Baby Kiki ➵ Wonki

5; Descontrolándonos

Pasaron tres días en donde Hoseok intentó guardar distancia, lo intentó. Era Kihyun quien lo arruinaba todo, cuando venía y se colgaba de su cuello, venía y le robaba un beso en la mejilla, venía y le rogaba en el oido. Que Kiki tiene sed, que Kiki quiere mimir, que Kiki tiene frio, etc. Era el menor quien empezaba con las confianzas, y él que solo trataba de alejarse y no caer en malos hábitos.

Kihyun llegó y se sentó en su regazo esa noche mientras miraba televisión.

–Abrázame hyung. -Pidió adorable el menor.–Tengo frío.

–B-bien...–Hoseok de mala gana lo hizo, se odiaba por caer así ante el nene.

Pronto descubrió que menor se había dormido sobre él. Este tenía muy poco aguante, pensó. De seguro en el sexo se cansaría rápido, pensó esta vez riendo, cogiendo a Kihyun estilo princesa y llevándole a su habitación para acurrucarlo en su cama.

Esa noche tendría que quedarse a dormir, pues los padres de Kiki no llegarían hasta después de mañana, asi que con un bostezo, se alejó al terminar de arropar al pelirosa y procedió a irse.

–H-hyung...–Escuchó que lo llamaban. Volteó para asegurarse, y si, ese era Kihyun. –Mmm...h-hyung..

–Dime Kiki. –Susurró muy bajito acercándose nuevamente. Observó como el menor se retorcía ante sus ojos.

Nunca creyó presenciar aquel acto tan indecente. El menor hablaba casi seductor, ronco y adormilado.

–Hyung, m-más...más...–El mayor tragó duro, sentándose al borde de la cama y viendo atentamente a la enredadera de susurros provenientes de un excitado Kihyun, quien no dejaba de moverse inquieto, y que de ahora sólo soltaba jadeos y pronto, gemidos constantes.

–Kihyunnie...–Pronunció en un murmuro, llamando al pequeño quien ahora sudaba y llenaba de líneas de expresión su frente, incontenible. –D-despierta bebé. –Lo sacudió suavemente.

Kihyun gemía más rápido y Hoseok pudo sentir la dureza que por cuarta vez, nacía entre sus piernas. Ese niño era la perdición.

Ya estaba cansado de las putas erecciones, que en una semana iban contando cómo cuatro.

Acarició el brazo del menor tratando de tranquilizarlo, esta vez sin ánimos de despertarlo, sino para estabilizarlo...y lo logró, porque Kihyunnie ahora gemía lento, ya no como en un principio.

El pelinegro con su otra mano, sobó lento en su bulto, cerrando los ojos y dejó caer su cabeza para atrás. Todo empezó a nublarse ante su campo visual, solo olas de satisfacción recorrían su cuerpo, hasta los gemidos del menor se escuchaban lejanos a lo que él era capaz de percibir. Apretó los dientes y no precisó el momento de cuando se había tocado pues en cuanto volteó encontró a un Kihyun estupefacto. Hoseok no pudo reaccionar y se quedó examinando el rostro del pelirosado, este respiraba agitadamente, desesperado, sus ojos brillaban y se notaba el fastidio. Había despertado y probablemente le observó todo este tiempo. El más alto se culpó por completo.

–T-tengo sed, hyung...–En cambio, el menor solo atinó a pronunciar aquello, ignorando el hecho de que su hyung se estaba tocando ante sus ojos. Más importante era su problema, sentía algo incómodo entre sus piernas...debía aliviarlo. Kihyun pidió algo de beber porque estaba sediento, muy sediente, había tenido un sueño extraño. Necesitaba a su hyung fuera de su habitación, no podía verlo a los ojos.

En cuanto el mayor oyó eso de los labios del menor, su mente ya no halló nada de inocencia en eso.

Le iba a dar de beber algo delicioso.

–¿Kiki quiere biberón?

–¡Si, Kiki quiere lechita!

Los ojos de Hoseok se oscurecieron, ya suficiente tenía con ese niñato.

–¿Quién soy yo para negarle eso a mi bebé? –Se acomodó mejor en la cama, estirando su mano para acariciar los cabellos rosas del menor, quien estaba intranquilo, también al borde de un colapso. Este tenía el mismo problema que su hyung, y entonces Hoseok actuó.

Empezó por sus propios pantalones, Kihyun suspiró profundo sin quitar la mirada del mayor.

–Entiendo pero...¿Hyung? ¿Por qué se está quitando el cinturón?...Ahm, ¿hyung?

–¿Kiki tiene sed? –Preguntó bajándose los pantalones, el mejor asintió suspicaz. –Bien, hyung puede darte algo de beber. –Propuso Hoseok mirando al menor a los ojos, tomándole la mano disimuladamente y llevándola a su boxer gris. Posando la manita de Kihyun a su miembro.

El menor sonrió leve, y Hoseok no se esperó eso.

Esta bien, Kihyun sonrió de satisfacción, no imaginó que pasaría tan rápido, pero he aquí, lográndolo antes de tiempo. El menor bajó su mirada y se lamió los labios.

La sorpresa de Hoseok fue grande al notar que Kihyun se levantaba y se colocaba sobre él, empezando a moverse sobre su pene.

–El otro día hyung me dijo que esto calmaba su dolor de ahí abajo. –Susurró Kihyun cabalgando sobre el miembro del mayor. Este se estremeció aún sin poder creerlo. ¿Esto estaba pasando?

¿Acaso Kihyun no era lo que él había pensado todo este tiempo?

Se sintió confundido, pero eso no impidió que lanzara una grosería cuando Kihyun provocó una sensación profunda ahí abajo. Lo abrazó por la cintura y dejó que siguiera cabalgando sobre la tela.

–Mm...h-hyung..si, esta muy dura.

Hoseok maldijo.

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