Había llegado algo de media hora antes, no era culpa mía, pero mi madre siempre me había obligado a llegar temprano a dónde sea que vaya, y una salida de amigos quizá no era la excepción. La plaza no estaba tan concurrida, aunque había parejas caminando de lado a lado y enseñándole a los solteros, como yo, que el amor era realmente hermoso. No me culpen, no soy un romántico empedernido, pero sí que disfruto del romance.
Me siento en una de las mesas fuera de un restaurante, tratando de recuperar el aliento corriendo las dos últimas cuadras. Había un tráfico horrible, y es por eso que arriesgué mi vida y corrí entre los autos, esquivando algunos y oyendo las bocinas, reclamando mi imprudencia como peatón. Las personas me miraban asombradas como si hubieran sido testigos de un acto heróico, pero solo era Park Jimin huyendo de las reglas de tránsito para poder ver, por fin, a mi mejor amigo—y amigos—luego de tres años de no hacerlo.
Jeon Jungkook y yo nos conocimos en el club de natación cuando tenía siete años. Siempre odié el agua y no porque me diera miedo, sinceramente odiaba a los profesores pues no eran exactamente buenos al enseñar. Recuerdo la vez que uno tomó mi cabeza y me zambulló hasta el fondo de la piscina, yo pataleaba, intentado cerrar los ojos lo más que pudiese y tenía la garganta cerrada por sí me llegaba a ahogar. El hombre me sacó de allí lentamente, y yo salí hacia la superficie llorando como un niño pequeño.
Mi madre se acercó y me levantó, tranquilizándome, diciendo que no había nada de malo en ello y que estaba bien. Yo solo hipeaba como un bebé llorón, sacudiéndome de lado a lado, ignorando las miradas de terceros. Quería ir a casa, dormir un rato o quizá para siempre; pero cuando mi madre decidió que era mejor retirarnos, pues no me callaba, apareció un chico un poco más alto que yo. Tenía unas inflables a cada lado del brazo y traía bloqueador en la punta de la nariz.
Él se acercó y me jaló de mi ropa de mi baño. Me callé al instante y mamá me bajó. Él se acercó y me prestó sus inflables, poniéndolos de lado a lado y luego de eso nos metimos a la piscina. Él nadaba como si fuera un profesional, y yo, gracias a los objetos flotadores, me balanceaba en el agua sin volver a hundir mi cabeza dentro.
Jungkook se convirtió en un gran amigo mío desde allí. Descubrí que era un año menor que yo, y que ciertamente íbamos en la misma escuela primaria, y desde entonces solíamos juntarnos en los recesos para conversar con nuestros amigos en común.
Él tuvo que irse a Japón por un cambio de escuela, había ganado una beca como bailarín, pues sí, el baile siempre se le dio bien. Sus padres se mudaron con él y lentamente mi mejor amigo comenzó a desaparecer de mi vida sin dejar rastro alguno. Nos comunicábamos cuando podíamos, él a veces dejaba mensajes preguntando como estaba y yo le pedía fotos para saber qué hacía en el transcurso del día.
En su tercer año, hablamos los primeros meses, pero luego de ello me pidió cortar la comunicación pues quería aprovechar su último año en Japón. Y desde entonces no hemos hablado, hasta ayer en la noche cuando me hizo saber que había tomado su vuelo de regreso a Corea.
Decir que no salté de la emoción y desordené mi pieza, es una mentira, pero contacté a sus amigos más cercanos y los míos, para hacerle una pequeña sorpresa de bienvenida. No me considero el mejor anfitrión, pero Jungkook se merece lo mejor. Sobre todo, porque durante sus años de ausencia, descubrí que no lo veía como un mejor amigo del todo.
Una mano se posa en mi hombro y me giro algo sobresaltado, Kim Taehyung junto a Min Yoongi están allí. Me levanto de la silla de metal, y abrazo a mis dos mejores amigos. El primero enrolla sus brazos en mis hombros y el segundo suelta un gruñido, pues no era fanático de las demostraciones públicas.
—Te vimos correr entre los carros cuando veníamos hacia aquí. —Yoongi se sienta en las sillas restantes y Taehyung lo imita.
—Me vieron casi morir, querrás decir. —bromeo volviendo a recostarme sobre el respaldo de la silla.
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Diarium Magicae × KOOKMIN
Science FictionPark Jimin recibe un regalo anónimo la misma noche en la que descubre que Jeon Jungkook, su mejor amigo y el chico que le gusta, había conseguido una novia en su estadía en Japón. ○ Esta historia participó en el "Concurso Jikookmin" de Umpa_Writers...