Capítulo 18. "Secretos en la fortaleza del mal" 1/2

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Y entonces ellas se habían detenido en toda la entrada.

Cuando las tres jóvenes abrieron de golpe las puertas de la fortaleza del mal sólo se encontraron con todo aquel alboroto de los villanos en el pabellón principal.

Los villanos todavía celebraban de todas las maneras, jugaban con las estatuas de los héroes que todavía no habían sido llevados a los calabozos. Se lanzaban a los enanitos como si fueran pelotas. Otros adornaban a Cuasimodo con basura y se burlaban de su fealdad. La tripulación de Garfio pintaba caras tontas sobre las caras de Peter Pan y los niños perdidos. Clayton y Frollo jugaban a lanzar aros de plásticos al sombrero puntiagudo de Merlín, y la verdad es que sí habían unos cuantos que habían acertado.

Otros simplemente charlaban o se relajaban en los alrededores del castillo, ¿Cómo no hacerlo?, algunos ya pensaban que todo estaba ganado para ellos.

Y en lo absoluto ninguno se había percatado que ellas ahora estaban presentes en el oscuro lugar.

—¿Deberíamos anunciar que ya llegamos? —preguntó Miranda, justo a la derecha de Astrid mientras fruncia el ceño.

Entonces la gran puerta se cerró sola, haciendo un tormentoso sonido que hizo que cada villano, villana y secuaz se volviera al grupo que recién había llegado y una gran silencio se hizo en la sala.

Muchos villanos dejaron de hacer todo lo que estaban haciendo para ver fijamente a Astrid, sólo a ella.

Claro estaba, ella era lo más interesante en el lugar.

—Creo que ya no será necesario. —respondió Ginny en voz baja.

Astrid dio un paso hacia adelante, con todos los villanos y secuaces mirándola fijamente con recelo o admiración.

La castaña aclaró su garganta para hablar.

—No hay nada que ver aquí —Dijo a los presentes—. Sigan en lo suyo.

Hubieron distintos sonidos como respuestas, entre bufidos, suspiros y jadeos, los villanos acataron lo que la castaña les dijo, pero no iban a admitir que era porque ahora estaban obligados a obedecerla.

Astrid se volvió a sus compañeras y les hizo seña de que deberían seguirla.

El grupo se acercó al medio del salón justo cuando una voz femenina las detuvo

—Ginny, querida... —Dijo Madre Gothel, que se acercaba con los brazos abiertos hacia ellas.

—¡Madre! —exclamó su hija dando un paso hacia adelante, los ojos de Ginny se habían iluminado un poco.

—Querida, quiero decirte que estoy muy orgullosa de ti —dijo la villana—. Ayudar a Maléfica de esa forma, ahora estamos libres y los insulsos de los "héroes" ya tienen su merecido. Y además, Maléfica ya me dijo que luego de esto tendré una nueva flor mágica nueva, imagina todos esos años de juventud y belleza en la palma de mi mano otra vez.

La villana suspiró de manera soñadora y luego atrajo a su hija para envolverla en un abrazo.

Astrid y Miranda se miraron entre si ante tal extraña visión.

Madame Medusa, quien estaba sentada en una esquina charlando con Frollo e Yzma, le hizo una ademán a la villana de que se les uniera en la conversación.

La mujer de cabello azabache se volvió a su hija.

—Nos vemos en la cena, hija

La mujer dejó a las chicas a solas de nuevo, Astrid había fruncido, mientras se acercaba a la chica de cabello oscuro y ondulado.

Entre Rosas Y Espinas [Disney Descendientes/Carlos De Vil] LPDA3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora