Aun veo sus manos despidiéndose en un adiós que marcaria mi vida.
Sonriendo mientras entraba por quinta vez al quirófano decías
ya regreso...
Fueron 20 minutos y el medico con el tapaboca abajo me invitaba
a la sala aun esta tibio puede pasar a verlo me indico.
No podía llorar ni gritar estas muerto
no atine hacer nada me bloquee.
Nos veremos en Septiembre cuando las plantas florezcan y el viento
sople helado bajo mis pies
al atardecer de muchos días y en la profundidad de las noches
sentiré que te abrazo y al oir tu voz
sabre que estoy en la cita inevitable del destino
despertando junto a ti.