Dolor en el corazón

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Mikael sintió presión, no por estar rodeado por los demás espíritus, sino porque el corazón de Satou estaba enloquecido, le estaba doliendo y él se lo estaba agarrando con fuerza, como si así lo fuera a detener. Fue inútil y sintió eso antes, por eso detuvo la pelea y se había rendido, tal vez así se calmaría.

Shidou quedó inconsciente mientras Miku lo sostenía en brazos, Fraxinus no perdió más tiempo y los transportaron a la nave. La AST había sido derrotada y solo dos personas más fueron testigos de los que pasó en el campo de batalla. Un edificio completo había colapsado, algunos autos estallaron, semáforos y postes de luz destruidos, el concreto estaba en pedazos y cuarteado en algunas zonas.

La DEM no tenía mucha información sobre el espíritu, realmente no tenían idea de todas las capacidades de Satou, ni nombres tenían para investigarlos por cualquier medio, por eso, de manera secreta, mandaron a una de sus agentes para grabar la pelea de la AST con el espíritu.

Era un trabajo fácil; ir, grabar y salir lo más rápido posible si las cosas se ponían mal. Sencillo. O eso pensó.

Teniendo la información grabada en una cámara, la mujer lo guardó en una bolsa de mano y sonrió por el buen trabajo que había hecho.

—¿Ya te vas? —Esa voz algo melodiosa le hizo voltear inmediatamente.

—¿¡Quién?! —La mujer estaba a punto de gritar algo más, pero de un momento a otro, se le habían adelantado y le tomaron por la quijada. Los ojos de ella se agrandaron al ver la sonrisa maliciosa de Nightmare.

—No-no, nada de gritos... al menos, no ahora. —Manos que salieron de la sombra de Kurumi atraparon a la agente de DEM y ella intentó liberarse pero era claro que no podría jamás, fue tomada por ocho brazos.

—¡Maldita sea! ¿¡Cómo es posible que estés aquí?!

—Lo mismo me pregunto yo. ¿No fue suficiente lo que hice la última vez con ustedes, Industrias DEM? —Kurumi dio una risita y se puso la mano detrás de la espalda—. No intentes huir, de todas formas no lo lograras. En cambio, vamos a conversar un poco, ¿te parece?

—¡No te diré nada! ¡Nada!

—No quiero hacer esto de la forma difícil —dijo con una voz preocupada pero luego sus ojos brillaron y se acercó a su oído—. Y por tu bien espero que eso no suceda.

En ese momento, la mujer se calmó un poco pero empezó a sudar, Kurumi se alejó de su oído y sonrió.

—Muy bien. Te diré cómo vamos a conversar. Yo tengo algo escondido aquí, preferiría no mostrártelo, pero si me obligas... bueno, es una sorpresa, no te diré que pasara. Así que espero digas la verdad. ¿Dónde se están escondiendo ahora? ¿Dónde están trabajando ahora, Industrias DEM? —Kurumi esperó por diez segundos pero la mujer solo tragó saliva y no dijo nada. Kurumi dejó las sonrisas y sacó su pistola y le apuntó a la cabeza.

—¡Vamos, hazlo! No te diré nada, mátame. —Kurumi le disparó a una pierna—. ¡Ahhhh! —Fue tomada del cuello con fuerza para que no siguiera gritando, la chica volvió a sonreír.

—¿Matarte? No. No voy a hacer eso. Ya he matado a muchos humanos y a muchas de ustedes, sé que les gusta morir en frente de mí, pero ahora prefiero escuchar. —Le soltó del cuello.

—¿Qué? ¿Qué quieres decir? —preguntó preocupada.

—Escucharlos cantar lo que yo quiera. Ahora, dime lo que quiero saber, no quiero hacer esta pregunta a otras cinco más de tu gente. Ya me cansé de buscarlos de esa manera, prefiero hacerles una visita personalmente.

Guía para enamorar a un espírituDonde viven las historias. Descúbrelo ahora