Mierda, no tengo la menor idea de qué hora es o sí estoy llegando a tiempo, solo me concentro en no ser atropellada por el auto que se dirige hacia mí mientras intento cruzar la calle, definitivamente no fue la mejor idea el elegir una blusa de mangas largas ya que entre los nervios y el clima soleado amenazan con jugarme una mala pasada cuando empiezo a sentir las gotas de sudor en la frente.
Mierda, mierda y mil veces mierda, como no pude ver ese montón de tierra sobre la vereda, detengo mi andar para poder ver qué tan mal luce mi botín derecho ahora cubierto de tierra, mientras aprovecho en sacar mi teléfono para poder ver la hora y me alegro al darme cuenta de que aún es bastante temprano para que empiece la entrevista de trabajo a la que estoy yendo, espero que eso me ayude a causar una buena impresión.
Se podría decir que es una bonita mañana de diciembre, ya que el sol brilla, pero para mí resulta toda una tortura debido a mi elección de vestuario ya antes mencionada y teniendo en cuenta que uno de mis botines ahora se encuentra cubierto de tierra, los cuales intento limpiar con un poco de papel que tenía en mi pequeña cartera.
Finalmente, termino de cruzar la gran avenida mientras me debato si hice el mejor trabajo limpiando mi zapato, veo que se dirige un bus el cual me indicaron que debía tomar para llegar a mi destino, lo cual es buena señal teniendo en cuenta mi falta de suerte en toda esta situación, aunque debo mantener mi buen humor ya que según mi madre la buena energía atrae cosas buenas y eso lo que más necesito en este momento.
Llevo exactamente 3 meses sin conseguir un empleo y el dinero que tenía ahorrado se está empezando a agotar y necesito pagar los meses restantes del semestre, tengo la corazonada que está vez regresaré con un empleo y quizá el hecho de que una compañera de la universidad me recomendó tenga algo que ver pero de todas maneras no me siento del todo confiada, el bus llega hacia mi parada y bajo en busca del lugar que me indicaron, "Río Business Center" es lo que se puede leer en el gran felpudo en la entrada del edificio al que voy entrando.
Una vez en el ascensor doy una rápida inspección a mi imagen, 20 minutos antes es lo que puedo notar al ver la hora mientras me dirijo a la puerta de la recepción del séptimo y último piso del edificio, me acerco a la señora que parece ser la recepcionista de la oficina.
- Buenos días — digo acompañado de una sonrisa que pretendo no revele que por dentro estoy muerta de nervios — vine para una entrevista de trabajo con la señorita Fernanda — veo algo de duda en su mirada por lo que decido aclarar la situación — me citó hasta dentro de veinte minutos así que no se preocupe, la esperaré aquí — digo mientras tomo asiento en una de las sillas que se encuentran ahí.
- No te preocupes le avisaré apenas llegue — es toda su respuesta mientras me sonríe pero en su rostro puedo notar cierta incomodidad pero decido no darle mucha importancia
***
No diría que fue una mala entrevista aunque tampoco ha sido la mejor, pero de todo esto hay una buena noticia, ya tengo empleo por los siguientes 3 meses, lo cual es perfecto ya que básicamente es lo que me falta para terminar el semestre de estudios.
