bruno.
— Ya cumplió quince... y tienes razón.
Por primera mi primo no habla babosadas, Kenya es una chica muy bonita, tal vez Bruno se fije en ella y así vuelve a hablarme. Nuestra amistad de años no se puede a la basura por sus celos sin sentido, y por un sentimiento no correspondido.
— Hola. — de verdad que aún no me acostumbro a escuchar su bonita voz, es dulce, suave y a la vez rasposa.
Es sexy.
— Javier insiste en que si quieres venir a pasar la tarde con nosotros a su casa... Puedes traer a tus hermanas... Van a venir otros amigos, es como una reunión porque tenemos vacaciones toda esta semana, por el fin del primer quimestre... Así también conoces a algunos otros amigos que tengo. — de verdad quiero que traiga a Kenya para ver si mi plan funciona.
— Creo que sería estupendo... Voy a decirle a mis hermanas... ¿A qué hora debería ir? — sonrío.
— A las cuatro esta bien ¿Si recuerdas donde está la casa de Javier, verdad? — le pregunto insegura, la única vez que vino para acá fue un día que estaba en mi casa y mi mamá me mandó a dejarle unos adornos a la mamá de Javier y mi Zombie me acompañó.
— Una cuadra más allá de tu casa, a la izquierda, una casa en toda la esquina ¿verdad?
— Si, te estaré esperando...
— Yo estaré esperando llegar para verte... — dice dulcemente y siento que me derrito.
Nos despedimos y asiento hacia mi primo cuando me pregunta si va a venir o no. Veo la emoción en sus ojos, se que esta ilusionado con Kenia. Siempre ha sido medio sin sentimientos, ya era hora de que se fijara en alguien. Es casi igual a mi, nunca se había fijado en nadie en sus catorce años de vida, hasta ahora que veo que esta interesado en Kenia.
