Space Odyssey

CAPÍTULO 1: LA CAÍDA DE BORICH III (PARTE 2)

Recogieron un par de armas que habían logrado extraer en su huída de la academia para poder defenderse y subieron a la parte trasera del vehículo, una parte destinada claramente al transporte de tropas, aunque apenas cabían cuatro soldados. El sargento subió al lugar del copiloto y Logan al del piloto, pronto el vehículo volvió por donde había venido. La marcha continuó en silencio durante un par de minutos, hasta que el comunicador, ubicado en un pequeño cuadro de mandos en la parte derecha del volante de control, envió una señal. El sargento apretó un botón del panel táctil situado en el salpicadero.

- Aquí Perkins.

- Sargento, hemos detectado actividad del S.U. a kilómetro y medio del punto de encuentro.

- ¿Ya?- preguntó Logan sin dejar de conducir.

- Tranquilo Logan. Era algo que ya preveíamos, no hemos logrado defender la academia.- los tres muchachos que permanecían en la parte de atrás se agitaron un poco.- ¿El punto de encuentro es seguro?

- El teniente Alexandr y la soldado Chalmers no han regresado todavía. Rodríguez y Carter han salido para defender la posición.

- Contacte con el teniente, infórmele de que estamos en camino. Que esté todo preparado para cuando lleguemos, con los motores en marcha.

- Recibido sargento.

- Y trate de comunicarse con la Oremburgo de nuevo.

- Estoy en ello sargento.- la transmisión terminó, pero al piloto del vehículo tortuga se le notó intranquilo.

- Ray, serénese.- le dijo el sargento.

- ¿Tienes miedo?- la pregunta de James rompió el silencio de los novatos. Helen y Alice se quedaron con los ojos abiertos como platos.

- ¿Miedo?- una sonrisa se dibujó en él.- Lo que estoy es impaciente por tener a tiro a esos mal nacidos del S.U.

- Misión de extracción, no me haga gritarle como siempre.- le dijo Perkins con el tono subido.- Y por lo que más quiera, acelere.

- Sargento hago lo que puedo con este trasto.- El vehículo continuó por el camino de tierra. Tras bordear un par de áridas colinas, las malas hierbas no eran bienvenidas en aquel paisaje, vieron una baliza de señalización con luces intermitentes flotar a unos treinta metros de altura.

- Pero qué...- Perkins enseguida estableció contacto con el punto de encuentro.- Allen, ¿me recibe?- no obtuvo respuesta.- ¿Allen me recibe?

- Aquí Allen.- la voz de Allen se intercalaba con el sonido de disparos lejanos.- Nos están atacando. Los motores están en marcha, pero la puerta de carga está cerrada, Rodríguez y Carter están fuera manteniendo la posición ante el fuego enemigo. No tenemos noticias del teniente. He activado los escudos exteriores de la nave contra el fuego enemigo para no sufrir daños.

- Allen.- esta vez fue Ray el que habló.- En cuanto te den la señal quiero que apagues los escudos traseros y abras la puerta de carga, vamos a hacer una entrada rápida.

- Recibido.

- Intente contactar con el teniente. No podemos perder más tiempo. Y eliminen esa baliza de una maldita vez.

- A la orden sargento.

- ¿Cuál de vosotros conduce mejor?- preguntó Ray. Los novatos se quedaron callados.

- ¡Os han hecho una pregunta maldita sea!- les espetó Perkins.

- Yo.- respondió Alice en un arranque de valentía.