LOS MIN SWAG [omegaverse]

Como tener swag: Parte 1.

Un pequeño peli negro se movía inquieto de un lado a otro intentando mantener el cartel que tenía en sus manos, extendido, parecía que todos los rascacielos andantes de Corea del sur habían decidido ir al aeropuerto en el mismo momento que él.

El colmo fue cuando una mujer de, posiblemente, dos metros de alto se colocó delante de él obstruyendole el campo de visión y tapandolo por completo.

La vena aorta de su cuello comenzó a latir de manera dolorosa y con toda la poca calma y paciencia que no tenía, dio un codazo en el punto central de la espalda de aquella simia, que asustada y adolorida se giró encarando al hobbit. Antes de poder decir nada el peli negro se adelantó.

-Amiga, quítate de aquí, que no ves que tapas mi belleza y la de mi cartel... Además hueles a Alfa en celo y eso apesta, duchate sucia otaku - dijo mirando el estampado de la camisa de aquella alfa, tres chicos de aspecto muy gay con mallas ajustadas y patines en poses anatómicamente imposibles.

La mujer abrió los ojos de manera desorbitada y su mandíbula cayó al suelo, indignada pasó su mirada por todo el rostro de aquel enanito descarado y luego observó el cartel que sostenía, se indignó el doble. Este decía WELCOME, MY FAVORITE BITCH. Dio un fuerte pisotón que hizo tambalear al del cartel y se fue empujandolo con fuerza y haciendo que el más pequeño saliera volando por el impacto.

Tras recomponerse si giró en busca de aquella persona y la encontró ya a bastante distancia, aún así sin importarle lo más mínimo gritó en su dirección :

-¡Tus chinos están bien feos!¡Viva Corea del sur carajo! - sin esperar respuesta se giró con una sonrisa en el rostro que sólo se ensanchó más cuando vio al rubio que desde hacía un rato observaba la situación, divertido, junto con el resto del aeropuerto.

-¡Bro! - dijeron ambos a la vez y se fundieron en un gran abrazo dejando el cartel en medio de ellos completamente arrugado, el rubio se separó de su hermano no sin antes recibir una nalgada que le picó.

-Idiota, mi bollito de leche, estúpida - se sobó el glúteo afectado mientras escuchaba la risa del peli negro.

-Vámonos ya de aquí bro, hay gente muy alta y somos burla.

El peli negro cogió la única maleta grande que llevaba el rubio y ambos se dispusieron a salir de aquel lugar. Al llegar al parking del aeropuerto se dirigieron al coche negro pintado con llamas rojas que cubrían todo el capó mientras que en las dos puertas del vehículo había dibujado, en una, un kumamon satánico con una cruz invertida en la frente y en la otra un gato blanco que enseñaba los dedos corazones de ambas manos y decía Don't touch my fucking car, el rubio al reconocer el vehículo soltó un grito muy poco masculino y corrió hacia él soltando de golpe su bolso de mano.

Abrazó el coche como si se tratase del omega más sexy y caliente de todo el mundo, acariciando sus retrovisores hasta que se separó de él cuando su hermano lo alcanzó, se secó las lágrimas imaginarias en un gesto teatrero.