༄ chapter two

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—¿Cómo quieres que me calme Rose?

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—¿Cómo quieres que me calme Rose?

Había llegado a casa. Rose llegó poco después de mi y le expliqué por lo que pasé. Nuestros padres aún trabajaban.

—No quiero que tengas otro ataque. Apenas te estás recuperando.

Respiré hondo—No es fácil si ella... No entiendo.

No lo entendía. ¿Por qué...? Es que no podía ser, me debía estar volviendo loca. Esto no era verdad.

—Ni yo...—susurró mi hermana.

—¿No deberíamos contarles a nuestros padres? Mentirles a los de la agencia diciendo que no pudimos cumplir la misión es una cosa pero...

—Si se lo decimos, se pondrán en contra de la agencia. No podría salir nada bien de eso—aseguró.

—Tienes razón—admití.—Primero hay que...

—Derrocarla desde dentro—terminamos al unísono.

Hicimos nuestras tareas de la escuela y de la casa. No me sentía de vuelta "en casa", algo era diferente.

Luego de pasar por el portal, y correr hacia nuestra casa nos dimos cuenta de que no había pasado ni siquiera horas desde que me fui —en el caso de Rose, solo minutos—. Nuestros padres, asustados por vernos en el estado que estábamos, nos llevaron a la agencia. Mentimos sobre todo lo que paso y poco después castigaron a mi hermana por escaparse de casa.

Papá y mamá sabían que algo raro sucedía en ambas, sobre todo en mí. Dos días de lo ocurrido comenzaron mis ataques de pánico de los cuales solo mi familia conocía, y creían que era por "no cumplir mi misión" ya que siempre fui una gran espía.

He tenido 6 ataques, contando el de ahora. No tenia uno en semanas. Semanas duras, tratando de combatir mis pensamientos y recuerdos.

—Papá llamó, se quedarán hasta tarde en una fiesta de aniversario de unos viejos amigos.

Sonreí hacia la pequeña Ger, demostrando que la escuché.

—¿Música?

Corrí a poner mi reproductor para bailar con mi hermana.

Cold Water sonaba y comencé a moverme de forma graciosa.

—No estoy de humor...

La agarré de la mano y la hice girar, la animé para que siga. Tres canciones después, de risas y chistes, comenzó esa canción.

—¡No!—gritó y fue a apagar la maquina.

La canción que bailábamos en la fiesta de Ruby paró.

—Lo siento, Gracie.

—Está bien—respondí mirando a un punto fijo—, creo que lo estoy aprendiendo a controlar.

Rose más que nadie sabía la gran herida en mi corazón. Ella solo quería a su hermanita devuelta... no sabía como consolarla.

Al otro día, en la secundaria de Grey Gables, Loren y Caleb charlaban animadamente en la mesa del almuerzo de los "populares".

—No lo puedo creer.

Apoyé mi cabeza sobre mi mano, aburrida. Addison los miraba con la boca abierta.

—Ella ni siquiera me deja acercarme a sus amigos.

—¿Por qué no?—pregunté.

—No lo sé... Es diferente en casa, cuando está conmigo. Pero aquí me trata como si no me conociera.

Miré a Loren confundida. He hablado con ella muchas veces pero no pensé que fuera esa clase de persona, de esas que se preocupan mas por su reputación.

—Luego de que termine la secundaria no será nada. Sin ofender, pero los que se preocupan mas en tener una vida en la escuela y no piensan en su futuro no les va bien.

Addison suspiró y siguió comiendo. Sentí un liquido recorrer mi espalda y a todos en la cafetería quedándose callados de repente. Me di la vuelta encontrándome con Jay, un chico odioso de primer año, siempre molestaba a los demás.

Jay parecía reirse y lo mire indignada, todos disfrutaban la escena, incluso mi amiga. Agarre mi bebida y se la tiré en la cara. Se escucho un Ohhhh.

—¡Guerra de Comida!—exclamaron.

El comedor se volvió un caos y Addison agarro mi mano muy fuerte y empezamos a correr tratando de escapar. Antes de abrir la puerta, el director entró amenazante.

—¡Grace Ger, Jay Adams, a mi oficina ahora!

Ah shit, here we go again.

Luego de un sermón del director, una nota a nuestros padres, y un cambio de ropa; me senté en detención y apoyé mi cabeza en la mesa.

—Vamos, no esta tan mal—se burló Adams.

—¿Sabes que no esta tan mal? Mi puño en tu car...—dije levantandome de mi asiento.

—Woo, tranquila Grace—me calmó Noah.

No sabía que estaba en detención.

—¿Noah? ¿Que haces aquí?—pregunté.

—Bueno... cuando te enviaron a la oficina del director, traté de decirle que fue culpa de Jay y tu no tenias nada que ver. Eso le enojo y aquí estoy.

—¿Por que harías algo así?

Lo pensó un momento y sacudió su cabeza.

—En verdad no lo se, me caes bien, no merecías esto.

La profesora a cargo de detención entró al salón y todos nos sentamos.

No.

—Buenos días, alumnos.

La profesora de historia. Devuelta.

—Pueden decirme Señorita Stacy o Miss Stacy.

Cerré los ojos y me tire en mi asiento.

SPY LIAR  ⤳  Gilbert BlytheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora