Yugyeom ha dibujado con el alma a un chico y ha pedido con el corazón que este pueda estar a su lado.
〔en donde Bambam es el dibujo de Yugyeom el cuál cobra vida al ser deseado por el menor.
Insipirado en el mito griego de 'Pigmalión'. 〕
｡˚₊‧│Contie...
—Durante mucho tiempo Pigmalión, Rey de Chipre, había buscado una esposa cuya belleza correspondiera con su idea de la mujer perfecta. Al fin decidió que no se casaría y dedicaría todo su tiempo y el amor que sentía dentro de sí a la creación de las más hermosas estatuas.—
La soporífera clase de literatura comenzaba a trancurrir con normalidad para los jóvenes del aula. Youngjae tocaba incistente el brazo de su amigo Yugyeom sintiéndose aburrido e inquieto mientras que el profesor nararaba de forma extraordinaria una de las historias sobre la mitología griega.
Para todos los alumnos, el mito comenzaba a serles tedioso y las ganas de que la clase terminara aumentaban a medida que el profesor no paraba de recitar. Pero para Yugyeom, quien exhortó del toqueteo que su amigo Youngjae ejercía por momentos en su brazo, continuó dibujando en una hoja de su bloc mientras escuchaba aquél inaudito relato.
—Cansado de la situación en la que estaba, empezó a esculpir una estatua de mujer con rasgos perfectos y hermosos. Así, realizó la estatua de una joven, a la que llamó Galatea, tan perfecta y tan hermosa que se enamoró de ella perdidamente. Soñó que la estatua cobraba vida. El rey se sentía atraído por su propia obra, y no podía dejar de pensar en su amada de marfil.—
Las manos del pelinegro trazaban con decisión un rostro sutil y a su parecer perfecto. La idea de crear a su hombre ideal se le había cruzado desde que su profesor había comenzando a narrar tal historia. Su chico cada vez tomaba mejor forma, estaba inspirado y las facciones dibujadas por tiza parecieran cobrar vida en su mente.
—Es lindo ¿quién es?—Youngjae susurró tomando sin permiso su dibujo haciendo que el lápiz se presionara en el papel dejando un pequeño punto debajo de uno de sus ojos.
—Es mi Galatea— bromeó el menor de ambos tomando de nuevo su dibujo. Youngjae lo miró incrédulo observando mejor el dibujo, su amigo en verdad tenía talento.
—¿Él no existe entonces?— el menor negó con la cabeza tendiendole una sonrisa.
—Existe en mi corazón.—
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
