Narra Bianca
Sacó mi celular del bolsillo y leo el nombre de la pantalla. Me quedo helada al ver quien era. Ese maldito nombre que no quería volver a escuchar estaba escrito en mi pantalla.
Fabricio
Fabricio es mi ex novio. Tuve una relación muy linda con el. Pero como todo termina lo nuestro término y no de una muy buena manera.
Una tarde que fui a su casa lo encontré con otra. Y no con cualquier otra. Era ella. La que se hacía llamar mejor amiga. Fue muy duro para mi verlos en la cama juntos. Pero lo pude superar.
No volví a hablar con ellos desde entonces. No quería volver a verlos nunca más. No quería escuchar las estúpidas escusas que podían tener. Un día sólo me aleje de ellos sin hablarles ni escribirles más.
Ellos me buscaban. Me llamaban pero los ignoraba. Ya pasaron 6 meses desde que no los veo. Pero para mi ellos son asuntos que quedaron en el pasado.
- No vas a atender- miró a Iván que está obcervandome con una sonrisa.
-Eh. No. Puede esperar hasta que terminemos de cocinar-digo volviéndome a enfocar a lo que estaba haciendo con una sonrisa forzada.
-Entonces no debe ser una persona muy importante- dice Iván.
-No. No es nadie importante- decir eso me dio un pinchazo en el pecho. El muy en el fondo de mi corazón seguía siendo importante. Pero ya no era mi prioridad.
Aprendí con el tiempo a no aferrarme a nada ni nadie. Por que derrepente te quedas sin eso y duele. Duele mucho. Fabricio me lo enseño. Me había aferrado a el y cuando ya no estuvo me sentí vacía. Sentía que me faltaba una parte de mi. Y esa parte era el.
Después de esas últimas palabras a Marcone no volví a hablar. Me quedé muda. Terminamos de cocinar en silencio y de igual forma pusimos la mesa. Sentía la mirada de Iván algunas veces sobre mi pero no le di importancia.
Nos sentamos a comer con Iván. En el comedor sólo se escuchaba como los cubierto chocaban contra el plato. El silencio se estaba volviendo incómodo y cuando estaba por hablar mi celular vuelve a sonar. Y era el otra ves.
Y está ves decidí atenderlo. Ya era hora de que lo enfrente y que sepa el daño que me hizo. Que sepa que lo vi en la cama con mi supuesta mejor amiga.
-Permiso- digo mientras hagarro el teléfono y me levanto de la mesa. Doy unos pasos y atiendo.
- Belén- esa vos. Esa vos que tanto amaba escuchar se sintió del otro lado de la línea.- Belén estas ahí?
- Fabricio- de mis labios no salió otra cosa que su nombre. No sabía que decirle. Así que iva a dejar que el hablará.
- Belén que pasó. Fui a tu casa hoy y me dijieron que te fuiste a vivir a Buenos Aires. Dejaste de hablarme de un día para el otro. Cada ves que iva a tu casa casualmente no estabas. Por que te alejaste. Que paso?
- Que que pasó?. Fabricio te vi. Te vi encamandote con mi mejor amiga. Eso paso. Me hiciste mierda. No te quería volver a ver. No quería volver a escuchar tu voz nunca más.
- Belén te puedo expli...- no deje que terminará de hablar y lo interrumpi.
- No quiero tus explicaciones que no me van a valer de nada. Sabes cuantas veces hice oidos sordo a lo que me decían se vos?. Sabes cuantas veces pelie con mi amigos para defenderte?. Como me arrepiento.
- Te amo por favor Perdóname- una risa seca salió de mi garganta al escuchar esas palabras.
-Quien ama no traiciona- y corte la llamada. Ahora me sentía mejor. Necesitaba decirle todo eso que tenía guardado hace meses en mi garganta. Me sentía mucho mejor después de eso.
Llego a la mesa y veo a Iván comiendo y viendo su celular. Este hombre es muy lindo dios. Bianca controla las hormonas. Me siento y el nota mi presencia y me mira.
- Todo bien?- pregunta aún mirándome.
- Si. Todo más que bien- digo mientras vuelvo a comer.
-Bueno. Me alegro. Te iva a decir que a las 16:00 me tengo que ir a entrenar- bueno. Parece que me voy a quedar sola. Ooh podría invitar a las chicas.
-Bueno- me quedé en silencio unos minutos. No sabía si preguntarle si podían venir mis amigas ya que era su casa y no podía invitarlas asi como así.
- Queres decirme algo?- me pregunta sonriendo.
-Eh. Si- fue que sea lo que Dios quiera- puedo invitar a mis amigas para que vengan a la tarde?.
- Eeh. Bueno. Por mi no hay problema. Mejor asi no te quedas sola- me dice sonriendo y guiñandome el ojo. Por que?. Por que tenía que guñar el ojo.
Pero seguía teniendo en mi cabeza otra pregunta. Le quería decir si tenía tiempo después de comer para ayudarme a sacar mis cosas de las maletas.
- Parece que queres decirme otra cosa- que onda este pibe. Lee la mente?.
- Si- le digo riendome- después de comer. Me podes ayudar a sacar las cosas de mi maleta?- pregunto. El Parece pensarlo. Me mira y vuelve a sonreír. Vasta Marcone no sonrias más que me muero- si. Te ayudo.
- Debes pensar que soy una pesada- digo terminando de comer.
- No sos ninguna pesada. Además yo sólo me ofrecí en ayudarte. Así que para mi no hay problema.
Después de terminar de comer lavamos los platos y subimos las escaleras para empezar a desenpacar.
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Mayor (Amor prohibido)
РазноеBianca González una estudiante de 16 años se muda por un intercambio del colegio junto a sus amigas. Para ella es un gran cambio en su vida. Necesitaba respirar nuevos aires después de una difícil separación con su ex novio. Pero ella nunca pensó qu...