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Taeyong estaba en su habitación, pasando los apuntes de la semana a limpio y con el ordenador encendido en su escritorio, porque tenía un trabajo que hacer para la semana siguiente y quería quitárselo ya de encima. La carrera de veterinaria era bastante dura y, si no llevaba todo al día, se arriesgaba a crearse más ansiedad y agobiarse cuando no era lo más apropiado para su salud. De mientras, Jaehyun se había apoderado de su cama y avanzaba con otro trabajo abrazado de la almohada de Taeyong, en pijama.

—¿No te duermes si trabajas en la cama? —preguntó divertido el pelinegro, después de haber echado una ojeada en su dirección—. Yo siempre que estudio en la cama me quedo dormido.

—Solamente si no he dormido demasiado la noche anterior —rio, levantando la mirada del portátil para poder mirarlo—. ¿Cómo lo llevas?

—Bien, ya estoy terminando de pasar los apuntes de la clase del lunes —explicó, aprovechando para guardar los que ya había pasado en su carpeta de la universidad—, pero el trabajo este me tiene algo estresado. Hay un apartado que no entiendo muy bien y temo no poder hacerlo bien. Además, que tengo que buscar miles de artículos para referenciar y no sabes lo difícil que es —suspiró, observando la pantalla de su ordenador sintiéndose acabado.

—¿Puedo ayudarte en algo?

—No, Jaehyunie, tú ya tienes suficiente con tu carrera. Me dan ictus cada vez que veo todo lo que tienes que estudiar.

—No digas tonterías. Aunque para ti sea mucho, me es fácil aprendérmelo porque me gusta —bajó la pantalla de su portátil y se levantó para acercarse a él, hundiendo sus dedos en los cabellos ajenos mientras miraba uno de los apartados que se mostraba en pantalla—. Dime, ¿qué es lo que no sabes comentar?

Siempre que Jaehyun se acercaba a Taeyong, solía tener su mano acariciando sus cabellos, y era algo que últimamente le ponía muy nervioso, ya que eso comportaba tenerlo cerca.

—Bueno, es que... son varias cosas. Este profesor nos pide demasiado. Encima, nos hace citar con el estilo APA en vez de Vancouver, ¿tú con qué referencias? —habló, luchando por ignorar esas suaves corrientes que recorrían su cabeza y nuca.

—He citado con APA y UNE —sin reparos, posó la mano libre sobre la de Taeyong, que sujetaba el ratón. Bajó con la ruedecita de esta, leyendo todos los apartados que constituían ese trabajo—. Tu profesor es demasiado rebuscado.

—En el apartado ocho nos pide que busquemos evidencia de un experimento que se hizo muchísimos años atrás pero no nos permite buscar de actuales —bufó, más tranquilo al ya no tener su mano tocando la suya, pero, por si las moscas, ya no tocó más el ratón.

—A ver, espérate.

Se inclinó un poco más, quedando su cuello cerca del rostro de Taeyong. Este pudo ver a la perfección las marcadas clavículas del chico, apartando la mirada rápidamente.

No lo mires, Taeyong, maldita sea. Va a pensar cosas que no son.

Observó la pantalla con mucha concentración, embriagado por el aroma de Jaehyun.

—¿Qué buscas?

—Una base de datos donde puedas buscar los artículos —relató, algo incómodo en esa posición.

—¿Quieres sentarte? —le preguntó cuando detectó su incomodidad.

—Sí.

Sin dejar reaccionar a Taeyong, se sentó encima de su regazo, y el mayor se quejó aniñadamente, más bien por la vergüenza que le causaba tenerlo más cerca aún.

Pero no dijo nada más. Intentaba mirar por encima de su hombro y no podía, tampoco sabía dónde meter sus manos, pero algo que se cruzó por la mente. Así le compensaría el gran favor que le estaba haciendo.

