Prólogo

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El síndrome de "Alejandría", es una condición presumiblemente genética y uno de los pocos que son usuales en las personas, solo 2% de cada 100% posee este estado (ojos color violeta).

Hace 19 años, nació una niña cuyos ojos eran azul claro como el cielo y su piel pálida como la porcelana. Su mirada cautivo a muchos cayendo ante los encantos de la pequeña bebé, los médicos se preguntaban el porqué de esos ojos azulados (nunca habían visto un color igual), lo más extraño en la situación, era que sus padres poseían iris de color marrón. Y genéticamente era poco probable que heredaran esa tonalidad..., hasta ahora.

Durante el parto la desgracia hizo presencia arrebatando la vida de la madre. El padre cegado por la demencia de perder lo que más ha amado, atenta contra su vida logrando para la desdicha de la pequeña arrebatársela. Dejando a la niña bajo la protección del gobierno. Al cumplir los cuatro años de edad, la pequeña niña es dada en adopción a una pareja de recién casados que estaban en busca de construir un hogar lleno de amor. Pero la felicidad no dura para siempre.

Esa chiquilla de hermosos ojos azules enfrenta una extraña enfermedad (o eso pensaron los doctores en su momento), pues no era para nada normal que una niña de tan corta edad allá sufrido un desmayo repentino mientras jugaba en la comodidad de su hogar.

Sin saber el motivo del porqué, los médicos la mantiene bajo observación...pero ninguno supo cómo responder sus dudas. Esa misma noche la pequeña niña despertó de su sueño. Lentamente fue abriendo sus ojos sintiendo el impacto de la luz contra estos, la enfermera al notar que estaba despertando sonrió para recibirla de la mejor manera, era una niña y seguramente se sentiría desorientada sin ver a sus padres-pensó la enfermera ignorando la realidad de la niña- Pero al mirar lo ojos purpuras de la niña se asustó y salió en busca de ayuda. Todos los del equipo médico quedaron impactados ante el nuevo color en el iris de la pequeña castaña. Nadie al pasar de los años comprendía el porqué de tal mutación, pues esos ojos jamás iban a ser comunes.

Tras ser sometida a pruebas y exámenes, los médicos y científicos descubrieron que se trataba de algo genético y le denominaron síndrome de Alejandría, en homenaje a la pequeña niña (Todos sabían de la existencia de aquella niña de ojos purpuras, pues era algo difícil de ignorar y ocultar...por ello la niña fue noticia por mucho tiempo). Con el paso del tiempo los ojos de la pequeña castaña pasaron de purpura a un bello color violeta que parecía sumamente irreal.

19 años después sus síntomas y características se volvieron más definidos, aquella pequeña castaña ahora era toda una mujer que descubriría que la sociedad puede ser muy cruel a la hora de juzgar a los demás. 

Alejandría (Naci para ser una guerrera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora