El Equilibrista
Pone su peso donde otros no lo hacen,
No está solo,
Tiene con quien codearse.
Si bien son los menos,
Aprendieron a serlo.
Una vida en minoría,
Al margen de la mayoría,
De beneficio la autoría
De unas cuantas poesías.
No se consideran Mesías,
Más bien alcancías,
Amor como mercancía.
No creen en la autoridad,
Son la parte y la totalidad,
Son la gota y el vasto mar,
Son la ojota en el pasto man.
Son la otra casta de la humanidad.
Nunca van a gachas,
Alzando mirada,
Ven con claridad.
Entienden que el dolor es el ardor
De almas en pena.
Entienden que el error es vibrar bajo,
Con cadenas.
Entienden del clamor,
Y sus consecuencias.
Extienden su amor
En forma de espiritualidad,
El legado es amar más,
La cumbre es la paz.
Vislumbran leyes universales,
Buscan las verdades,
Se alejan de Hades.
Han de ser valientes, cojonudos,
Unidos.
En el 3x4 del compás,
Bailan un Vals.
Al ras de sus pies el suelo
Pues comprendieron que son tierra.
Agua, viento, fuego y plasma.
Lo plasman con arte y palabras,
Le ponen fin al macabro festín.
Manifiestan que la virtud está en la luz,
En la claridad del sentir y pensamiento.
No hay lugar para el lamento,
Cuando todos van rápido,
Ellos lento.
Exaltando sentimientos,
De entendimiento,
Compasión ante la histeria,
Son flores de loto
Cuando aparece miseria.
Aves fénix inagotables,
Su combustible la eternidad infinita,
Su aspecto la luz que brilla.
Son la vela en el apagón.
Otros dormidos,
Ellos encendidos,
Despiertos.
Todos somos Dios,
Ellos recuerdan al resto
De su Budeidad.
Que son Cristo y Allah.
El Equilibrista
Pone su peso donde otros no lo hacen,
No está solo,
Tiene con quien codearse.