CAPÍTULO 11

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Elena se encontraba en el hospital, eran casi las 4 de la mañana y por eso estaba sola con David en la sala de espera, sus amigas se habían quedado un rato, pero ya se habían tenido que ir a casa. Sin embargo Elena no se quiso ir y se quedó a esperar.
Estaba muy preocupada, había pasado más de una hora desde que habían llegando al hospital y ya estaba más calmada, pero seguía recordando con angustia lo que había ocurrido. No hacía más que ver a Dani cayéndose al suelo y no moverse.
Al final había abierto los ojos, justo cuando la ambulancia estaba llegando, pero cada vez que se intentaba levantar se mareaba. El médico lo había puesto en una camilla y se lo había llevado al hospital.
Ni siquiera había podido hablar con él, no sabía como estaba ni si era grave, simplemente se lo habían llevado y le habían dicho que llamara a sus padres. El médico habló con ellos pero a ella no le dijeron nada. La espera la estaba matando.

En ese momento apareció por la puerta el mismo médico que se había llevado a Dani. Elena se levantó rápidamente y fue a hablar con él, David siguió sus pasos.

- ¿Cómo está? - preguntó preocupada - ¿Es muy grave? ¿Se va a poner bien?

David puso una mano en su espalda para que se relajara y dejara hablar al médico.

- Está estable, afortunadamente el golpe solo le ha hecho marearse y no parece haber contusión interna. Pero será mejor que pase aquí la noche, solo para asegurarse de que no empeora. - Debió de ver la cara que puso Elena porque añadió - mañana cuando se despierte podrá ir a casa. Además alguien se puede quedar a dormir aquí.

El médico se fue porque tenía que atender a otro paciente.

- Me quedo - declaró Elena.

- Mejor será que te vayas a casa - le dijo David - estás muy cansada.

- Pero...

- He llamado a mis padres y van a venir ahora, mejor que esté un adulto presente. - Veía que ella seguía dudando - en serio Elena ve a descansar, has oído al médico, no le pasa nada. Mañana cuando le den el alta lo dejaré en tu casa, ¿Vale? - dijo esperando haberla convencido.

Elena se dio cuenta que no tenía sentido pelear con él.

- Vale - accedió - pero recuerda, me llamas por la mañana.

- Tranquila.

Se despidieron con un abrazo y Elena se fue a casa.
Cuando llego se puso el pijama y se tumbó en la cama, estaba muy preocupada y no podía conciliar el sueño. Estaba a punto de levantarse y volver al hospital, aunque fuera muy tarde, pero al final el sueño la venció.

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La despertó el sonido de su móvil, miró la hora y vio que eran las 12, lo cogió y preguntó con voz dormida:

- ¿Diga?

- ¿Te he despertado? - era David.

Elena se espabiló de repente.

- No, no, que va, llevo ya un rato despierta.

- Si tú lo dices... Bueno que te llamaba para decirte que salimos ahora del hospital y vamos a tú casa.

- Sí, sí, aquí os espero. - Colgó sin despedirse y se vistió con unos vaqueros y la primera sudadera que pilló. Desayunó rápidamente un par de galletas y luego fue al baño donde se peinó y lavó la cara porque parecía una loca frente al espejo. Bajó a esperar a la puerta a que llegaran.

Cinco minutos después un coche gris apareció por la calle y de allí bajaron Daniel y David. Elena saludó a la madre de David con una mano y corrió hacia Daniel, abrazándolo fuertemente.

Donde Nunca Esperas (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora