14. "Si quieres te puedes quedar a dormir"

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Cuando llegamos llamamos a la puerta y nos abre una chica rubia, cuya cara me suena del instituto.

—Ey, ¿dónde está Lisa? —le pregunto a Eva, separándola del chico con el que está. 

—No lo sé, antes estaba aquí. —mira a su alrededor. 

En el lugar hace mucho calor, por lo que me quito el abrigo y se lo entrego a Isaac.

—Guárdamelo y quédate con ella. —le pido. 

Entro en la casa y empiezo a buscar por la casa a Lisa.

No la encuentro por ningún lado y en el fondo veo a Bianca, me acerco a ella para preguntarle.

—Hola —me saluda ella con una cerveza en la mano —, pensaba que no venías. —me sonríe.

—¿Has visto a Lisa? —la pregunto y niega.

—¿Qué pasa con ella? —pregunta preocupada.

—Nada, solo que Eva me ha llamado porque no la encontraba y yo tampoco la veo. —le informo.

—Te ayudo a buscarla. —nos separamos cada una por un lado para encontrarla más rápido.

Vuelvo a la entrada principal, pero por esa zona ya no están ni Eva ni los chicos con los que estaba.

En ese preciso momento llaman a la puerta de la casa. Abel que está al lado la abre y aparece detrás de ésta un policía.

—Hola, ¿es usted el dueño de la casa? —le pregunta.

—Sí. —asiente el castaño.

—Uno de tus vecinos a llamado a la policia para quejarse del ruido. Deberías apagar la música y sacar a todo el mundo de aquí o sino se cursara una denuncia. —le indica.

—Sí, claro. —accede y el policía se va. Entra a la casa y apaga el reproductor —. Todo el mundo fuera. —le grita a la gente y ésta sale a regañadientes.

De un momento a otro la casa se va quedando vacía. Busco a Isaac por la casa, pero no le encuentro. Abro el bolso para llamarle. Sin embargo, no me lo coge.

Bueno, no me queda más remedio que volver a casa sin abrigo. Guardo el móvil en el bolso y entonces descubro que no me he traído las llaves y con las prisas me las he dejado en la mochila del instituto.

—Mierda. ¿Ahora como vuelvo? —susurro quejándome por mi desdicha.

—¿Pasa algo? —me pregunta Abel, quien en ese momento pasa por mi lado.

—Me parece que no puedo volver a mi casa. —comento apoyándome en la pared que tengo cerca. Me mira sin entender nada a la espera de que continúe —. No me he traído las llaves de mi casa. —le explico la situación.

Escucho ruidos y me dirijo hacia la parte de la casa de donde provienen. Veo una escena que jamás pensé que vería en primera persona. Javi se encuentra besándose con Eva.

—¿Eva? —la miro divertida haciendo que ella se gire para mirarme.

—Vaya no esperaba que os enterarais así. —pronuncia mirándome con una sonrisa.

—Javi es hora de irse. —aparece Abel detrás de mi.

—Ya hablaremos sobre esto. —le sonrío a mi amiga cuando pasa por mi lado junto con Javi.

—Mañana te cuento. —me asegura con una sonrisa antes de irse con él.

—Tengo que llamar a mi madre. —me giro para mirar a Abel. Saco mi móvil y realizo la segunda llamada con más éxito que la primera.

Solo iba a ser una citaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora