No pude dormir en toda la noche, extrañaba a mis padres, mi vida, extrañaba incluso mi escuela, 17 años odiando estudiar y ahora lo extrañaba. No podía creerlo.
¿Qué estarían haciendo mis amigos en este momento?
Probablemente estarían en una fiesta mientras yo estaba acá en mi cama, escuchando la respiración de Poché al otro lado, mi vida era lamentable.
No había tenido tiempo para fijarme en los detalles de la habitación, era de un color gris claro aburrido, el techo era café con manchas amarillas que no sabía si era parte de la decoración o suciedad de los años que llevaba sin ser lavado.
En cada pared había una cama, todas igual de pequeñas, una sola almohada, y una cobija también café. No había mesas, sillas, ni un baño.
Los baños compartidos eran en otro piso con vigilancia. Era como estar en una cárcel.
Escuché a Poché despertarse, mirarme con fastidio y volver a cerrar los ojos.
Era una rara.
Aún no entendía por qué me había invitado a salir, ¿y si quería hacerme daño? ¿y si intentaba lastimarme?
Quizás lo mejor sería no salir con ella, además no debió decirlo en serio.
Poché me dijo Calle horas antes, y sé que es algo tonto pero nadie me decía por ese apellido y me parece rarísimo pero sonó tan hermoso.
Seguí despierta toda la noche, aún cuando llegaron Priscila y Laura en la madrugada.****
-BUENOS DÍAS, ES HORA DE DESPERTARSE- escuché como gritaba el señor Gómez en el pasillo y tocaba fuerte cada habitación del pasillo.
-Hola hermosa- dijo Laura sentándose a mi lado con cara de sueño.
-Hola- me levanté sonriendole.
-No dormí nadaaaa- comentó Priscila.
-¿Para que se iban de fiesta? Ah bueno- reí.
Miré hacia el otro lado: Poché no estaba.
-¿Y Poché?-
-Hace rato se la llevaron a sus clases- respondió Laura a mi duda- ¿cómo serán las clases de los asesinos?-
-No tiene cara de mala- dije de repente.
-¿Los malos tienen una cara en específico? Vea pues- dijo de mala gana.
Seguimos hablando un rato hasta que llegó el señor Gómez con cara de pocos amigos.
-HACE BASTANTE TIEMPO DIJE QUE YA ERA LA HORA DEL DESAYUNO, ¿O QUIEREN QUEDARSE ACÁ COMO CASTIGO POR DESOBEDECER?- gritó molesto, nadie le había dicho o hecho nada malo, pero igual le hicimos caso, tomamos nuestras cosas y salimos en silencio.Cada día se basaba en despertar con sus gritos (yo no dormía aún, así que hablo de los demás), ir en fila cada pasillo a las duchas, volver a dejar nuestras cosas y luego ir a desayunar.
El baño era bastante grande, fui directo a las duchas con mis pertenencias y cerré la cortina que separaria mi cuerpo desnudo de las demás personas en ese cuarto.
Me quité mi ropa con cuidado y la dejé en una canasta donde no le cayera agua. Abrí el grifo y dejé que las gotas rodaran por mi cara y mis senos para luego empapar todo mi cuerpo y darme un buen baño.Un rato después estábamos desayunando en el comedor.
-¿Y si viene Matu?- recordé de repente a la chica que me odiaba.
-Sólo... no la mires- dijo Laura con burla.
En mi plato se encontraban huevos revueltos, dos salchichas y café. Suena como un buen desayuno hasta que lo pruebas y sabe todo a cartón.
Un cuerpo pequeñito llamó mi atención, la vi tomando su bandeja y sentándose sola en una mesa, nadie le hablaba a Poché y me sentía mal por ella, llevaba ya un tiempo en este lugar y se la pasaba totalmente solitaria.
-Es que es un fenómeno - dijo señalando a Poché.
Ella pareció percatarse de ello y se acercó a nuestra mesa.
-¿Hablas de mi?- le reclamó Poché- es mejor que desayunes y me dejes en paz Villa-
No sabía el apellido de Laura hasta ese momento, era un apellido lindo. La peli teñida se dió media vuelta y se fue del comedor dejando su comida intacta. Oí a Laura reír en modo de burla.
Me quedé observandola a lo lejos, era muy rara en serio.
-Hola, eres Daniela, ¿verdad?- habló un chico rubio con ojos azules, alto y con una sonrisa hermosa.
-Eeeeeh sí, ¿y tú?- estaba embobada con su cara, por Dios.
-Me llamo Iván-sonrió-¿te gusta la comida?- señaló mi desayuno intacto.
-Sí, digo no, no me gusta, o sea no-
-Bueno, a nadie le gusta- me quedé mirandolo, tenía los ojos muy pequeñitos y lindos, era tan tan guapo. Hablaba muy bonito, un revuelto de España, Estados Unidos, y más.
Al parecer se aburrió y disculpandose se levantó y se fue. Era una total torpe, había dañado el momento por quedar como una boba mirando su rostro.
Comí un poco y me fui a coordinación.-Buenos días directora, perdone, no sé qué clase tengo hoy-
-Gimnasia, fíjate en tu horario pegado en la puerta de tu recámara, hasta luego - casi me echó del lugar.
Fui directo al patio y me encontré con un grupo de personas ya vestidas con ropa deportiva y escuchando al profesor.
-Disculpe, buenos días, lamento interrumpir la clase pero no sabía que esta era mi primera clase, lo lamento de verdad. Además no tengo ropa deportiva, perdón- tenía la cara roja de la vergüenza.
-No tiene que pedir mil veces perdón, sólo sientese y para la próxima clase traiga ropa adecuada-
Me acomodé al lado de otras personas, el señor tenía una gran panza y hablaba masticando un chicle sin parar.
-Primero vamos a dejar en claro las normas de la clase: no hablarán entre ustedes, no empujarán a ningún compañero y no van a descansar-
Empezamos la clase haciendo calentamiento, estirando los brazos y piernas y al momento de agacharme y mirar hacia atrás me encontré con un chico observando mi trasero, era Iván.
Me sonrió y guiñó el ojo.
Me volví a poner nerviosa.
-La primera clase sólo serán 16 vueltas a todo el patio y se van-
Empezamos a correr y en la segunda vuelta ya estaba agotada y sudando a más no poder.
Cada que intentaba sentarme a descansar, el profesor Carlos aparecía y me gritaba hasta que continuara con mis vueltas.
Mientras corría miraba a los lados, veía gente caminando y palomas en las sillas, hasta que vi algo extraño.
Priscila y Poché hablando. Me paré en seco viéndolas juntas.
Poché la tomó con fuerza por el cuello y le dijo algo con cara de asco. Terminó empujandola y se fue.
¿Qué mierda había pasado?
Necesitaba hablar con Priscila pero el profesor no me dejaría ir ni al baño, así que debía esperar.
-Chica, una vez más que pares y te castigo- me reprochó Carlos y seguí corriendo.
Las ganas de chisme le ganaron a mi flojera y terminé rápido todas mis vueltas.
-Hasta luego, nos vemos en cuatro días - dijo despidiendome.
Me senté un poco más lejos y observé por un rato a la gente que corría. Todos ellos se veían agotados.
Tomé agua y subí lentamente los peldaños de las escaleras hasta el segundo piso para tomar una rápida ducha, me sentía muy sucia.***
Luego de ducharme y cambiarme subí a mi habitación, abrí la puerta y vi a Poché sentada en su cama guardando cosas en un bolso gigante.
-Calle, vamos, tenemos que salir rápido antes de que nos vean-
-Espera, ¿de qué hablas?
-Ayer te invité a salir, ¿recuerdas?- su cara de preocupación al creer que no lo recordaba me dio ternura.
-Claro que lo recuerdo pero yo no acepté -
-¿Entonces no quieres salir?- pareció entristecer- bueno, no importa. Igual no había planeado nada-
-Sí quiero, pero... bueno, vamos,
¿a la sala escondida?
-Tengo un plan mejor- dijo sonriendo.////
Muchísimas gracias por leernos, les dijimos que al llegar a las 500 personas leyéndola les daríamos un regalito. Ahora somos +700 así que... sigan bajando porque les daremos de obsequio un capítulo más ahora mismo: la cita de Caché.
NOTA: Amo a MT, incluso Iván me sigue, yyyy debo admitir que se me hizo raro ver a Poli como mi mutual Cacher ya que mi user de otra cuenta era Martinezmyluck, pueden creerlo?! Tengo ss de prueba jaja
Nuestros tw:
@cachemyluck @IsabelaPig
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¿Confías en mi?
Fanfiction-Amo a Poché, pero necesito hacer esto... -Es lo correcto Calle... // -Cada que ella no está, alguien muere, ¡abre los ojos! -Ella no haría eso, es buena, amable, ella NO HARÍA ESO. // -Ya te lo he dicho Daniela, yo no he matado a nadie, ¿confías...