Las clases ocurren con demasiada normalidad, entre las charlas del maestro y el tener que soportar a mi estresante compañero Lee, a quien podría definir como "el hombre de las pesadillas de una mujer con sentido común"
- Madeleine!!! — mis divagaciones son interrumpidas por la irritante voz de molestia de Lee, mi compañero de clase y autodenominado "líder" del grupo de trabajo de todas las materias
- No entiendo porque te estresas, sabes que finalmente yo terminaré haciendo todo mientras tu solo te quejas — respondo bastante irritada mientras el solo pone su típica cara de indignación y se calla, en definitiva, no se en que estuvo pensando Verónica cuando se le ocurrió integrarlo al grupo ya que cada vez tolero menos sus ataques pasivo-agresivos
- No son quejas, son consejos que deberías tomar en cuenta ya que son muy útiles — dice finalmente para luego copiar lo que hay en el pizarrón
- No le hagas caso — me dice Verónica quien estuvo como espectadora de nuestras habituales discusiones que cada vez agotan más mi ya limitada paciencia — es un tonto, además ya no queda mucho para finalizar el semestre
- Felizmente porque sino estas peleas terminarían mucho peor — la verdad es que decido dejar pasar este asunto ya que mañana es mi primer día en el trabajo por lo que es distracción suficiente para que evite ahorcar a Lee si me vuelve a dirigir la palabra
***
Los primeros días suelen ser aterradores ya que siempre solemos querer causar una buena impresión y tratar de hacer las cosas bien, pero lo que más me aterra a mí es el hecho de fallar, sé que esta es una increíble oportunidad laboral que de no ser por Mary, mi compañera de universidad no hubiera podido conseguir, mi madre aun no sale de su asombro ya que digamos que no es una amiga tan cercana pero a pesar de ello me ayudó a conseguir el puesto.
Me es casi imposible el poder mantener los ojos abiertos mientras escucho la tediosa charla introductoria que se les da a los nuevos ingresos en la empresa pero aun así estoy dando mi mejor esfuerzo; una vez finalizadas las incómodas presentaciones con todo el personal nos guían a donde serán nuestros puestos de trabajo. Al acercarme a mi escritorio lo primero que noto es la flecha con mi nombre que cuelga del techo señalando mi ubicación y la tarjeta sobre mi escritorio con unos cuantos mensajes de bienvenida.
- Este será tu puesto — señala Mary — estarás a mi costado para que puedas consultarme todo lo que no entiendas — y continúa mencionando los nombres de los demás miembros de su equipo — finalmente aquí se sienta Adam, jefe del área
- Entendido — le respondo mientras esbozo una sonrisa, aunque en realidad no preste atención ni a la mitad de lo que dijo después de todo sé que podré hacer preguntas mientras vayamos camino a clases
***
A penas llego a casa lo único que quiero hacer es ponerme mi pijama y echarme en mi cama para simplemente descansar ya que una de las desventajas de este empleo es el hecho de tener que despertar a las 5 am ya que no está tan cerca de mi casa y el tráfico de la ciudad no hace más que complicarme las cosas, suelo quejarme mucho pero es parte de mi encanto a pesar de que a mucha gente le incomode
Mi madre y los pequeños cachorros son los primeros en recibirme en casa
- ¿Y cómo te fue? — pregunta mi madre con genuina curiosidad
- Me fue bien — es lo primero que atino a responder — ya sabes es el primer día, solo fueron presentaciones con todo mundo y muchos datos sobre la empresa
- Lo más importante es que ya tienes empleo — siento sus manos en mi rostro, fue bastante difícil cuando perdí mi anterior ya que fue sin previo aviso y por razones realmente egoístas que me despidieron — ve a cambiarte mientras te preparo un té
Mientras me dirijo a la habitación que comparto con mi hermana, puedo escuchar a mi madre llamar la atención a mi hermano por no querer irse a dormir pese a que mañana tiene que ir a la escuela.
Ser adulto es bastante complicado en especial cuando tus padres no están en las posibilidades de costearte los estudios y tienes hermanos menores aún en edad escolar, aunque tampoco es tan trágico ya que solo me encargo de los gastos de la universidad y pasajes por lo que el resto de mi salario es solo para mi, lo cual es casi nada ya que la universidad me está resultando bastante costosa pero al menos tengo algo de dinero propio aunque no es mucho se que todo esto solo es temporal.
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Diario de una Drama Queen
ChickLitMadeleine Smith se describiría a sí misma como un desastre andante, con una habilidad increíble para meterse en problemas y en una que otra situación sacada de la trama de una telenovela repleta de clichés de las cuales es un gran fan; inteligente...