Cruel Destino

Capítulo II: Regreso

Un pueblo pequeño, con muchos árboles alrededor, con un clima variado todo el año, lleno de tranquilidad, con el sonido de los pájaros en el verano y muy blanco en el invierno, un pueblo donde todos se conocen y llevan una vida pacifica llena de felicidad, donde por las noches se ve el cielo tan hermoso con las estrellas resplandecientes, cuando llueve se escucha ese hermoso sonido de las gotas al caer y no te queda más que relajarte y dejarte llevar por la hermosa melodía que se forma. Es el pueblo natal de Amber al cual regresa en invierno ya pasado 5 años desde aquel trágico accidente donde murieron sus padres, ella tiene una mirada lejana y su rostro no muestra emoción alguna, ya que tuvo unos últimos 5 años difíciles y dolorosos.

Parece una chica más madura de lo que es, con solo 15 años se expresa con una madures que parece una adulta, después que sus padres murieron en aquel accidente tuvo que irse a vivir con su tía, hermana de su padre, llamada Ester.

 Ester es una mujer demasiado simpática se podría decir, ya que habla con cualquiera para enterarse de lo que pasaba en su vida o en la vida de los demás vecinos. Ester no quería a Amber ya que ella sabía que no era hija de su hermano, porque su hermano se casó con la madre de Amber ya embarazada, por eso trataba mal a Amber, por que no era de la familia. Ester estaba divorciada y tenía dos hijos una hembra y un varón.

La  hembra era la menor de los dos llamada Laura, la cual odiaba a Amber, quería todo lo que ella tuviera, le tenía envidia, Laura era una chica de la misma edad que Amber, delgada, cabello castaño claro, liso y largo hasta los hombros, era una buena persona pero por las influencias de su madre se había vuelto altanera y engreída.

 El otro hijo se llamaba Luke, era tres años mayor que Amber, era un chico alto, cabello rubio, ojos azules, delgado, pero en buena forma ya que iba al gimnasio frecuentemente, era un chico muy alegre y se llevaba bien con Amber siempre la cuidaba y le ayudaba a sentirse mejor cuando su madre la maltrataba. Ellos vivían en el mismo pueblo donde nació Amber pero después del accidente se fueron al extranjero y se llevaron a Amber con ellos.

 Regresaron al pueblo porque no podían seguir en el extranjero ya que no tenía recursos para mantenerse, todo lo que tenían era la herencia del difunto padre de Amber, Ester gasto todo el dinero en los casino y en los bares de la ciudad. Amber se transfirió a su antigua escuela pero esta vez en su primer año de secundaria, estaban de vacaciones ya que era invierno, ella estaba ansiosa de comenzar la escuela pero antes tenía muchas cosas que preparar, como el uniforme, los libros y sus demás útiles escolares, pero de lo que realmente quería era visitar la casa donde vivía antes con sus padres, la casa no quedaba lejos, solo tenía que tomar el autobús y la dejaba en el parque que está cerca de la casa.

Al día siguiente de que regresaron Amber decidió ir a la casa donde vivía con sus padres, se levantó temprano para irse antes de que su tía y sus primos se levantaran. Cuando ya estaba lista para irse tomo su bolso y salió de la habitación, cuando iba bajando las escaleras se encontró con Luke que iba subiendo las escaleras, ella se sorprendió al verlo. El, la miro extrañado porque se había levantado tan temprano.

-          ¿A dónde vas?- le pregunto.

-          Quiero ir a visitar la casa donde vivía con mis padres – le respondió ella

-          ¿Mi madre lo sabe?- le pregunto mientras bajaba las escaleras de espalda para dejar que Amber pase.

-          No, ella no lo sabe y no tiene por qué enterarse ¿verdad?- le respondió ella mirándolo fijamente sin cambiar la expresión de su cara.

-          Sabes que no se lo diré- le dijo mientras sonreía y ella pasaba por su lado.

-          Te veo luego – le dijo ella mientras abría la puerta de salida.

-          No regreses muy tarde- le dijo mientras ella cerraba la puerta.

Amber camino hasta la parada del autobús que estaba a una esquina de la casa, cuando iba llegando también llegaba el autobús, subió y se sentó en una asiento cerca de una ventana. El autobús se puso en marcha, ella solo miraba por la ventana recordando cuando vivía ahí. Quince minutos después el autobús hiso su para da en el parque y Amber se bajó.

