VI: Equipo de imbeciles

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Hoy después de lo que paso ayer me alegraba que pudiera ir al pueblo, aunque tendría que ir sola ya que ni Adam ni Alex me hablaban, y Halley mi compañera de Ciencias estaba ocupada con un trabajo, realmente nunca podía salir con ella ya que nuestros horarios no coincidían, cuando ella tenia muchas cosas yo no tenia nada y viceversa. No me importaba estar sola, a fin de cuentas ya estaba acostumbrada, preferiría no estar sola pero si no hay otra opción tampoco me voy a  morir, ¿o si? Puede ser que llegue a pasar, tal vez mi corazón se llegue a romper por estar tanto tiempo sola, o que me atropellen y nadie se de cuenta, ambas opciones son igual de tontas, y la de que me atropellen mas aun, ni siquiera hay autos en el internado así que solo podría pasar en una de las salidas al pueblo, en cuanto a lo del corazón creo que debería estudiar mas en lugar de estar pensando esas cosas. Hablando de estudiar, ordene mi horario para poder hacer todo, por semana pasaba 33 horas estudiando, y eso sin contar los fines de semana, el  como me mantenía viva era un milagro, 27 horas de clases y 33 de estudio, ¿no dan un premio por eso? Nunca en mi vida había dedicado tanto tiempo a algo, bueno nada a excepción de odiar a las personas, eso lo estuve haciendo durante casi toda mi corta vida, 14 años para ser exactos.
Eran las 9, había despertado temprano ya que era costumbre, como siempre me cambie, por ser fin de semana podíamos llevar ropa normal, a menos que saliéramos en ese caso nos daban una identificación que tendríamos que devolver   para asegurarse de que regresáramos, unos cuantos alumnos habían tratado de falsificarlas, pero como es obvio no les funciono, los descubrieron tratando se salir diciendo que ya traían identificación, al revisarlas se dieron cuenta que estas tenían un error ortográfico, habían escrito mal el lema del internado.
Hoy decidí usar mi suéter favorito, era una sudadera gris que en el frente decía “ Yes, I am a Potterhead; how much cooler can I be” (Si, soy Potterhead; ¿Cuánto mas cool puedo ser?) la cual Adam me había obsequiado para mi cumpleaños, también decidí usar mis jeans negros y mis tenis blancos, claro que no usaría ningún tipo de tacón yo no era de ese tipo de chica, además ya tenia suficientes caídas sin usarlos. Desayune un poco de fruta y yogurt, nada raro aunque yo nunca comía así pero ya que iría al pueblo prefería comer  chatarra allí,  después del desayuno me dirigí a mi habitación, tome todo el tiempo del mundo para llegar. Estaba observando la vieja estatua del fundador del internado cuando Alex apareció de repente.
-Es un poco feo ¿no?- dijo con una sonrisa en su rostro observando la estatua.
-Creo que se parece a alguien que conozco-dije mientras observaba la estatua y luego a el- ¿Tu que crees?
-Ahora que lo veo de otro ángulo es guapo.
Ambos nos reímos al mismo tiempo, despues de un rato riéndonos como locos mis ojos empezaron a llorar y fue cuando pare de reír, a Alex le paso lo mismo solo que se sostenía el estomago que al parecer le había empezado a doler.
-Te estaba buscando porque quería invitarte a ir al pueblo conmigo.
-¿Qué  no se supone que estabas castigado?- pregunte.
-Si lo estoy, pero mi padre hablo con la directora y acordaron que tendría mis fines de semana libres.
-Vaya ¡que consentido!
-Bueno les dije que ese día me había perdido, ya que soy nuevo me lo creyeron.
-Yo llevo años aquí y aun olvido el camino a veces, pero nunca me creen nada.
-Bueno eso da igual, ¿Vas conmigo al pueblo?-volvió a preguntar.
-Si claro, de todas maneras iba a ir, no me viene mal algo de compañía.
-Te espero entonces aquí a las 12, nos vemos-dijo mientras se alejaba, se despidió con la mano y lo perdí de vista.
Seguí caminando hacia mi habitación, ese encuentro había sido un poco extraño, me alegraba tener compañía por primera vez en esta semana, un poco mas sola y me volvería loca, Alex me agradaba mucho, pero extrañaba a Adam, el es mi mejor amigo y no lo quiero perder, espero que me perdone pronto.
***
-Aquí tienen sus identificaciones, vuelvan antes de las 9.
