- Oye Chris - Dijo mi mejor amiga entrando a mi cuarto
-Debes devolverme la llave de mi casa, Ainhoa -
- Si lo hiciera tendría que esperar a que escuches que suene tu celular para abrirme - Dijo y paro la música que sonaba en la computadora - Y moriría de vejez -
- ¿Qué quieres? - Le dije bajando la vista del libro
- Hay fiesta en el bosque hoy ¿Vienes?-
- Mmm... Nop - Dije y volví a mi libro
- Vamos, por favor - Dijo y se lanzó a mi lado con cara de perro mojado
- Si algo me enseñó leer, es que si vas a fiestas en el bosque o alguien muere o te conviertes en un ser sobre natural y peleas contra el mal que acosa tu ciudad - Dije cerrando el libro - Por lo tanto, como no tengo tiempo de ser un vampiro o de encontrar a un asesino, no gracias -
- Quizás seas un hombre lobo - Dijo ella
-Pfff... Los hombres lobos existen -
-¿Y los vampiros si? - Dijo con un tono cínico
- Claro que si - Dije con una exclamación
- Mira, vamos a la fiesta, si descubres que existen los monstruos, nunca mas te llevaré a una fiesta - Dijo ella
- La posibilidad de que lo descubra es de uno en un millón -
-Bien, ven conmigo a esta fiesta y será la última -
- ¿Y qué tiene de especial está última fiesta? -
- Es nuestra última fiesta de último día de vacaciones -
-Nunca entenderé porque los adolescentes deciden desperdiciar esa última noche en sexo, alcohol y drogas en un bosque -
- Tampoco yo, pero es genial - La castaña se puso de pie energéticamente - Vuelvo a las 9 para que vayamos - Dijo y se dispuso a salir de mi habitación
- Ainhoa - Dije y ella se giró - Las llaves- Dije y estire la mano
- Cuando te mudes - Dijo y se fue y yo suspire divertidoSalí de la ducha y Ainhoa estaba recostada en mi cama jugando con su celular, debía admitirlo, ella era muy linda, castaña, pelo lacio hasta la cintura, ojos de un color que me maravillaban, un color celeste como el cielo, tan misteriosos e intrépidos, quizás los veía así porque Nhoa era la chica más fuerte que conocía, valiente,m, divertida, cariñosa, ella era todo lo que cualquiera buscaba en una mujer.
- ¿Qué miras? - Me dijo
- Nada, sólo estaba pensando en que eres hermosa - Ella me sonrió
- Espero que no se lo digas a todas - Dijo fingiendo celos
- Sólo tengo ojos para una - Ella rió, ese sonido me era tan familiar, ella era como una hermana para mi
- Bueno Don Juan, cambiate y vamonos - Tome mi ropa que estaba en la cama y me metí devuelta al baño, una vez cambiado salí pero la muchacha ya no estaba en mi camaAl bajar las escaleras la vi hablando con mi madre, mi hermana y mi hermano quienes preparaban la cena.
- ¿Listo? - Dijo ella
- Vamos - Dije
- Eh tu - Dijo mi madre - Me cuidas a la niña eh - Bromeó
- A veces creo que la quieres mas que a mi - Dije
- ¿Lo dudas? - Bromeo mi madre y todos reímos
- Niño - Me dijo mi hermano y me lanzó un pequeño sobre - Por si acaso- Dijo y me guiño un ojo, al ver lo que era reí, eran unos condonesEn el auto Ainhoa puso música y bailo durante la hora de viaje por el bosque. Poco a poco podíamos ver la luz de la gran fogata que se armaba todos los años y escuchar la música, había muchos autos estacionados y una gran cantidad de adolescentes por todo el lugar. Con Ainhoa veníamos a esta fiesta desde nuestro segundo año de secundaria entonces conocíamos bien el lugar.
- ¡Noha! - Dijo una chica rubia que reconocí rápidamente como Alexa, la mejor amiga de Ainhoa
- Hola - Dijo la castaña y se perdió entre la multitud hasta llegar a su amiga, dejandome solo
Comencé a caminar hasta la improvisada barra donde pedí una cerveza, no es que fuera antisocial o algo, de hecho había visto a varios amigos mientras caminaba, pero las fiestas no eran mi cosa favorita, prefería quedarme en casa con mi gato, una manta y un buen libro. Sentí una mano en mi hombro y me gire
- ¿No ibas a saludarme? - Dijo Nick, un "amigo"
- No te había visto - Dije
- ¿Qué bebes? -
- Cerveza ¿Y tu? - Dije al ver que tenía una bebida de un color azul
- No lo sé, pero es rico ¿Quieres? - Tome su vaso y le di un sorbo, la bebida tenía un sabor dulce, como a caramelo - ¿Te gustó? - Había algo distinto en su tono de voz, algo de preocupación
- Es excelente - Dije fascinado, en ese momento la cara de Nick se desfiguro completamente, parecía que le habían dado la peor noticia de su vida
- ¿Nick? - Dije, este me tomo del brazo y comenzó a caminar lejos de la gente hasta llegar al estacionamiento improvisado - ¿Qué te pasa? -
-Tienes que irte - Dijo, parecía muy preocupado
- ¿Qué? ¿Por qué? - Dije y me solté frenandome en seco - No me iré sin una explicación -
- Christian, escuchame, debes irte ahora mismo, y quédate en casa las próximas 24 horas, y pase lo que pase, no te quedes sólo - Sus ojos verdes me miraban fijamente
- No entiendo -
- Mira, es complicado ¿Si?, así que sólo vete con Ainhoa y haz lo que te dije -
- ¿Pero por que? -
- ¡Sólo hazlo! - Dijo el comenzando a desesperarse
- ¡No sin una explicación lógica! - Dije molesto
- ¡No puedo decirtelo! - Paso sus manos alrededor de su cuello exasperado
- Por eso mismo tu y yo terminamos, Nick, nunca puedes decirme las cosas- Dije mirándolo fijamente - Así que cuando me quieras decir que pasa, me iré - Luego de eso volví al lugar donde todo el mundo se encontraba- Ey saca tu cara de gruñón - Dijo Ainhoa tomando mi brazo - ¿Qué pasó? - Dijo al ver mi cara
- Nick - Dije yo - Se puso extremadamente raro e intenso -
- ¿Qué hizo? - Dijo ella
- Pues me dio a probar una bebida y luego de eso me pidió que me vaya y me arrastró al estacionamiento -
- ¿Por qué? -
- No pudo decirme -
- Ya sabes como es Nicholas, siempre guarda secretos, por eso terminaste con el -
- Si, lo se, pero esto fue diferente, es como si fuera realmente importante -
- ¿Qué más te dijo? -
- Qué volviera a casa y no saliera por las próximas 24 horas y que no me quede sólo -
- Debió tomar demasiado -
- Apenas son las 12 - Dije
- Sabes como es el -
- Miren lo que trajo el viento - Dijo caminando hacia nosotros Connor, mi mejor amigo
- Hola - Dijimos la chica y yo al unísono
- ¿Brindamos? - Dijo el y tomo tres shots de algo que parecía tequila y nos dio uno a cada uno
- Por nuestro último año - Dijo Ainhoa y los tres tomamosUna hora después Ainhoa estaba con un chico bailando muy candente y Connor bebía con sus amigos del equipo (de fútbol americano). Había charlado con un par de chicos pero ninguno que valiera la pena, entonces decidí irme, sabía que Ainhoa se molestaría por irme sin ella pero realmente me aburría bastante. Comencé a conducir por la carretera, entre los árboles pude ver la gran Luna llena, el hecho de que el auto comenzó a reducir su velocidad me sustrajo de mi trance, me había quedado sin gasolina en el medio del bosque ¿Algo más podía salir mal hoy? Pensé para mi. Intente llamar a mi hermano pero no tenía señal.
Tome mis cosas del auto y comencé a caminar hacia la ruta principal donde habría señal, estaba sólo a un par de kilómetros. Sentí unas gotas caer por mi rostro y maldije a todo Dios existente.
- Maldita Ainhoa - Dije mientras revisaba la señal de celular
Escuché un ruido en los arbustos y me detuve, sentía un poco de miedo pero supuse que me estaba sugestionando por el tétrico ambiente y mi conversación con Ainhoa, y quizás también por la de Nick.
El ruido fue mas claro ahora, mire con temor pero lo que vi me paralizó completamente, dos ojos de un color azul electrico mirando hacia mi. Había algo en ese color que se me hacia familiar pero no podía recordar de donde, la adrenalina y el miedo comenzaban a pelear por el control de mi cuerpo. Aquel animal comenzó a gruñir, sonaba como un perro, pero uno mucho más grande y temible, los ojos salieron del arbusto dejándome ver a un lobo más grande de lo normal y de un color más oscuro que la misma noche. El animal camino lentamente y agazapado hacia mi aún gruñiendo, y de un momento a otro salto hacia mi y yo caí al suelo. Intentaba alejarlo de mi cara pero se me hacia difícil pues el animal me atacaba con gran fuerza y ferocidad. De un momento a otro el peso desapareció, mire a mi lado y había otros dos lobos (estos era uno de color marrón y otro gris) entre la bestia negra y yo, estos le gruñian y ladraban al otro, el negro se abalanzó sobre los dos y comenzaron a pelear, el primero se dio por vencido y huyó dejando al lobo marron gravemente herido. Mientras que el herido se encontraba en el suelo sangrando el otro estaba de pie a su lado, luego me miró y nuestras miradas se conectaron por un momento, esos ojos verdes me eran tan familiares, a diferencia de aquellos azules eléctricos estos no me veían con ira y odio sino con amor y dolor, luego de ese momento comenzó a ladrarme. No se explicar cómo, pero no sentí que me estuviera atacando, sino pidiéndome que me fuera, casi rogandome, y así fue, me fui a mi auto de vuelta, aún con el miedo corriendo por mi sangre y mi sangre por mi cuerpo.
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Little Wolf
Werewolf¿Que harías si te dijera que un par de ojos pueden cambiar tu vida? ¿Qué harías si te dijera que el simplemente hecho de que tu auto se quedó sin gasolina en el bosque cambiaría todas tus creencias? ¿Qué harías si te digo que una noche cualquiera de...