Inmediatamente desde que bajo empezó a caminar por el parque cuando llego al centro del parque se detuvo, miro hacia arriba y sus pensamientos volvieron, acerca de aquel muchacho que la abrazo justamente en ese lugar, su corazón se llenó de nostalgia y todos esos recuerdos que le había costado mucho por olvidar volvieron en un instantes. Por su mejilla corrió una lágrima al recordar a Robert del cual se había enamorado hace 5 años y se dio cuenta de que aún seguía enamorada de él, aunque no haya visto en mucho tiempo sus sentimientos no habían cambiado.

Seco su lagrima y siguió caminando pero con un solo pensamiento, -si diera la casualidad de encontrarme otra vez con Robert, ¿me recordaría? ¿Le gustaría? O quizás ¿me odie por lo que paso?- todo eso se preguntaba Amber mientras camina, cuando se dio cuenta ya estaba frente a su casa solo tenía que cruzar la calle, se detuvo y miro la casa, empezó a ponerse aún más triste al recordar el accidente, pero su tristeza no se reflejaba en su rostro, era como si fuera una muñeca de porcelana, que no muestra ningún sentimiento pero en el momento en que se caiga se romperá.

Suspiro y cruzo la calle al llegar a la casa intento abrir la puerta pero estaba cerrada, pero se acordó que sus padres siempre guardaban una llave debajo de una maseta que estaba al lado de la puerta, la busco y estaba ahí, la tomo y abrió la puerta, al abrir la puerta pudo contemplar que todo estaba cubierto de polvo por el tiempo que tenía abandonada, se quedó parada en la entrada por un momento pensando si entrar o no  pero opto por entrar.

Entro con pasos lentos y miraba de un lado a otro, su corazón estaba palpitando rápidamente al recordar a sus padres, cuando llego a la sala de estar sus pies no se movieron más, su cuerpo empezó a temblar pero su rostro era como si estuviera muy lejos de lo que su corazón sentía, entonces corrió hacia afuera cerró la puerta rápidamente y camino con pasos rápido hacia el parque, cuando llego allí se sentó en unos de los banco y trato de tranquilizarse, empezó a tomar aire por la boca para relajar a su corazón que no paraba de latir fuertemente. Se recostó en el banco con la cabeza mirando hacia el cielo cuando se dio cuenta que se estaba nublando – parece que va a empezar a nevar, me había olvidado que ya comenzó el invierno- penso ella, para olvidarse de sus padres y de Robert.

Cerró sus ojos para poder descansar un momento y sintió como si alguien la mirara, los abrió rápidamente para ver y había un chico, que estaba caminando como si fuera a acercarse a ella, se sorprendió y se paró de repente del banco, el chico se le parecía tanto a Robert que no pudo decir nada – es él, tiene que ser el – pensaba sorprendida mirando a aquel chico que se acercaba más y más a ella.

Cuando el chico estaba llegando al frente de ella sus mirada se cruzaron, su corazón se aceleró al ver sus ojos negros con una mirada intensa y profunda.

-          Robert – salió ese nombre de los labios de Amber sin que ella lo pensara.

Pero aquel chico paso por su lado sin decir nada, ella lo siguió con la mirada aun sorprendida, - no puede ser, podría haber jurado que aquel chico era Robert- pensaba ella mientras veía aquel chico que se alejaba, volvió su cabeza hacia abajo y se dejó caer en el banco.

Paso un rato hasta que Amber volviera en sí de la impresión que le había dejado aquel chico, miro su celular y vio que casi era medio día, no había desayunado aun así que se puso de pie y fue a una cafetería que estaba cerca del parque a comer algo, luego continuo su paseo con la esperanza de ver si se encontraba con aquel chico nuevamente, pero no tuvo suerte y así se fue la tarde ya casi estaba anocheciendo y decidió irse a casa. Estaba esperando el autobús en la parada del parque, llego y cuando iba a entrar el mismo chico del que vio en el parque iba saliendo ella lo miro y otra vez sus miradas se cruzaron por unos segundo, ella ya había subido al autobús y cuando decidió seguirlo las puertas se cerraron en frente de ella y el autobús arranco.