Alex tomo su identificación y yo la mía, el guardia nos miro de mala manera mientras nos dejaba salir, la ultima vez que salí tuve que saltar la pared que nos separaba del resto del mundo, siendo sincera era mas divertido escaparse, la adrenalina de que nos puedan atrapar es genial, de todas maneras era un alivio no tener que preocuparse, sueno como Harry peleándose con el mismo cuando comenzó a gustarle Ginny.
-Es grandioso estar fuera del internado, ¿no es así?
-Muchísimo, me alegra no estar encerrada todo el tiempo.
-Bueno imagínate yo, que he pasado toda la semana castigado, y aun me falta un mes para terminar.
-¿Qué es lo que has estado haciendo?-pregunte.
-Ya sabes de todo un poco, a las 7 de la mañana tengo que ir a limpiar la piscina, mas tarde voy a las cocinas a lavar los platos, no te imaginaras la cantidad que hay- dijo esto ultimo un poco sorprendido, guardo silencio avergonzado por su comentario.
-Si lo se, prácticamente conozco cada cuchara que hay ahí, he pasado muchas veces castigada-dije con una sonrisa ladeada.
-Lo siento, no quería incomodarte.
-Oh no, esta bien la verdad te terminas acostumbrando.
Se formo un silencio incomodo, yo miraba los arboles para distraerme, finalmente el rompió el silencio.
-Nos tratan como elfos ¿no es así?- dijo con una sonrisa,- Solo nos falta una Hermione que nos defienda.
-Lamentablemente no la tenemos, pero que importa.
-¿A dónde te gustaría ir?-pregunto evadiendo mi ultimo comentario.
-No lo se, ¿ya comiste?
-No, aun no.
-Que te parece si vamos a la mejor pizzería que hay en el pueblo, bueno la verdad es la única que hay es por eso que es la mejor- dije mientras soltaba una risa.
-Claro vayamos ahí.
El resto del camino hablamos acerca de como los magos tenían tantos hechizos para limpiar, Alex me conto que nunca en su vida había limpiado, pero que sabia perfectamente sacar una derivada. Hablar con el era muy divertido pero en verdad extrañaba a Adam.
***
-Natalie vamos son casi las 9, debemos ir mas rápido o no llegaremos a tiempo.
Alex y yo salimos corriendo del parque en el que nos encontrábamos, habíamos ido la pizzería a comer y después de eso paseamos por el pueblo hasta llegar al parque, decidimos descansar ahí un rato, aunque como niños pequeños empezamos a jugar en los juegos, fue muy agradable, Alex dejo de estar incomodo y hablamos de toda clase de cosas, pero se nos paso el tiempo volando y ya solo teníamos 10 minutos para regresar al pueblo. Corrimos lo mas rápido posible, por suerte llegamos justo a tiempo.
-Nos vemos luego Natalie- se despidió Adam, antes de irse con sus amigos. La mayoría de ellos eran del equipo de natación, Adam solo hablaba con ellos y conmigo, pero me parecía extraños, en el internado todos sabían que los chicos del equipo de natación eran unos imbéciles, y ver a Alex con ellos no era normal, el era muy agradable, todo lo opuesto a ellos. En una ocasión mientras yo cumplía con un castigo limpiando la piscina me empujaron a ella y dijeron que yo los había intentado agredir y por accidente ellos me lanzaron, yo termine castigada una semana mas, mientras me reprimían ellos estaban desternillándose de risa detrás del prefecto. Desde entonces cada vez que yo tenia como castigo limpiar la piscina Adam me acompañaba para que ellos no se pudieran meter conmigo.
Cuando Alex se acerco a sus amigos ellos vieron que había estado conmigo, al parecer se pusieron a decir cosas de mi ya que todos voltearon a verme mirándome de mala manera, lo último que vi fue que el les contestaba, me fui rápidamente a mi dormitorio, no quería seguir viéndolos.
La verdad fue una gran tarde, pensé mientras metía la cuchara en el plato con cereales, estaba en el comedor eran las 9:20 y solo por ser fin de semana cerraban a las 10, Alex era una gran persona pero aun no entendía como es que tenia esa clase de amigos, no pude seguir preguntándomelo ya que alguien llego y se sentó conmigo.
-¿Qué tal Nat?- era Halley con una gran sonrisa en su rostro,- ¿Estas pensando ahora a quien vas a incendiar en la clase de ciencias?- bromeo, solté una carcajada, ella siempre tan alegre
-No claro que no, aunque ahora que lo dices…
-Bueno ya sabes que si vas a hacerlo deberías avisarme para prevenirme.
-Claro.
Ella ceno junto conmigo, como siempre me hablo de su banda favorita y de sus teorías locas, yo la escuche atentamente.

Limonada, otra historia de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora