Todo Lo Bueno Que Hay En Mi (sterek saga #2)

Chapter 5: La Teoría Del Caos 1ª Parte

Stiles se limpió las lágrimas con la manga de la camiseta y gruño molesto, cogió el origami de la estrella y lo coloco sobre su palma. Conocía el hechizo, lo había usado antes, una vez con una carta.

-          Llévame hasta tu creador – ordenó dejando fluir su magia.

La figura de papel se elevó en el aire y comenzó a girar volando hacia la salida.

“ya te tengo” – pensó decidido.

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-          Vale, ya basta. – gimió Peter sudando y respirando con dificultad.

-        No me da la gana – Laura cargó una garra y arremetió hacia su tío, el cual, se agachó a tiempo y rodó hacia el otro lado. – ven aquí cobarde.

-       Oh venga sobrinita, ¿es que no has aprendido nada en el otro lado? – le miró haciendo un puchero. – la venganza no lleva a ninguna parte…

El mayor se agachó justo a tiempo antes de que una silla atravesara el aire del loft en su dirección y chocara contra la pared.

-        Oh – sonrió la chica dejando brillar sus ojos rojos - sí que he aprendido cosas. ¡VEN AQUÍ QUE TE LAS ENSEÑE!

Peter corrió por las escaleras de caracol hacia arriba, seguido muy de cerca por Laura. En el último momento logro saltar antes de que lo atrapara.

-      ¿No prefieres que hablemos de cómo solucionar nuestra relación tío-sobrina? – preguntó esperanzado el mayor.

-          Prefiero hablar con las paredes – le espetó. – ya verás cuando te coja.

-          Llevas así mucho tiempo y todavía nada de nada. – le chinchó el hombre.

-          Omega escapista – gruñó.

-          Alpha vengativa y psicótica – arremetió el hombre harto de huir; lo que solo logró que Laura rugiera y se lanzara hacia él desde arriba con las fauces abiertas.

-          ¡ya basta! – la voz de Talia detuvo el forcejeo en el suelo. – parecéis niños.

Ambos lobos se miraron entre sí, tirados en el suelo agarrándose del pelo y pegándose zarpazos y mordiscos, para luego mirar a Talia que acababa de llegar con las manos en las caderas.

-          Pero si ha empezado… - dijeron a la vez ambos lobos, pero la mirada furtiva de Talia les hizo recuperar la compostura y separarse entre sí.

-          Bien. – asintió la loba. – ya va siendo hora de que os comportéis como los adultos que sois. – miro a Peter – y que dejéis de lado, por el momento vuestras disputas. La manada está en crisis.

-          Tienes razón hermana. – sentencio Peter muy serio interrumpiendo la protesta de Laura – además ha empezado ella – soltó de pronto Peter.

-          ¡Yo te mato! – rugió Laura a su lado, pero se detuvieron al girarse la mayor.

Talia suspiró y miró a su alrededor, todo el loft estaba despejado, la casa era grande, pero ahora además parecía fría, no había nadie, excepto esos dos que no hacían otra cosa que pelearse en todo momento. Recordaba el día en que todo acabó y se movió junto a la manada, devastada y hundida,  justo hasta aquí.

En un principio le costó entender, porque Derek no quería volver a la mansión, reconstruirla de sus cenizas, como cuando eran una familia unida, pero él se negó, no quería saber nada de “ese lugar”, como así lo llamó, lo que antes era su casa, ya no lo era a vista de Derek. Demasiados malos recuerdos.