Empezó a rascar su espalda con sus uñas, paseándolas lentamente por toda esta y reía cada vez que Jaehyun se estremecía visiblemente, expresándole verbalmente lo mucho que le gustaba cuando lo acariciaban de aquella manera. A los minutos, las piernas de Taeyong empezaron a entumecerse y, aunque estaba disfrutando de ese momento de estar acariciando a Jaehyun mientras hablaban como siempre, no aguantaba el dolor.

—Se me duermen las piernas —le avisó, usando un tono infantil—. Siéntate tú.

—Solo un momento, ya termino —murmuró, inmerso en su búsqueda. Ya había encontrado dos bases de datos y quería encontrar alguna más.

—No, nada de momentos. La integridad y el funcionamiento correcto de mis piernas es más importante que este trabajo —expresó una risa, apoyando sus manos en la cintura ajena—. Levántate, Jaehyunie.

—No —alargó la o, en un intento de quedarse más rato encima de su regazo.

—Será posible.

Empezó a hacerle cosquillas en sus costados y rápidamente recibió una reacción. Logró hacerlo levantar de la silla y él se levantó también, deprisa.

No había pensado que, la poca distancia que aguardaba la silla entre la mesa era muy reducida. Por esa razón, se encontró con el rostro de Jaehyun a escasos centímetros del suyo, con sus manos sujetándole los brazos porque temía que siguiera haciéndole cosquillas.

Ninguno de los dos dijo nada. Se quedaron mirándose en silencio, Taeyong deseando separarse porque el barullo de latidos enloquecidos dentro de él lo estaba matando. Notó las manos del más alto deslizarse por sus brazos, acariciándolos con dulzura. No aguantó la mirada así que la apartó, dirigiéndola hasta el borde de la camiseta ajena, lo suficientemente bajo para no poder detectar cómo el contrario lo miraba.

Hasta que los dedos de Jaehyun no tocaron su rostro no se atrevió a hacerlo, casi obligado por esos toques. Lo encontró sonriendo, sin saber cómo interpretar el significado de esa sonrisa.

—No me mires así —titubeó, con la voz muy flojita, y temblorosa.

—¿Así cómo? —rio de manera suave, acercándose a su rostro para depositar un pequeño beso en una de sus mejillas, dejándolo atónito—. Me gusta mirarte. Eres bonito, Taeyong.

Mierda, mierda, mierda. No te sonrojes, Taeyong, demonios.

Pero ese sonrojo se mostró vivamente en todo su rostro, incluso orejas y cuello.

—Idiota —gruñó, empujándolo suavemente para dirigirlo hasta la cama con los nervios a flor de piel—. Sigue con lo tuyo, ya me has ayudado bastante, gracias.

—¿No quieres que te explique cómo funciona el estilo APA? —le preguntó, alzando sus cejas.

Pasaron segundos los cuales Taeyong se quedó pensativo, escondiendo su cabeza bajo la capucha.

—Sí —respondió, jugueteando con los bordes de sus mangas, que tapaban sus manos, mostrando solo cuatro dedos—. Pero nada de sentarte en mi regazo.

—Entonces siéntate en el mío —respondió juguetón, tomando asiento en la silla de escritorio que usaba Taeyong.

—Te voy a meter un calcetín en la boca —tenía muchas ganas de tirarle la almohada en la cara, pero era obvio que nunca lo agrediría por mucho que lo molestara—. Voy a buscar una silla.

—No te vayas —le ordenó, acercándolo a él—. No necesitamos ninguna silla.

Se pelearon como dos niños pequeños, entre risas y pequeñas cosquillas. No supo cuál de las razones sin sentido que había formulado Jaehyun para justificar lo importante que era que se sentara encima de él causó que al final terminara sentado sobre sus piernas, con el menor rodeando su cintura, para enseñarle cómo se citaba estilo APA.

ƪ('▿▿▿▿'ƪ)

Blau ❜ ┊ jaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora